5 claves para el éxito en redes sociales de salud II


redes-socialesAquí van las otras cinco claves para tener éxito en redes sociales en salud, inspirados en una entrada de Andrés Ortega Martínez titulada «Los 10 mandamientos de la Transformación Digital«.

Otros cinco «mandamientos» que nos pueden convertir en activos útiles en nuestra red, en profesionales abiertos, colaborativos, beligerantes y activos; para que este pequeño tesoro que nos brinda la tecnología sea útil para desarrollarnos desde una perspectiva profesional y personal.

  1. Time to AdaptAdáptate. Adaptarse o morir. Hay que adaptarse a nuevas herramientas que van surgiendo, a nuevas perspectivas de temas conocidos, a nuevas personas y enfoques. Posiblemente los sanitarios esto lo llevamos «de serie» ya que estamos acostumbrados a navegar en terrenos «de grises» debido a la evolución científica, a lo que hoy es cierto mañana no lo es tanto (o incluso es falso). Aún así las redes sociales nos obligan a una adaptación constante a este nuevo medio.
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  2. aprenderAnsía el conocimiento. Aprender es tarea diaria. Se aprende de todo y de todos por lo que la aproximación a nuestra comunidad en las redes se ha de hacer desde la humildad y sinceridad. Creer que estamos solo para dar o solo para recibir es un error y pensar que sólo podemos aprender de unos pocos otro error (y una pérdida manifiesta de oportunidades que no debemos desaprovechar).
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  3. conversarConversa. Conversar es compartir, debatir en igualdad, intercambiar ideas y conocimientos desde la humildad. Conversar no es hablar desde posiciones inamovibles ni desde una falsa superioridad. Lo mejor para los «egos» es participar en las redes… se suavizan muchísimo ya que al compartir nos enfrentamos a nuestras propias ambiciones.
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  4. rebeldiaRebélate. Se inconformista; eso nos hace seguir vivos. Rebélate contra lo establecido, contra el inmovilismo, contra las falsedades que veas publicadas en la red. Desde tu conocimiento y perspectiva se radical desde la humildad. La rebeldía nos hace ser inconformistas y el inconformismo nos hace seguir adelante, crecer como personas y como profesionales.
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  5. Autenticidad y originalidad… ya somos auténticos y originales, solo debemos ser nosotros mismos.

Transformar información en conocimiento


informacion-detalladaEse es uno de los retos má simportantes en cualquier etapa formativa del ser humano. Desde nuestra formación básica hasta la formación continuada a nivel profesional.

Los que no somos nativos digitales hemos aprendido a manejar herramientas y posiblemente, seducidos por la potencia de Internet, estamos elaborando sistemas para discriminar tanto la relevancia como la calidad de la misma. Hoy en día estamos sometidos a una verdadera intoxicación por exceso de información incluso de aspectos del conocimiento que generan poco interés en nosotros mismos.

En una situación ideal lo importante sería estimular en los discentes la inquietud por el aprendizaje y que sean ellos mismos quienes elaboren estrategias de búsqueda de información, filtrado de la misma y comprobación a través preguntas a personas clave en ese concimiento específico. De esta forma se logra esa adquisición del conocimiento a través de la información obtenida por ellos mismos.

Es decir estimulamos y damos herramientas para búsqueda de información, herramientas para que esa búsqueda con los mismos criterios sea continuada en el tiempo y  llegue de forma sencilla información actualizada, criterios para discriminar lo accesorio de lo fundamental, creación de una red social de expertos en un tema del saber concreto con quienes pueda relacionarme y generar discusiones sobre este tema.

Ésto se ha hecho desde hace años, en diferentes etapas educativas con mayor o menor acierto. Cuando hablábamos de gamificación como herramienta educativa también veíamos que se trata de una herramienta docente previa a las herramientas digitales, pero que duda cabe que todo el mundo digital ha revolucionado todas estas técnicas de aprendizaje/enseñanza.

¿Qué necesitamos para poder aprender?.

