Transformar información en conocimiento

informacion-detalladaEse es uno de los retos má simportantes en cualquier etapa formativa del ser humano. Desde nuestra formación básica hasta la formación continuada a nivel profesional.

Los que no somos nativos digitales hemos aprendido a manejar herramientas y posiblemente, seducidos por la potencia de Internet, estamos elaborando sistemas para discriminar tanto la relevancia como la calidad de la misma. Hoy en día estamos sometidos a una verdadera intoxicación por exceso de información incluso de aspectos del conocimiento que generan poco interés en nosotros mismos.

En una situación ideal lo importante sería estimular en los discentes la inquietud por el aprendizaje y que sean ellos mismos quienes elaboren estrategias de búsqueda de información, filtrado de la misma y comprobación a través preguntas a personas clave en ese concimiento específico. De esta forma se logra esa adquisición del conocimiento a través de la información obtenida por ellos mismos.

Es decir estimulamos y damos herramientas para búsqueda de información, herramientas para que esa búsqueda con los mismos criterios sea continuada en el tiempo y  llegue de forma sencilla información actualizada, criterios para discriminar lo accesorio de lo fundamental, creación de una red social de expertos en un tema del saber concreto con quienes pueda relacionarme y generar discusiones sobre este tema.

Ésto se ha hecho desde hace años, en diferentes etapas educativas con mayor o menor acierto. Cuando hablábamos de gamificación como herramienta educativa también veíamos que se trata de una herramienta docente previa a las herramientas digitales, pero que duda cabe que todo el mundo digital ha revolucionado todas estas técnicas de aprendizaje/enseñanza.

¿Qué necesitamos para poder aprender?.

  1. Necesidad o inquietud por conocer un tema. A veces por motivos concretos relacionados con aspectos laborales pero otras veces por el placer del propio conocimiento o en relación a actividades lúdicas. Sea cual sea el tipo de inquietud, cuánto más fuerte sea, más y mejor aprenderemos.
  2. Buscar información sobre ese tema. Aquí es donde Internet nos ¿simplifica? mucho las cosas. Más concretamente dentro del mundo de la salud hemos hablado en estas páginas de cómo han cambiado en muy pocas décadas los sistemas de búsqueda de información biosanitaria. Además no debemos desprestigiar nuevas vías de llegada de información como redes sociales, wikis y otros buscadores no específicamente científicos aunque ha y que tener en cuenta sus riesgos y limitaciones.
  3. Filtrar la información. De manera paralela o posterior a la búsuqeuda d ela información hemos ser capaces de filtrarla. Es decir valorar si esta información va a resultar útil para mis necesidades concretas. Es la tarea más delicada ya que siempre podremos desechar elementos informativos que hubieran tenido valor y aceptar elementos informativos que al consultarlos carecen del mismo.
    Asumiento eseso riesgos. En esta parte del proceso es donde determinaremos qué es relevante… ¿cómo?:

    • Analizando el origen de la fuente: ¿Ha sido publicada en un medio con normas estrictas de publicación como revisión por pares o es un medio de difusión sin filtros?, ¿conclusiones basadas en estudios relevantes siguiendo método científico u opiniones personales?.
    • Autores de la fuente: ¿Equipo de trabajo con publicaciones previas de impacto sobre este mismo tema?.
    • Lectura de las ideas claves ¿se adecúan a mis necesidades?, ¿es relevante su lectura en profundidad?.
    • Preguntar a expertos. ¿por qué no?. Posiblemente haya establecido un círculo de crecimiento progresivo de personas interesadas en mi mismo tema ¿han leído ellos previamente este artículo?, ¿cual es su valoración personal?, ¿tienen más información sobre este tema?. Si logro establecer un círculo de personas interesadas en mi mismo tema y creamos una comunidad de trabajo, estaremos aunando esfuerzos obteniendo beneficios comunes.
  4. Gestionar la información. Por muy estrictos que hayamos sido a la hora de seleccionar la información relevante, es posible que el número de referencias (artículos, libros, infoirmes, tesis doctorales, infografías o vídeos) sobre nuestro tema de interés puede ser muy elevado. Posiblemente esta información tengamos que clasificarla, distribuirla en carpetas y con un sistema de búsqueda a través de etiquetas para que podamos acceder a una fuente concreta en el menor tiempo posible. De nuevo tenemos herramientas digitales que nos facilitan estas tareas desde gestores bibliográficos ya tradicionales como RefWorks o Reference Manager hasta herramientas con un componente social más intenso y colaborativo como Zotero o Mendeley. Desde el punto de vista funcional las diferencias son muy escasas siendo zotero más versátil pudiendo gestionar muchos tipos de archivos multimedia y Mendeley ofrece más posibilidades de manejo de archivos para bibliografías más relacionadas con contenidos havbituales como artículos de revistas científicas o libros. Lo más importante no es elegir entre uno u otro, sino ser capaz de manejar uno de ellos de forma completa para saber aprovechar todas sus funcionalidades.
  5. Mantener actualizada esta información. Ya hemos obtenido una cantidad de archivos que contienen la información que precisamos, pero ¿no se habrá quedado obsoleta esta información dentro de unos meses?, ¿y de unos años?.
    También tenemos herramientas para programar búsquedas de información de manera continuada y que ésta nos llegue de forma programada sin que tengamos que repetir búsquedas de forma repetida. Hoy en día disponemos de herramientas que nos permiten agrupar todas nuestra funetes en un único espacio a través de RSS como son Netvibes o Symbaloo
  6. Proceso personal e introspectivo de incorporación del conocimiento.… o lo que es estudiar de toda la vida.

De esta forma tenemos herramientas digitales muy útiles para buscar, filtrar, gestionar, almacenar, clasificar y actualizar información científica…. Pero podemos ser generosos y publicar y compartir nuestras búsquedas con otros investigadores de la red mundial aportando nuestra contribución a la red global y devolviendo el mismo contenido pero reclasificado. También disponemos de herramianetas para compartir de nuevo esta información como las redes sociales, wikis, creación de carpetas compartidas en abierto en nuestros gestores bibliográficos…

Un comentario en «Transformar información en conocimiento»

Deja un comentario