Como difundir un artículo científico o proyecto de investigación en redes sociales


Las redes sociales se han convertido en una herramienta de difusión de artículos científicos muy interesantes. Si pretendemos tener impacto con nuestra publicción deberemos desarrollar una pequeña estrategia de difusión en redes que nos puede resultar muy rentable.

Las redes sociales digitales se han convertido en herramientas de difusión de ciencia entre saitarios. Si estamos participando en un proyecto de investigación o hemos escrito un artículo que queremos difundir. ¿qué estrategia podemos seguir?. Aquí os lanzamos unas sugerencias clasificadas por redes sociales.

  1. Sitio web: Crear un sitio web es una buena inversión. En él se puede resumir el proyecto, presentar al equipo de investigación e ir compartiendo las publicaciones o presentaciones a congresos pueden ser algunas de las acciones que se pueden realizar desde este espacio web que puede (y debe) ser el centro de nuestra actividad. Además se puede enlazar con un blog donde se vayan publicando noticias o información sobre la evolución del proyecto e incluso puede ser el lugar de acceso al cuadrno de recogida de datos (CRD) de los investigadores.
    Posiblemente no sea necesario generar cuentas en redes sociales del proyecto a no ser que estemos dispuestos a generar más trabajo o sea un proyecto muy largo o ambicioso, pero sí podemos buscar una etiqueta o «hashtag» que nos identifique.
  2. Twitter: Posiblemente sea la herramienta de difusión más potente. Una buena estructura de un  tweet puede ser: mensje (recordar que ahora disponemos de 280 caracteres), enlace, imagen y etiquetas. Las cuents de todos los investigadores han de colaborar para difundir el mensaje.
  3. Instagram: Aunque en el inicio de esta red veíamos pocas aplicaciones en salud se está consolidadndo como una red de difusión de infrmación importante. Aunque tiene el límite de que no funcionan los enlaces en cada uno de sus mensajes sí nos puede ayudar a difundir el proyecto.
  4. LinkedIn: Es una red profesional consolidada donde podemos difundir nuestro trabajo. Existen un campo de texto importante donde podemos explicar el contenido del artículo, subir una imagen y enlazrlo. Lo podemos poner en el contexto de toda nuestra experiencia profesional y difundirlo en grupos donde creamos que puede tener interés su contenido.
  5. Redes soociales de investigadores: Mendeley, ORCID y sobre todo ResearchGate se están convirtiendo en grandes difusores de este tipo de información científica. Hay que tener cuidado con los derechos de distribución de contenido en caso de artículos publicados. ResearchGate nos permite crear carpetas de proyectos donde podemos ir subiendo producción (video, presentaciones de diapositivas, texto, artículos, preprints, conferencias….) relacionadas e integradas dentro de un mismo proyecto de investigación.

Los nuevos modelos editoriales (pago por parte de los autores y distribución libre) suelen ofrecer difusión del artículo por parte de la empresa que lo publica de forma que allí podemos encontrar cuentas de redes sociales en las que se difunde nuestra investigación y que tienen una cantidad considerable de seguidores.

Una pequeña estrategia de difusión del proyecto no estaría mal realziarla sabiendo de cuantas cuentas y en qué redes sociales disponemos acceso y generando algunos mensajes programados que en ciertos momentos del día y días d ela semana pueden tener más impacto en la red.

No queríamos olvidarnos del formato vídeo. Muchos congresos son grabados en vídeo (bien para su difusión en directo o su almacenaje en redes socailes de vídeo como YouTube). Tener localizadas las intervenciones relacionadas con el proyecto y difundirla convenientemente etiquetadas son otras manera de generar audiencia en nuestro proyecto.

Por último os quería invitar a visitar nuestro proyecto #DejaloBot, un proyecto de investigación en el que participamos miembros de este grupo de trabajo de la SoMaMFyC y del Grupo de Atención al Tabaquismo (GAT) también de esta sociedad.

Redes sociales y anonimato #NoSeasEstrella


Un buen ejercicio es leer con la visión de ahora textos que hemos escrito en los primeros años de Facebook. Nos daremos cuenta de los ingénuos que éramos, de la fiebre que nos contagió en los primeros años de las redes sociales y cómo, con mucha ingenuidad, fuimos ofreciendo datos de nuestra privacidad.

Aún así lo seguimos haciendo. Seguimos publicando fotos de nuestras vacaciones, de nuestro ocio, de nuestros familiares… pero al menos ahora sabemos los riesgos que ello implica. Ahora somos conscientes que compartir nuestra privacidad (el límite de los público y lo privado lo tendremos que determinar nosotros) supone una serie de ventajas e inconvenientes que hemos de sopesar.

Hace unos años abría mi corazón en canal, y aunque no me arripiento de nada de lo escrito, posiblemente ahora mismo no lo escribiría. Actualmente publico aspectos privados en redes sociales (viajes, gustos musicales, culinarios, deportivos…) que creo que aportan una visión de mí mismo que va más allá de lo profesional y que es como quiero mostrarme.