  1. Necesidad o inquietud por conocer un tema. A veces por motivos concretos relacionados con aspectos laborales pero otras veces por el placer del propio conocimiento o en relación a actividades lúdicas. Sea cual sea el tipo de inquietud, cuánto más fuerte sea, más y mejor aprenderemos.
  2. Buscar información sobre ese tema. Aquí es donde Internet nos ¿simplifica? mucho las cosas. Más concretamente dentro del mundo de la salud hemos hablado en estas páginas de cómo han cambiado en muy pocas décadas los sistemas de búsqueda de información biosanitaria. Además no debemos desprestigiar nuevas vías de llegada de información como redes sociales, wikis y otros buscadores no específicamente científicos aunque ha y que tener en cuenta sus riesgos y limitaciones.
  3. Filtrar la información. De manera paralela o posterior a la búsuqeuda d ela información hemos ser capaces de filtrarla. Es decir valorar si esta información va a resultar útil para mis necesidades concretas. Es la tarea más delicada ya que siempre podremos desechar elementos informativos que hubieran tenido valor y aceptar elementos informativos que al consultarlos carecen del mismo.
    Asumiento eseso riesgos. En esta parte del proceso es donde determinaremos qué es relevante… ¿cómo?:

    • Analizando el origen de la fuente: ¿Ha sido publicada en un medio con normas estrictas de publicación como revisión por pares o es un medio de difusión sin filtros?, ¿conclusiones basadas en estudios relevantes siguiendo método científico u opiniones personales?.
    • Autores de la fuente: ¿Equipo de trabajo con publicaciones previas de impacto sobre este mismo tema?.
    • Lectura de las ideas claves ¿se adecúan a mis necesidades?, ¿es relevante su lectura en profundidad?.
    • Preguntar a expertos. ¿por qué no?. Posiblemente haya establecido un círculo de crecimiento progresivo de personas interesadas en mi mismo tema ¿han leído ellos previamente este artículo?, ¿cual es su valoración personal?, ¿tienen más información sobre este tema?. Si logro establecer un círculo de personas interesadas en mi mismo tema y creamos una comunidad de trabajo, estaremos aunando esfuerzos obteniendo beneficios comunes.
  4. Gestionar la información. Por muy estrictos que hayamos sido a la hora de seleccionar la información relevante, es posible que el número de referencias (artículos, libros, infoirmes, tesis doctorales, infografías o vídeos) sobre nuestro tema de interés puede ser muy elevado. Posiblemente esta información tengamos que clasificarla, distribuirla en carpetas y con un sistema de búsqueda a través de etiquetas para que podamos acceder a una fuente concreta en el menor tiempo posible. De nuevo tenemos herramientas digitales que nos facilitan estas tareas desde gestores bibliográficos ya tradicionales como RefWorks o Reference Manager hasta herramientas con un componente social más intenso y colaborativo como Zotero o Mendeley. Desde el punto de vista funcional las diferencias son muy escasas siendo zotero más versátil pudiendo gestionar muchos tipos de archivos multimedia y Mendeley ofrece más posibilidades de manejo de archivos para bibliografías más relacionadas con contenidos havbituales como artículos de revistas científicas o libros. Lo más importante no es elegir entre uno u otro, sino ser capaz de manejar uno de ellos de forma completa para saber aprovechar todas sus funcionalidades.
  5. Mantener actualizada esta información. Ya hemos obtenido una cantidad de archivos que contienen la información que precisamos, pero ¿no se habrá quedado obsoleta esta información dentro de unos meses?, ¿y de unos años?.
    También tenemos herramientas para programar búsquedas de información de manera continuada y que ésta nos llegue de forma programada sin que tengamos que repetir búsquedas de forma repetida. Hoy en día disponemos de herramientas que nos permiten agrupar todas nuestra funetes en un único espacio a través de RSS como son Netvibes o Symbaloo
  6. Proceso personal e introspectivo de incorporación del conocimiento.… o lo que es estudiar de toda la vida.

De esta forma tenemos herramientas digitales muy útiles para buscar, filtrar, gestionar, almacenar, clasificar y actualizar información científica…. Pero podemos ser generosos y publicar y compartir nuestras búsquedas con otros investigadores de la red mundial aportando nuestra contribución a la red global y devolviendo el mismo contenido pero reclasificado. También disponemos de herramianetas para compartir de nuevo esta información como las redes sociales, wikis, creación de carpetas compartidas en abierto en nuestros gestores bibliográficos…

La era de la información


infoInformación, información e información es lo que demandamos. La sociedad necesita estar informada. El problema, con la llegada de Internet,  ha sido la gran cantidad de información con que se nos bombardea a través de cualquier medio digital.

