Las agujas y jeringas ya tienen 160 años de vida desde su invención y han evolucionado muy poco. Actualmente las seguimos utilizando para administrar a través de ellas numerosas sustancias (medicamentos, vacunas y líquidos) directamente al torrente sanguíneo, a cavidades de nuestro organismo o en inyecciones en planos subcutáneos.
Un nuevo invento, el nanoparche («Nanopatch»), nos muestra cómo un pequeño chip de silicio puede aplicarse sobre la piel y hacer la función de la aguja/jeringa por mucho menor coste y muchos menos efectos secundarios.
Más seguro y más barato.
En esta conferencia TED realizada en enero de 2014 en Edimburgo, lugar donde se inventó y se registró la aguja/jeringa, el ingeniero biomédico Mark Kendall nos presenta este nuevo invento que puede revolucionar un aspecto tradicional de la visión que tiene la población de los sanitarios.