Evidentemente todo lo que hago público está convenientemente filtrado y dirigido para dar la imagen que quiero dar. Y no, no es «postureo», es salvaguarda de mi intimidad.

Al igual que nos comportamos con prudencia cuando estamos en un grupo donde no conocemos a todos los integrantes o no nos comportamos igual en una reunión familiar que en una con amigos. Modulamos nuestro lenguaje, nuestro comportamiento e incluso nuestra actitud para adecuarla al entorno en el que nos encontramos.

Las redes sociales sirven para mostrar las partes de nosotros mismos de las que estamos más orgullosos, contentos o simplemente queremos compartir.

La libertad de hacerlo o hasta donde queremos hacerlo es personal.

Por ejemplo a mí no me importa compartir un viaje, una impresión sobre una película, un libro o un restaurante. Tampoco me importa que algunos pacientes (que me siguen en algunas redes sociales), algunos jefes (que también lo hacen) o muchos compañeros sepan que viajo, leo, voy al cine o como y qué me gusta o me disgusta en cada uno de estos aspectos más cotianos, extraprofesionales y vitales. Por ejemplo, no hablo de partidos políticos ni de religión (sí difundo algunas noticias) porque estos aspectos sí que pertenecen a mi intmidad, los comparto con personas muy próximas y no quiero difundirlos.

Para ello es importante la educación en el manejo de las redes sociales. Es necesrio que desde niños nos enseñen a comportarnos en este medio que no por ser digital o emitir un mensaje desde la soledad de nuestro cuarto, con el ordenador, la tableta o el teléfono móvil está inmerso en la universalidad de Internet. Este mensaje emitido en soledad puede ser visto por muchas personas que pueden conocer nuestras debilidades y utilizarlas en nuestra contra.

Una nueva campaña de Unicef pretende concienciar sobre la importancia de lo que se publica en las redes sociales. Aunque está dirigida a jóvenes y adolescentes creo que es importante difundirla y tener la capacidad de aplicarnos algunas de las conclusiones que se puedan extraer de la misma.

La campaña #NoSeasEstrella ha de ser difundida

Congreso SEHER #SEHER2018


La Sociedad Nacional de Heridas (SEHER) ha realizado su congreso nacional 2018 en Madrid. Se trata de un congreso multidisciplinar de profesionales médicos y enfermeros que trata sobre heridas. Nos han invitado a la mesa «Profesionales de la salud y redes sociales» que se celebró el viernes día 23 de febrero.

Cuando Nuria de Argila contactó conmigo a finales del año pasado para participar en una mesa en un congreso de heridas me extrañó. No porque fuese Nuria, sino porque la temática del congreso no era la más relacionada (en un principio) con la tecnología.

Me puse manos a la obra y miré la mesa de redes sociales del congreso del año anterior. Sorpresa. Varios de mis referentes en redes participaron: Miguel Angel Máñez, Chema Cepeda, David Pérez y Celia Marín.

Abordaron temas como la organización de las organizaciones sanitarias en el entorno digital, los nuevos entornos de aprendizaje, las apps o el paciente del siglo XXI.

Cuando me enteré de mis compañeras de mesa este año la presión aumentó. Por un lado otras de las referentes de la enfermería digital a quien no conocía aún en persona, Maria Teresa Pérez (@DUEdevocacion) iba a participar. Por otro lado periodista en salud, Directora de Comunicación de VOST España, con quien tengo relación directa a través de #saludsinbulos, Maria Luisa Moreo  (@MariaLuisaMoreo) iba a formar también parte de la mesa. Presión en aumento.

Quedaba elegir un tema interesante y ponerse manos a la obra.

Por aquel entonces estaba releyendo el libro «Alfabetización en salud: de la información a la acción» de Basaogoiti en el que colaboré con un capítulo relacionado con la comunicación médico paciente en entornos digitales y quise hacer algo parecido y actualizado.

Desde su publicación en 2014 habían cambiado los entornos digitales y la comunicación sanitaria ha tenido nuevos actores: las máquinas. Los «wearables» se han popularizado y los chatbots y la inteligencia artificial van a jugar un papel importante también en salud.

Pues… manos a la obra. Ha hacer una presentación y todo el trabajo previo a la misma.

Llegó el día. Me encontré con Teresa (abrazo pleno y ganas mutuas en desvirtualizarnos) y con Maria Luisa (conversación interesante sobre bulos en salud).

SEHER2018

La mesa estuvo muy bien. Teresa nos habló de las Nuevas herramientas de aprendizaje en salud con una pasión personal desbordante y que supo contagiar a los asistentes su entusiasmo por las redes y la conexión entre personas.

Maria Luisa de los bulos en salud haciendo, desde su visión de periodista y gestora de crisis en redes sociales, un repaso tanto por los principales bulos (naranjas contagiadas con virus VIH, cremas que dan cáncer) como por las pseudoterapias y algunas crisis en salud originadas en nuestro país sobre todo la del virus del Ébola.

Os dejo mi presentación:

En lo personal (los congresos tienen una parte social importante):

  • La pasión arrolladora de Teresa.
  • La profesionalidad y simpatía de Maria Luisa.
  • El cariño de Nuria.
  • La valentía de un congreso en mantener una mesa de tecnología en un día principal, una hora de gran posibilidad de asistencia, un salón lleno y un interés por parte de los asistentes muy importante.