Leí en algún lugar, aunque no puedo demostrar esta afirmación,  que se estima que la cantidad de información a la que accedemos en una sola semana equivale a la información que un ser humano recibía durante toda su vida antes de la invención de la imprenta (no recuerdo donde lo leí, ni quien es el autor de esta información ni siquiera cómo se había realizado esta estimación… todo ello fruto de la infoxicación a la que estoy sometido)

Existen numerosos factores que han contribuído a este exceso de información:

  1. Gran facilidad de publicar información en medios digitales: Nosotros mismos somos médicos de familia, no tenemos conocimientos informáticos a nivel profesional, y somos capaces de elaborar esta información que transmitimos a través de un medio digital. Esta información de clasifica en buscadores y se mantendrá activa en la red durante mucho tiempo. Además somos capaces de difundirla en redes sociales haciendola llegar a mucha distancia tanto en tiempo como en espacio.
  2. Accesibilidad a la información: Desde cualquier medio. Ya no solamente desde nuestros ordenadores como hace algunos años, sino a través de nuestro teléfonos, tabletas, televisores multimedia y medios tradicionales como los medios impresos (revistas, libros, periódicos) o la radio.
  3. Mayor generación de información: datos, datos y datos que podemos registrar y cuantificar. Ya no solamente a nivel social (no hay nada más que ver la revolución que han supuesto estos nuevos medios en las últimas elecciones en cualquier país) sino a nivel individual pudiendo registrar de manera continuada nuestras variables biológicas. La estadística tradicional no puede abarcar este volumen de datos y hay que acudir a nuevas técnicas que estiman tendencias a partir de grandes volumenes de datos.

De esta manera tenemos más datos (información), más accesibles y una gran facilidad de trensmitirlos.

Pero ¿esto nos hace mejores? (mejores personas o mejores ciudadanos o mejores profesionales).

¿Logramos más conocimiento por tener más información?. En principio tendríamos que decir que sí. Cuantos más datos tengamos podemos hacer una aproximación mayor y mejor a la realidad que nos rodea. Pero posiblemente este exceso de datos tenga efectos nocivos sobre el conocimiento (infoxicación).

Es cierto que cuando una tecnología nueva se extiende entre la sociedad hay una tendencia a su sobreutilización y con el paso del tiempo se llega a un uso más crítico, más racional y más sensato. Solo hay que ver que herramientas dentro del mundo Internet han tenido un auge tremendo y posteriormente ha decrecido su utilización (posiblemente alcanzando una meseta más acorde con su utilidad social). recuerdo los primeros meses de Facebook en los que estaba varias horas seguidas conectado, conversando con personas a quienes había visto pocas horas antes, compartiendo información (sin tener en cuenta privacidad ni seguridad).

Ahora Facebook para mí y mi entorno, se ha vuelto algo más impersonal donde los participantes «guardan más las formas», se publican menos temas personales y se difunde más información general y séptica.

Y lo mismo podemos decir para el resto de redes sociales…. incluso para las que han ido desapareciendo por el camino de este ecosistema en el que solo sobreviven quienes se adpatan al medio.

Lo mismo puede pasar de forma global con Internet. Seguro que dentro de unos meses o años estas reflexiones serán reemplazadas por otras porque el uso de las herramientas cambia y se adapta a las necesidades reales que tenemos. Es posible que demos un poco la espalda a todo lo digital en una época postdigital que llegará (es solo cuestión de tiempo) o que el ser humano se integre con la tecnología y la hagamos tan cotidiana que la incluyamos como algo natural en nuestra vida.

Pero tenemos dos objetivos inmediatos:

  1. Filtrar la información: Ser capaces de discriminar la información relevante (objetiva, veraz y útil) de la irrelevante para cada uno de nosotros.
  2. Transformar la información en conocimiento: Estar informado no es no lo mismo que conocer algo… y esto a veces nos confunde.

 

Mis 10 motivos para estar en redes


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redes

Hoy voy a escribir una entrada personal fruto de la experiencia de llevar en redes sociales desde hace unos cuantos años. Aunque tengo una verdadera pasión por estar conectado creo que no he sido capaz en mi entorno profesional cercano de transmitir esta necesidad y por ello me pregunto ¿viviré en un mundo paralelo en el que detecto algunas necesidades que no comparten mis  compañeros?.

Sigo siendo ese bicho raro que habla con sus pacientes a través de Facebook o Twitter, que no tiene reparos por compartir con otros aquellos aspectos públicos de su vida privada (el último concierto o festival en el que ha estado, la última película de cine que ha visto, el restaurante que le ha dejando impactado, esa inmersión donde ha disfrutado…) y por ello tengo esta necesidad de escribir (casi como catarsis personal) esta entrada.

Algunos logros he consiguido, no creáis, como que en mi centro de salud hayamos hecho un grupo privado y cerrado utilizando Facebook para compartir artículos, imágenes de la consulta o generar debates entre la mayoría de profesionales sanitarios del centro de salud; hacer una o dos sesiones al año sobre temas como gamificación, wearables o apps o incluso dejar de ser el único bicho raro del centro y conseguir que dos compañeros abran cuentas de Twitter (y que las usen).

Dentro de la SoMaMFyC hemos logrado hacer un pequeño grupo de entusiastan con ese toque mínimamente (o no) «friki» que mantenemos este blog, acudimos a eventos (e intentamos participar de manera activa) e intentamos difundir entre otros médicos de familia, residentes y estudiantes de medicina la formación en eSalud.

Por ello me he planteado mis 10 razones para seguir en redes. Son razones personales, no tienen que ser las únicas ni estar (necesariamente) por este orden. Con ello quiero transmitir mi visión personal de estar en las redes y compartirla con vosotros.

1Búsqueda activa de trabajo.

No tengo necesidad de más trabajo. Cuento con una plaza en el sistema público de salud en un turno y en un centro de salud que me gusta y creo que puedo alcanzar mi jubilación aquí. Pero ni todos los médicos de familia (ni el resto de sanitarios) se encuentran en la misma situación y además existen muchos conceptos de trabajo:

  • Si no tienes trabajo tienes que mostrarte a los demás. Hace unos años la búsqueda de trabajo era pasiva (mirabas en portales de oferta de empleo el trabajo que más te podía interesar); actualmente la mayoría de ofertas de trabajo vienen porque una empresa necesita un perfil determinado de profesional que busca de forma activa. Muéstrate; da a conocer tus proyectos, intereses y conocimientos.
  • Experiencias laborales temporales. Muchos residentes desean realizar parte de su formación en el extranjero pero no disponen ni de un curriculum bilingüe ni de recomendaciones por parte de sus superiores (Unidad docente, servicios por los que han rotado, tutores). ¿Cómo se van a mostrar en su lugar de destino de esa rotación deseada?.
  • Experiencias laborales paralelas. La colaboración con otras instituciones públicas o privadas (universidades o empresas) puede ser una realidad complementaria a nuestro trabajo asistencial. Desarrollemos nuestra actividad docente e investigadora y que mejor manera de entrar en contacto con personas claves que se puedan fijar en nosotros que compartiendo lo que somos profesionalemente.

2Red profesional.

Crear una red profesional siempre es bueno. Tenemos una tendencia muy grande de encerrarnos en nuestro puesto de trabajo y creer que nuestros problemas son únicos y los únicos que existen.

Tejer una red profesional con otros sanitarios nos ofrece otras visiones de problemas compartidos desde otras perspectivas profesionales y geográficas. Nos hace relativizar los nuestros y, a veces, encontar soluciones (o intentar nuevos caminos de resolución) a nuestros problemas.

Universalizar nuestra visión a través de una red social profesional amplia y multidisciplinar nos enriquece como profesionales.

¿Os acodáis cuándo un grupo formado por médicos, enfermeros, matrona, fisioterapeuta y trabajador social era multidisciplinar?. Ahora mis grupos multidisciplinares están formados por abogados, economistas, programadores informáticos, empresarios, pacientes, gestores sanitarios y periodistas.

3Comunicación.