Mesa SEHER18

Y en redes sociales:

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¿Existen redes sociales alternativas al ruido de Twitter?


 

Cuando nació Twitter, hace ya algunos años, se convirtió en una red social innovadora. Obligaba a ser muy sintético (150 caracteres en su inicio), muy pronto incorporó las etiquetas (hashtag) y permitió la incorporación al mensaje de elementos multimedia.

Además su complicada curva de adopción nos obligaba a tener un interés en su uso. Poco a poco muchos «early adopters» interesantes habitaron este nuevo hábitat y se empezaban a tener conversaciones largas e interesantes donde personas que aportaban nuevos puntos de vista, referencias y opinión enriquecían los diferentes debates.

Este efecto llamada aumentó considerablemente el número de usuarios hasta llegar a un equilibrio perfecto entre la calidad de las conversaciones y el número de participantes.

Twitter fue incorporando cambios que aumentaron su atractivo para otros usuarios como la posibilidad de enriquecer el mensaje con más elementos multimedia, la posibilidad de transmitir en directo, el aumento del número de caracteres. Hoy en día ha perdido mucha de su frescura inicial pero el ecosistema se ha llenado de habitantes.

Por otro lado aparecen cuentas casi anónimas, con sobrenombres, con un carácter irónico que son muy bien aceptadas por los componentes de la red. Algunas de ellas son de gran calidad y aportan una visión muy crítica con dosis altas de humor sobre diferentes temas. Otras generan polémica parapetadas por el grado de anonimato inicial y falso que confiere la red. En los últimos años hemos visto como aparecen cuentas fantasmas que realmente son bots automáticos cuya misión es generar corrientes de opinión manipuladas con gran influencia social capaces de hundir o ensalzar a personas o poner o quitar gobiernos.

El poder de las redes sociales es tremendo como herramienta de manipulación social… y los grandes, quienes manejan los hilos de la sociedad lo saben desde hace años (y lo utilizan). Hace años Twitter era fuente de información, ahora es más fuente de opinión manipulada.

La popularización de la red se imbricó con otros elementos populares como programas de televisión. Ya no hay programa de gran impacto o audiencia que no tenga su etiqueta, que genere conversación a favor o en contra, que origine un debate social paralelo y que vierta grandes cantidades de ruido a esta red social.

Cuando se masifica un entorno y prima la cantidad frente a la calidad aumenta el número de mensajes, pero se dismunuye la calidad de los mismos. Incluso quienes éramos cuidadosos en la información que compartíamos nos hemos relajado un poco y compartimos información mucho menos interesante, menos profesional y contribuimos a generar ruido.

En un principio manteníamos la etiqueta en las redes sociales. También nos hemos relajado en este aspecto. Cada vez sube más el tono de enfrentamiento, insulto y brusquedad en los comentarios. A más anónima la cuenta (aunque el anonimato es más una sensación que una reallidad ya que se puede identificar al propietario de la misma) más nivel de agresividad. Ahora esta red social también es hábitat de peleas furibundas en lugar de discusiones constructivas.

El ruido hace que perdamos interés y eso es lo que me está pasando con mi red favorita. Cada vez que abro mi «timeline» está lleno de mensajes que generan poco o nulo interés en su lectura y veo, con preocupación, cómo yo mismo genero mensajes que cada vez tienen menor interés contagiado por esta tendencia… y esto último me preocupa. Con los propósitos de un nuevo año me comprometo a verter menos ruido en una red cuyas aguas se están enturbiando.

El ruido se puede filtrar pero cada vez los filtros son menos eficaces porque el nivel de mensajes de contenido escaso es mayor y generados por casi todas las cuentas. Posiblemente la posibilidad de difundir en todas las redes el mismo mensaje de forma automática haya ido en detrimento de la calidad global del contenido de Twitter.

Hace unos meses surge una nueva red, Mastodon, que pretende ser una alternativa de Twitter. Ayer por la noche me hablaron de ella y estoy planteándome abrirme un cuenta. Esta red presenta características similares a Twitter, pero con una arquitectura diferente que puede obligar a dismunir el ruido en la misma.

Por el momento estoy en mis primeras andaduras y ya os iré informando… posiblemente a través de Twitter.

Los #resisdemadrid se actualizan: nuevo blog y actualizaciones en redes sociales


Hace poco menos de un año los miembros de la vocalía de residentes de la SoMaMFyC lanzaron un nuevo blog y actualizaron sus perfiles en redes sociales. Publicaban cada poco, compartían en redes sociales contenidos útiles, daban difusión a noticias tanto de la SoMaMFyC como de la SeMFyC… pero había algo que no funcionaba. Había largos periodos de tiempo que no hablaban o que no compartía información. Pero esto ha cambiado.

El blog de la vocalía de residentes, más conocidos como los #resisdemadrid, ha vuelto a resurgir, y no sólo en el blog, también en redes sociales.