Estar en red y participar de manera activa en la misma significa comunicar y conversar. Conversar en salud (que a eso nos dedicamos) tanto con otros profesionales (red profesional) como con ciudadanos/pacientes que han encontrado una nueva forma de entrar en contacto de manera activa con expertos en salud.

Comunicarse es una habilidad humana y que tiene que estar muy desarrollada por los profesionales sanitarios. La anamnesis, pieza clave del diagnóstico, es un establecimiento de comunicación directa con el paciente. Estas habilidades de comunicación que desarrollamos, entrde otras cosas, para dar malas noticias o manejar situaciones conflictivas se desarrollan en las redes al tener que modular y manejar el lenguaje.

4Prestigio.

A veces nos da pudor hablar de prestigio.  Pero contribuir a nuestra reputación o nuestros logros profesionales es una de las tareas que tenemos que hacer como profesionales. El prestigio es el reconocimiento que los demás miembros de la comunidad (otros compañeros, pacientes) de nuestro trabajo y la única forma de logarlo es hacer un buen trabajo.

Para alcanzar un prestigio en redes hay que participar y dar un valor añadido en  nuestras aportaciones. Esta es la única forma que los demás reconozcan nuestro valor cultivando características como la veracidad, independencia, sinceridad y generosidad en nuestras contribuciones en la red.

Compartir de manera generosa es una de las obligaciones que tenemos en la red social profesional si queremos estar en ella de forma activa. De esta manera podemos conseguir que los demás miembros de la comunidad compartan de la misma manera creando un espacio de enriquecimiento colectivo. Si no somos capaces de entrar con esta actitud posiblemente nuestra decisión más correcta sería no estar.

5Difusión de conocimiento.

Este punto enlaza con el anterior. Aunque no me gusta la palabra «sinergia» es cierto que la suma de conocimientos (habilidades, experiencias, propuesta de soluciones) es mucho más que cada uno de ellos por separado, Compartir en red y participar de la comunidad nos hacer ser mucho más relativos en nuestras apreciaciones y muchas veces encontramos problemas a nuestras soluciones.

Compartir conocimiento, una de las características tradicionales de la profesión médica, adquiere una nueva visión con las redes sociales ya que el conocimiento no solo lo compartimos con otros colegas, sino que lo compartimos con una comunidad heterogénea en las características profesionales. Esto es enriquecedor tanto para nosotros como para la comunidad en la que participamos y en este dar y recibir crecemos todos.

 

Estas son mis primeras 5 razones. Mañana otras 5. ¿Cuáles son las tuyas? (tanto para estar como para no estar)

 

¿Qué saben los usuarios de Internet sobre tecnología y la web?


Pew ResearchCuesta trabajo hoy en día separar los conceptos Internet y Web. Sobre todo para usuarios que siempre han conocido los navegadores y que nunca han utilizado otros servicios de Internet como el ftp. Hoy en día hasta la mayoría del correo electrónico se intercambia a través de programas y soporte web.

Esta pregunta se ha planteado en el seno del Pew Research Center, y para conmemorar el 25 aniversario de la World Wide Web, realizaron una encuesta para poder medir el grado de conocimiento del usuario de Inetrnet medio estadounidense sobre la propia web y tecnología en general. En un artículo escrito por Aaron Smith en noviembre del año pasado se nos desvelan algunos de estos misterios.

El estudio se desarrolló a través de una encuesta de 17 preguntas sobre una serie de cuestiones relacionadas con la tecnología que incluyen el significado y el uso de términos comunes en la red; el reconocimiento de personas famosas en el desarrollo de tecnología; la historia de algunos de los principales avances tecnológicos; y la estructura subyacente de  Internet. Se llevó a cabo entre una muestra representativa de 1.066 internautas en Estados Unidos.

Aún el cuestionario está en la red y podemos acceder al mismo a través de este enlace.

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La mayoría de los  usuarios de Internet son capaces de responder correctamente a preguntas sobre algunas plataformas tecnológicas comunes y términos habituales de uso en Internet. Alrededor de tres cuartas partes saben que un megabyte es más grande que un kilobyte, aproximadamente siete de cada diez son capaces de identificar las imágenes correspondientes a términos como «código de imagen» y «búsqueda avanzada», y el 66% sabe que un «wiki» es una herramienta que permite colaboración entre personas para elaborar contenidos on line. Una gran mayoría de los adultos conectados no utilizan Twitter, pero el conocimiento de las convenciones de Twitter está bastante extendido.

Podemos acceder al texto completo de este artículo

 

 

Nómadas del conocimiento de la eSalud. #eSaludKnowmada


nomadaEl inglés es un idioma muy maleable que permite la formación de neologismos de forma sencilla de manera que en una palabra podemos  crear conceptos complejos. Un neologismo en este sentido es «Knowmad» que procede de la fusión del verbo «Know» (saber, conocer) y el sustantivo «nomad» (nómada). La castellanización de «Knomad» nos ha originado «Knowmada».

Según Wikipedia fue creado por John Moravec para referirse a los trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación. Se caracteriza por ser innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores.

para comprender más sobre este térmico es muy interesante ver la intervención del creador de este concepto en TED x UMN.

Además de ello me encanta el aspecto más aventurero  aportado por la palabra «nomad» y personalmente me evoca a un «aventurero del conocimiento» a alguien inquieto (imaginativo y creativo) que se mantiene en su espacio de confort durante el espacio justo para tomar respiro y aliento y salta de nuevo a la aventura.

Este hashtag #eSaludKnowmada ha sido retomado este verano por Jesús Garrido para promocionar su Curso de eSalud para Sanitarios.

Poniendo de manifiesto una serie de conflictos de intereses de varios miembros de este grupo de trabajo ya que uno de ellos es uno de los tutores del mismo y alguno de los componentes alumnos matriculados. Aún así hemos decidido escibir esta entrada para animaros a conocer el concepto que intenta transmitir Jesús Garrido y que ha puesto en marcha a través de un interesante curso con contenidos muy acertados cercanos a la realidad y sobre todo muy prácticos y muy cercanois al manejo de herramientas digitales.

Posiblemente sea el primer paso del nomada. Aprender a sobrevivir en condiciones desfavorables con todo lo que el entorno le brinda… y nos daremos cuenta que posiblemente ese entorno que, en una primera fase vivimos como hostil, nos ofrece herramientas e instrumentos para que podamos ir llamándolo hogar.

Os animamos a conocer el concepto de eSaludKnowmada y diferentes visiones personales sobre este concepto como la de Chema Cepeda, Javier J Diaz, Miguel Angel Rizaldos y José F. Ávila.

¿Os atrevéis a ser un eSaludKnowmada?

Nadie te conoce mejor que tu red social


redes-socialesEl otro día leía el artículo titulado «Nadie te conoce como tu red social»  de Álvaro Rattinger Romero en el Huffpost Voces.

Entre sus argumentos, el artículo cominza con una idea compartida y ya expuesta en nuestro blog: «…Debemos entender que el negocio de una red social es vender espacios publicitarios y que para lograr este objetivo tiene que conocer muy bien a sus clientes.» ya que cómo hemos expuesto en varias ocasiones nada es gratis en la red.

De esta forma el negocio de las redes sociales es doble:

  • Publicidad dirigida. Este tipo de publicidad es mucho más eficaz y el receptor la percibe como menos agresiva ya que normalmente su contenido le suele resultar de interés.
  • Información sobre el perfil de sus usuarios a través del manejo de los Big Data que ofrecen una información global cada vez más fiable y compartimentalizada sobre gustos y actitudes en perfiles tipo de usuarios. esta información es muy valiosa y su conocimiento tiene un alto precio.

De esta forma ninguna empresa nos va a dar servicios por nada, ni en el mundo real ni el virtual.

En las redes sociales generales encaminadas al ocio cada vez tiendo a poner un nombre ficticio o un pseudónimo e inventarme algún dato de filiación… aunque esto no es lo importante ya que no les importa mi nombre ni mi localización, sino que lo que importa es mi comportamiento, mi forma de relacionarme, mis contactos, los contactos de mis contactos, cómo y cuando interactúo, los clics que hago en anuncios publicitarios…

Posiblemente la información que de no tiene gran trascendencia e incluso puede tener algún efecto beneficioso para el usuario, aunque hemos visto que a nivel personal es posible que sean utilizados en nuestra contra comentarios o fotografías publicadas en nuestros perfiles de redes sociales.