Han hecho cambios tanto en el diseño del blog como en los perfiles en redes sociales y traen novedades. Nos seguirán contando las noticias de interés tanto de la vocalía como de la sociedad, a nivel autonómico o estatal; pero además aparecen dos apartados nuevos muy interesantes: el relatar experiencias personales de los distintos miembros de la vocalía durante la residencia o la exposición de casos o sesiones clínicas realizadas por ellos o por otros residentes.

Y si todo sale bien, próximamente tendrán un canal en Youtube!.

Los #resisdemadrid apuestan por el mundo 2.0 como un canal de comunicación clave entre todos los usuarios de la red. En un mundo globalizado, la información debe ser generada por todos y la interacción con todos los personajes del mundo 2.0 sanitario a de ser clave para el beneficio de nuestros pacientes.

 

Dime cuántos años tienes y te diré que red social usas…


Como todo en esta vida, todo tiene una segmentación; y las redes sociales no se libran de este análisis.

Aunque las consideradas redes sociales “reinas” sean Instagram, Twitter, Facebook y Linkedin, existen muchas más, como Whatsapp, considerada por muy pocos como red social propia; u otras como Google+, Snapchat, Tinder, Youtube, Spotify… Es curioso el caso de algunas, como comentábamos anteriormente, con Whatsapp o con Youtube y Spotify: las usamos aunque no las consideramos como redes sociales propiamente dichas.

Además del tipo de mensaje que queramos transmitir a través de las redes sociales, el uso de éstas depende también y mucho de la edad del usuario, siendo la reina de todas Whatsapp, independientemente del sector de edad. Según el estudio anual de redes sociales 2017 elaborado por IAB la red social más empleada por los más jóvenes es, excluyendo a Whatsapp, Instagram. El que sea una red social muy gráfica y la aparición de los Instagram Stories la hacen reina en este segmento de edad.

Los usuarios entre 18 y 30 años se decantan por Facebook y por Twitter, ya sea porque estas redes son capaces de poder alternar información seria con experiencias personales de otros usuarios, permitiendo una conectividad y relaciones con otros usuarios importante. Los adultos entre 30 y 55 utilizan también estas dos redes sociales, pero emerge también Linkedin, ya que es la red social relacionada con el mundo laboral por antonomasia.

Para sorpresa de muchos la tercera edad también tiene un hueco en las redes sociales, con más de 40 millones de usuarios en activo según la página iProfesional. Las redes más utilizadas por estos usuarios son similares a las de generaciones próximas, es decir, Facebook, Twitter y Linkedin.

¿Cuál es la aplicación de esta segmentación? ¿Que nos importa a nosotros como profesionales sanitarios que un chico de 17 años prefiera Instagram antes que Twitter o que una mujer de 33 años utilice con más frecuencia Facebook que Google+? Importa por el mensaje. Nosotros, es decir los profesionales sanitarios, “vendemos” información, científica, real y testada, pero vendemos al final y al cabo información; y esta información que nosotros damos a la comunidad esta también segmentada. Al chico de 17 años le interesaran unos temas de salud distintos a los de la mujer de 33.

La elección de la red social elegida para compartir y divulgar información debe responder a muchos criterios, siendo uno de los más importantes cómo es el usuario que utiliza estos canales. Nosotros podemos emitir una información, un contenido muy bueno, bien estructurado y de gran valor: pero si no hay nadie al otro lado para escucharnos…

Twitter y los 280


Twitter, dicen, está en crisis; y la verdad es que esta afirmación no es del todo falsa para nuestra desgracia. Twitter supuso, como Facebook y otras redes sociales, un antes y un después en la concepción de compartir información y experiencias. Twitter ha sido, y es, la red social por antonomasia para estar informado, para compartir información que nos puede ser útil, para expresar opiniones… no es la red social para decir dónde estamos o qué es lo que comemos; para eso ya están Instagram y Facebook.

Pero Twitter está en crisis. Es, de hecho, la única red social que no ha producido beneficios económicos. Pero la crisis de Twitter no es sólo una cuestión monetaria, sino de su contenido y uso. Los haters abundan por todas partes; las malas contestaciones, las palabras desagradables, el compartir información no fidedigna… esto es lo que está realmente haciendo daño a esta red social.

Los de arriba, los que controlan la red, no son ajenos a esto. ¿Y qué es lo que se hace cuando algo no funciona? Se cambia. Y Twitter ha añadido una función que, o puede salir bien, o puede ser un desastre. Y es que si con 140 caracteres nos quedábamos cortos, ahora tenemos hasta 280 caracteres para expresar lo que queremos. Esta función, en pruebas todavía, sólo esta disponible para ciertos usuarios, aunque con este pequeño tutorial de nuestros amigos de Xataka podéis utilizar esta nueva extensión de caracteres.

Desde la compañía justifican este cambio porque en algunos países (como el nuestro y los de habla inglesa) 140 caracteres no son suficientes. En cambio, en los países asiáticos este cambio no tiene mucho sentido ya que de media suelen utilizar 30 caracteres.