Mi reflexión se orienta ahora a las redes sociales profesionales. Cada vez vemos cómo hay nuevas empresas que pretenden crear redes sociales entre profesionales sanitarios, unas más orientadas a las relaciones informales y otras más orientadas a compartir contenido clínico y recibir ideas y propuestas del resto de los miembros de la comunidad.

Si estas empresas tienen un modelo de negocio similar al establecido en las redes sociales generales estamos expuestos a que una empresa privada tenga información importante sobre nuestra «actitud asistencial», nuestra relación con los tratamientos (si somos más innovadores o más conservadores, si proponemos usos más allá de los autorizados en ficha técnica, si repetimos patrones introducidos por la industria farmaceutica…), nuestra actitud hacia las «nuevas enfermedades» o disease mongering…

Esta información que podemos compartir de forma libre en un entorno personal, puede tener efectos en un entorno libre y sin límites ya que esta información puede ser dirigida a terceras personas (o empresas) que pueden hacer uso de la misma.

¿Esto nos puede afectar como profesionales?. Depende de cada uno de nosotros. Conozco a muchos sanitarios que a través de redes sociales y con perfiles perfectamente identificados no tienen inconveniente en hacer patente y público sus posiciones ideológicas, su postura político-sanitaria, su opinión hacia la industria farmacéutica… pero posiblemente esta transparencia deba ser por elección del propio profesional y no por decisión de la plataforma que se utiliza.

De esta forma uno puede ser transparente porque quiera ser transparente, no porque la herramienta le obligue a serlo.

Muchas redes sociales para sanitarios han fracasado, posiblemente por la dificultad que nos cuesta para expresar nuestras dudas en público, por el miedo de la seguridad de la transmisión, de la confidencialdiad de los datos o del uso que se pueda hacer de los mismos…

A las nuevas redes sociales que surgen o puedan surgir sí les pediría:

  • Una declaración del uso de los datos que se vierten. ¿se mantiene?, ¿se eliminan?, ¿durante cuanto tiempo están disponibles?, ¿quien tiene acceso a los mismos?, ¿se comercia con esos datos?.
  • Una transparencia absoluta en cuanto a las características de cifrado de la información y seguridad del almacenamiento de los mismos.
  • Definición clara de su modelo de negocio (recordemos que no hay nada gratis en la red) y posiblemente muchos estaríamos dispuestos a pagar una cuota y recibir un servicio (convirtiéndonos en clientes con derechos) y no recibir un servicio sin coste pasando de ser cliente a mercancía.

Cómo la tecnología ha cambiado la educación


Este es el contenido de un infografía realizada por Microsoft y titulada «Ayer y Hoy en la Escuela».

Posiblemente soy mucho mayor de lo que me creo, eso no lo discuto, pero la realidad es que el ritmo de desarrollo tecnológico va muy rápido y estamos siendo testigos de grandes cambios.

Cuando leo estas palabras salidas de mis dedos y mis teclados, puedo imaginarme a mis abuelos con una radio, a mis padres con un televisor, a mí mismo con un ordenador… ¿y a nuestros hijos?, posiblemente interconectados.

En muy pocas generaciones hemos pasado de formas de comunicación directas a la posibilidad de disfusión del conocimiento primero por unos pocos que tenían acceso a la elaboración de contenidos en medios de masas y posteriormente a que todos podamos crear y difundir.

Una infografía que compara el antes y el después de tan solo unos pocos años. En las aulas, y en menos de 15 años, hemos pasado del bolígrafo y el folio al ordenador portátil o tableta.

La gestión del conocimiento científico en atención primaria a través de la web 2.0


Con el trabajo colaborativo de SEFAP (Sociendad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria)  y SoMaMFyC (Sociedad Madrileña de Mediciana de Familia y Comunitaria) se va a celebrar el próximo día 31 de Enero en Madrid esta edición del curso que está patrocinada por Laboratorios Esteve.