A este cambio se le añade un pero; un pero que la propia compañía introduce y me parece de lo más acertado: que se siga manteniendo el dialogo fluido y constante con 280 caracteres igual que con 140. Y es que éste puede ser el mayor problema que puede encontrarse Twitter. En internet el usuario es muy perezoso y solo leerá textos extensos si le llama la atención o le interesa el tema. Lo bueno de Twitter es eso, la brevedad; la capacidad de tener un dialogo rápido y conciso con otros usuarios, sin ser rebuscado y sin perdernos en un océano de palabras.

Twitter, como todas las redes sociales, cambian. Y este cambio a la compañía del pajarito, o le puede salir bien y ser una forma de reinventarse; o puede destruir la esencia de esta red social que nos tiene a todos enamorados.

 

Las 10 cosas que aún tienen que aprender los nativos digitales


Aunque los términos nativo digital e inmigrante digital ya no están tan de moda es cierto que ya han empezdo a madurar las primeras generciones que han nacido y se han educado con herramientas digitales en su entorno más inmediato. Esto ha podido modificar ciertos aspectos de la percepción de nuestro entorno próximo, pero se han podido perder otras visiones por el camino.

 

Fue viral en vídeo de cómo una niña pasaba los dedos por una ilustración de una revista en papel y su frustración al ver que la imagen no cambiaba tal y como ella esperaba. Porque el papel de la revista no se comporta como la pantalla de una tableta digital.

Este es un ejemplo bastante representativo de lo que significa la irrupción de las herramientas digitales con su inmediatez.

No podemos compara con los mismos criterios dos generaciones, y siempre va a existir un vacío generacional importante que evidentemente se expresa más en los hechos diferenciales (muchos de ellos relacinados con los adelantos tecnológicos) y las necesidades que éstos nos pueden llegar a generar.

De esta manera hay personas ancianas que llegan a parender a manejar herramientas digitales complejas si obtienen un beneficio importante de las mismas. Por ejemplo hay ancianos capaces de manejar a la perfección programas de videoconferencia si es la única manera de estar en contacto con familiares que se encuentran a distancias muy lejanas. Y es que una madre o un padre es capaz de cualquier cosa por un hijo o hija (y no hablemos de los nietos).

Inmigrante digital

Pero hay una serie de aspectos que no vienen dados por nacer y crecer en un entorno digital y más cuando los padres y educadores (en el más amplio sentido de la palabra) hemos aprendido y estamos aprendiendo día a día las características de estas herramientas.

Como cualquier otra herramienta se precisa de un aprendizaje y de un entrenamiento en su uso… el problema es cuando quienes tenemos la responsabilidad generacional de educar en este sentido no tenemos las cosas claras desde el principio. A este respecto aún me acuerdo de frases que escribí en los primeros años de Facebook y que en elmomento actual no se me ocurriría escribir en ninguna red social… posiblemente porque hace unos años pensábamos que las redes sociales tenían una privacidad que posteriormente nos hemos dado cuenta que no existe.

Creo que hay unas cuantas cosas que debemos enseñar a nuestros pequeños nativos digitales:

  1. No hay nada gratis en la red: Estamos acostumbrados a obtener contenidos y servicios de forma «gratuíta» (falsamente gratuita). Pero no nos damos cuenta que el hecho de no pagar dinero no significa gratis, sino que estamos dando algo mucho más valioso a una empresa que el dinero… información sobre nosotros mismos (nuestros gustos, preferencias, amistades…). Cuando en un producto o servicio no pagas nada a cambio dejas de ser el cliente para convertirte en mercancía.
    Dentro del mundo del «todo es gratis» este hecho ha de quedar muy claro y debe ser aprendido por los más jóvenes ya que muchas veces estamos dando demasiada información personal sin ser conscientes de ello.
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  2. El límite de los público y lo privado: Es cierto que en cirtas fases de la vida no tenemos muy claro donde está este límite y posiblemente a lo largo de la madurez vamos marcando la frontera personal donde establecemos qué es lo que queremos compartir y qué queremos que quede en nuestra intimidad personal o familiar. De esta manera es frecuente ver en los perfiles de adolescentes ciertas imágenes que posiblemente no subirían unos años más tarde. Enseñarles que piensen qué quieren subir y qué imagen quieren dar posiblemente sea suficiente… y que sepan que es posible que tras ese clic es muy difícil poder borrar una imagen de internet.
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  3. Los peligros de acoso en las redes sociales: El acoso siempre ha existido. Pero antes era un acoso directo, frente a frente. Ahora se produce un acoso masivo e indirecto tanto entre iguales (jóvenes) como entre desiguales (adulto/joven). La existencia de delitos de acoso sexual a menores a través de ciertas redes sociales es un hecho que no se debe ignorar y debemos preparar a los jóvenes para ello.
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  4. Habilidades en el mundo real: El mundo virtual no es el único mundo existente. Cada vez es más frecuente la existencia de jóvenes con grandes habilidades (sobre todo de comunicación) dentro del entorno digital (con sus herramientas a base de emoticonos, memes, gifs…) y que están perdiendo habilidades de expresión tanto oral como escrita en el mundo real. No debemos ignorar la existencia del mundo digital como parte integrante del mundo en que vivimos en la actualidad, pero no debemos hacer que unas habilidades resten competencias en otras habilidades también necesarias.
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  5. Interacción interpersonal: Los códigos de relación en el mundo virtual son diferentes a los códigos de relación en el mundo real. La posibilidad de expresarnos con un lenguaje no verbal (en cierta manera sustituído en el mundo virtual por emoticonos o pequeños vídeos inmediatos en numerosas redes sociales y sistemas de comunicación) no debe perderse. Incluso hay interacciones entre personas muy cercanas (compañeros de clase) más frecuentes e intensas a través de redes que a través del contacto directo (aunque éste se totalmente viable por proximidad).
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  6. Inmediatez: No tengo muy claro si esto es un peligro o se trata de una característica de los nuevos modelos sociales a los que vamos evolucionando ya que no solamente afecta a los más jóvenes, sino que nos está afectando a todos. Con la llegada de los teléfonos inteligentes y la gran cantidad de datos que tenemos a nuestra disposición, portamos en nuestros bolsillos grandes máquinas que nos acercan al conocimiento y a la obtención inmediata de información. Si hace años teníamos alguna duda debíamos esperar a llegar a nuestra casa o una biblioteca y consultarla. En el momento actual esto no es así. Cada vez es más frecuente que surga una duda en una conversación y que alguien saque su teléfono y busque la solución de manera inmediata.
    Esta inmediatez no solamente se produce para resolver dudas (conocimiento) sino que aparece también en nuestras relaciones. ¿Cuántas veces esperamos respuesta inmediata de nuestro interlocutor en una interacción en redes sociales o plataformas de mensajería? (sobre todo ahora que sabemos que el mensaje ha llegado y ha sido leído… ¿No nos genera ansiedad saber que la otra persona ha leído el mensaje y no nos contesta?, ¿por qué pretendemos que un sistema asíncrono se vuelva síncrono?.
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  7. Nuevas maneras de exclusión e inclusión: La generación de grupos en el mundo virtual tiene las mismas características antropológicas que en el mundo real. Nos agrupamos por proximidades y afinidades. La aceptación o no en un grupo determinado viene dada por una o ambos tipos de variables. Los sistemas de comunicación digital hacen muy sencillo e impersonal excluir a un miembro del grupo, simplemente con «expulsar» a ese miembro con un clic de alejamos de la participación y por lo tanto estamos haciendo público ante el resto de los miembros de la comunidad que no queremos que esa persona sea parte de la misma.
    Pero estas herramientas nos permiten entrar en contacto de forma maravillosa con personas con las que compartimos afinidades y que de otra manera no podríamos entrar en contacto. Un ejemplo muy claro (y muy sanitario) es la posibilidad que tienen los familiares de niños con enfermedades raras (escasa incidencia y normalmente lejanía geográfica) de crear comunidades internacionales que agrupan a las familias de afectados compartiendo información y experiencias.
    Ser conscientes del poder tanto positivo como negativo de incluir y excluir de la comunidad a los participantes ha de ser una labor educativa.
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  8. Más allá del juego y del ocio: En mi contacto con nativos digitales vengo observando que han desarrollado grandes habilidades en el manejo de herramientas digitales relacionadas con el ocio. Son grandes jugadores (de videoconsolas, de juegos en movil o tableta…) con posibilidades gráficas, multijugador y de inmersión en realidades virtuales que nunca llegamos a soñar una generación previa que empezamos a jugar con elementos poligonales de pocos bits… pero no han dado el salto al uso más profesional de la potencialidad de Internet.
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  9. Gestión de la información, del conocimiento y de nuestra red profesional: El desarrollo de estrategias de búsqueda de información profesional, la gestión de la gran cantidad de información que pueden llegar a obtener, la capacidad de discriminar lo importante de lo accesorio, la generación de una red de contactos profesionales o la participación en las redes sociales desde una perspectiva profesional son conceptos que hay que enseñar. Por mucho que se sepa manejar una herramienta, el cambio del enfoque de su uso es adquirido y se llegan a niveles de estudios superiores sin tener claro estos conceptos y sin haber desarrollado habilidades orientadas a estos fines.
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  10. Visión profesional de las herramientas: Es uno de los objetivos que me planteo en las clases. Personalmente cada vez que exploro una herramienta intento ver las aplicaciones potenciales que tiene en mi día a día. Normalmente las herramientas digitales son muy versátiles y aplicables a muchos campos. De esta manera cuando me enfrento por primera vez a una de ellas (ea una aplicación para movil, una red social, una aplicación sobre web, una plataforma de comunicación…) las preguntas que me hago son: ¿puede esto solucionarme algún problema cotidiano en mi campo profesional?, ¿tiene alguna aplicabilidad en la consulta?, ¿podemos darle un uso en salud?… Para cada una de las profesiones o campos del conocimiento o del saber, el poder responder a estas preguntas aplicadas a cada una de las herramientas es lo que va a hacer que como profesionales podamos ir creciendo gracias a Internet.