Se trata del mismo curso que se ofreció en el Aula FAP de 2011 y lo vamos a impartir los mismos docentes. De esta forma voy a tener de nuevo el placer de compartir  pizarra con Ernesto Barrera y con Cruz Bartolomé, dos grandes docentes y maestros en los que aprender.

El taller va a ser similar al impartido en el aula FAP condensado en una intensa jornada de mañana y tarde. Como en la pasada edición publicaremos una página web para realizar un trabajo previo a la jornada y a disposición de todos en la web donde colgaremos los documentos complementarios que consideremos más interesantes del curso.

Os dejo enlace al curso

 

 

¿Es posible castellanizar la palabra «hashtag»?


Post escrito por Joaquin Herrero en su blog «Errors are Imminent»

¿Pasará lo mismo con «community manager» o con «content curator»?

«Esta mañana escuchaba en un programa de radio diversas opciones para traducir al castellano la palabra «hashtag» que, en la red social Twitter, se refiere a una etiqueta que indica el tema del que trata el tuit, por lo que se comentaba que «etiqueta» es la mejor opción para castellanizar «hashtag». Sin embargo, traducir así sería pan para hoy y hambre para mañana ya que en las redes sociales se está constantemente innovando y no hay ninguna razón para pensar que en poco tiempo no haya varios tipos de etiquetas en Twitter.

De hecho, la palabra «hashtag» es la fusión de dos palabras, una de las cuales es precisamente «etiqueta» («tag») y otra es la palabra «hash» que se refiere al símbolo # que se usa para indicar que la palabra que estamos usando se considera etiqueta.

Esta es la diapositiva que uso en mi curso general sobre redes sociales en el que explico el sentido de los hashtags:

Por tanto, la palabra «hashtag» se refiere a un tipo de etiqueta, no a cualquier etiqueta: se refiere a etiquetar (marcar) una palabra con el símbolo #. Yo suelo denominar al símbolo # «almohadilla», por lo que en castellano un hashtag sería una etiqueta-almohadilla.

¿Qué ventaja tiene especificar el tipo de etiqueta? Ninguna, porque en este momento solo hay un tipo de etiquetas en Twitter: las que comienzan con el caracter #.

¿Hay previsto incluir más tipos de etiquetas en Twitter? No

¿Entonces?

Entonces estamos argumentando mal. Twitter no inventó el hashtag. Etiquetar palabras con el símbolo # fue una costumbre de los usuarios que acabó tan extendida que Twitter asumió dentro de su interface que convertiría cada palabra que comenzara por el símbolo # en un enlace a su propio buscador para encontrar todas las «etiquetas» como esa que hubieran sido usadas en otros tuits. Esta es una de las características de las redes sociales, que son los usuarios quienes pueden inventarse el uso de la herramienta.

¿Hay alguna propuesta para incluir nuevos tipos de etiquetas? Pues sí.

El Proyecto EPIC de la Universidad de Colorado propone una superestructura de hashtags para indicar los datos de una catástrofe (localización, tipo, necesidades, daños) en una forma unificada que pueda ser recogida y procesada automáticamente por programas que rastreen Twitter y de esa forma incluirlos de forma inmediata en un mapa que indique dónde hay catástrofes y qué necesidades hay en cada una.

De generalizarse su uso, ¿cómo se llamaría a esta super-estructura de hashtags? ¿sctructags? Esto está por ver.

Otra iniciativa en el sentido de crear nuevas etiquetas en Twitter y que me pareció muy interesante es la que hizo el bloguero Jeff Jarvis el pasado mes de Marzo de la que me hice eco en Twitter resumiendola como «Distinguish tweet about an event and tweet from an event». Lo que Jeff Jarvis propuso es que cuando el tuit se haga ACERCA DE un evento se haga en la forma actual, con un #hashtag. Pero cuando el tuit sea acerca de un evento en el que el que tuitea ESTÁ PRESENTE, la etiqueta ya no sea precedida por un «hash» sino por un símbolo que exclamación ! al que en terminología informática se suele llamar «bang», con lo que lo que Jeff Jarvis propuso es la creación del «bangtag».

Si traducimos «hashtag» sencillamente como «etiqueta», ¿cómo haremos cuando haya más de un tipo de etiqueta? ¿cómo traduciremos «bangtag» si llegara a extenderse su uso?»