Es nuestra responsabilidad como miembros adultos de la sociedad y cada uno desde nuestro campo de acción (educadores, padres, adultos) ofrecer a los más jóvenes orientación en varios aspectos:

  1. La red no es una herramienta a nuestro servicio: Detrás de ella hay empresas que intentan obtener un margen de beneficio y que por lo tanto no nos dan gratis un servicio.
  2. La red tiene sus «reglas de juego»: Muchas veces están explícitas ( e incluso los adultos no las leemos) ¿acaso conocemos las condiciones del servicio de todos los servicios que utilizamos en la red?.
  3. La red no es inocua: Tiene peligros y riesgos que debemos conocer. También hay que dar herramientas para poder denunciar y comunicar malos usos o abusos detectados.
  4. La red es una herramienta de ocio… pero también profesional: Como profesionales no podemos estar de espaldas a todas las posibilidades que nos ofrece.

 

Protección de los menores en redes sociales


Según los últimos estudios, el crecimiento de las Redes Sociales en el año pasado ha sido muy grande en nuestro país. Según los resultados de la 19a encuesta AIMC a usuarios de Internet de marzo de 2017 el 99,3% de las encuentas recibidas (en valor absoluto 15.435 encuestados) habían accedido Internet en el día anterior y la mayoría de ellos han accedido a sus perfiles en redes sociales.

Aunque han variado las redes por tramos de edad, a nivel global sigue destacando Facebook (87%) seguida de Twitter (48,9%) e Instgram (40,4%) aunque estamos seguros que si analizamos por tramos de edad, este orden podría variar.

Un problema del uso de las redes sociales es la privacidad de nuestros contenidos y la variación del concepto social que hemos desarrollado sobre «lo íntimo», «lo privado» y «lo público». Antes que nada, si consideramos que un contenido es privado no lo debemos difundir (al igual que hacemos en todos los aspectos de comunicación de nuestra vida) y si queremos difundirlo, es que no nos importa que dicho dato o contenido se extienda por la red.

Para ello tenemso que tener muy claro dónde colocamos la frontera. Y esa frontera es personal. Es posible que a mí no me importa difundir en cualquier red social si un restaurante, una película o un libro me han gustado o dejado de gustar, o me importe hablar de forma clara sobre mis ideas políticas o religiosas. Pero que yo lo haga no quiere decir que los demás lo deban hacer, o que aspectos de mi vida que yo estoy dispuesto a compartir (a hacer públicos) pueden seguir permaneciendo en la privacidad de otros y viceversa.

Este hecho es evidente desde la perspectiva de un adulto que tiene más desarrollados los conceptos de privacidad e intimidad, pero puede no ser tan patente en la relación que tienen los menores con las redes sociales.

Si bien son públicos los mecanismos para la protección de la privacidad que nos ofrecen las diferentes redes cada vez se han hecho técnicamente más complejos (contenidos absolutamente privados o compartidos con grupos reducidos o contenidos totalmente públicos en nuestra red) y otras muchas veces no los tenemos en cuenta o no los tenemos en cuenta para nuestros menores.

Una iniciativa de Save the Children fue la creación del espacio web «De aquí no pasas» que en la actualidad se encuentra inactivo, en el que nos presentaba los riesgos de las redes sociales, las configuraciones de privacidad y nos ilustra con numerosos vídeos como este:

Y en donde existen numerosos vídeos realziados por menores donde se escenifican los riesgos que nuestro comportamiento en las redes sociales puede acarrearnos en nuestra vida real.

Otros cortometrajes que podemos descubrir en YouTube nos hablan de los peligros de las redes sociales para los menores.

Un buen consejo que nos da Pantallas Amigas, es limitar el número de nuestros «amigos» en redes sociales

 

PARA UTILIZAR INTERNET DE FORMA SEGURA Y RESPONSABLE hay que conocer ciertos derechos y deberes.

TENGO DERECHO..

  1. A comunicarme. Tengo derecho a utilizar internet como herramienta de comu- nicación que sirva para conocer gente y para mejorar las relaciones con amigos y familiares.
  2. A aprender. Tengo derecho a utilizar internet para ampliar mis conocimientos y utilizar todas sus herramientas para aprender.
  3. A la privacidad de mi información personal. Tengo derecho a que mi información personal (imágenes, perfiles, datos) no sean difundidos sin mi consentimiento.
  4. A recibir formación e información. Tengo derecho a que un adulto (preferi- blemente madre, padre o tutor) me informe sobre cómo navegar de forma segura por Internet.
  5. A la protección. Tengo derecho a que mis padres velen por mi seguridad, se pre- ocupen por mí, aunque a veces me prohíban acceder a contenidos que consideren que no son aptos para mi edad.
  6. A la confianza. Tengo derecho a que mi familia confíe en mí, a que sepan que soy una persona responsable y que conozco los peligros que puedo encontrarme en la red.
  7. A recibir ayuda. Tengo derecho a recibir ayuda de las personas en que más confío (amigos, hermanas, padres, educadoras, etc.) y a denunciarlo a las autoridades competentes.

TENGO EL DEBER DE…

  1. Ser prudente y no quedar con personas que no conozco y me proponen quedar a solas.
  2. Tener respeto con otros usuarios de Internet, evitando las burlas y agresiones.
  3. Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo.
  4. No exponerme en exceso, evitando publicar detalles o imágenes privadas.
  5. Mantener la confianza de mis padres demostrandoles que soy responsable en el uso de las tecnologías que están a mi alcance.
  6. Enseñar a los adultos las cosas interesantes que descubro en Internet.
  7. Pedir ayuda y acudir a adultos de confianza como padres, madres, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, profesores y profesoras cuando pienso que hay algo que no comprendo. Tengo el deber de denunciar cualquier situación de peligro para mí y para chicos y chicas de mi edad que encuentre en Internet.

Esta lista de derechos y deberes para menores está muy bien, pero nos ha llamado la atención el punto 3 de los deberes «Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo«, ¿de verdad creemos que los jóvenes y adolescentes son capaces de entender términos que muchos adultos no entendemos a la hora de conocer los términos de privacidad?.

Hemos hecho un sencillo experimento, vamos a entrar en la Condiciones de uso y Política de privacidad de una red social frecuentada por jóvenes y adolescentes como es Instagram. La edad límite para crearse un perfil son 14 años.

¿Pueden entender jóvenes de 14 años frases como estas?

«En nuestra Política de privacidad se describe cómo nosotros y algunas de las empresas con las que trabajamos recopilamos, utilizamos, compartimos y protegemos la información relacionada con nuestros servicios de telefonía móvil, nuestro sitio web y cualquier software suministrado o relacionado con los servicios de Instagram (denominados de forma conjunta, el «Servicio«), así como las opciones que tienes para la recopilación y utilización de la información.»

«Utilizamos herramientas de análisis de terceros que nos ayudan a medir el tráfico y las tendencias de uso del Servicio. Estas herramientas recopilan la información que ha enviado tu dispositivo o nuestro Servicio, incluidas las páginas web que visites, los complementos y otra información que nos ayude a mejorar el Servicio. Recopilamos y utilizamos esta información de análisis con información de análisis de otros Usuarios, por lo que no puede utilizarse razonablemente para identificar a cualquier Usuario individual en particular.»

¿Las entendemos muchos adultos?

Consideramos que las campañas educativas en el uso de redes sociales para menores son fundamentales para prevenir situaciones de acoso y violencia por parte de iguales o de adultos hacia los menores

Facebook: un aliado peligroso


Desde aquí no vamos a descubrir nada nuevo de las utilidades de los perfiles en las redes sociales. Son una parte muy importante en nuestro día a día, tanto laboral como profesional. Permiten compartir momentos, experiencias, tanto con amigos como con pacientes. Y esto puede ser sumamente peligroso.

El profesional sanitario, como tantas veces se ha explicado en este blog y en otros más, debe estar presente en las redes sociales para divulgar información de interés a la ciudadanía, corregir errores que puedan aparecer, fomentar el debate, participar en grupos de trabajo… pero tiene un inconveniente, que es la exposición de este profesional. Y exponernos profesionalmente no es ningún problema; de hecho debemos de hacerlo. El problema es cuando exponemos nuestra vida privada a los demás ya que puede volverse en nuestra contra.

Cuando nos creamos un perfil en cualquier red social, además de poner nuestros nombres, nuestros grupos, nuestros intereses, podemos poner nuestra profesión. Y precisamente los médicos tenemos que tener cuidado al decirle al mundo que somos médicos. Si quieres dedicarte a compartir experiencias personales, vídeos de tus amigos y otro sinfín de aventuras, lo mejor es que no digas que eres médico en las redes sociales; porque si lo haces, te estás poniendo una etiqueta que en muchos casos puede volverse en nuestra contra. Cuando te identificas como médicos, los usuarios que te sigan o sean amigos tuyos, pueden ser tus pacientes en un futuro; y en ocasiones no te conviene que vean lo mismo que ven tus amigos.

Y el peligro es máximo en Facebook. Esta red social tiene la ventaja de ser la más popular de todas y ser la favorita de muchos. Además, gracias a sus actualizaciones, podemos compartir de forma rápida y sencilla material multimedia, tan útil en algunas profesiones como la nuestra; por esto y por más razones la cantidad de profesionales sanitarios en Facebook está creciendo mucho. Pero esta red social es la más lúdica por excelencia: hay pocas fiestas (por no decir ninguna) a la que vayamos y no acabe algún tipo de fotografía en esta red social, pudiendo perjudicar seriamente a nuestra reputación digital como profesionales sanitarios.

¿Solución? Hay quien pensará que no deberíamos estar en redes sociales, que debemos de hacer comunitaria desde donde siempre lo hemos hecho, desde la consulta. Muy respetable por cierto, pero desde un blog de nuevas tecnologías este consejo es casi antagónico. Nosotros proponemos algo diferente, algo digital: crear una página de Facebook con perfil profesional.

¡Guárdate las fotos de las fiestas para tus amigos! Divulga contenido sanitario de calidad desde tu página de Facebook. También desde tu consulta, por supuesto. Pero el poder de las redes es inmenso.