¿Disminuiran las apps en salud el número de consultas a los profesionales sanitarios?


Manos de paciente y doctora en el hospital de Gambo, Etiopía Fotógrafo: Pablo María García Llamas. Banco de imágenes y sonido INTEF http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/
Manos de paciente y doctora en el hospital de Gambo, Etiopía
Fotógrafo: Pablo María García Llamas. Banco de imágenes y sonido INTEF http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/

Esta reflexión surge a partri de un titular, a mi parecer, poco afortunado de un artículo publicado en el blog «Teknautas» de «El Confidencial» titulada «Las mejores ‘apps’ para cuidar tu salud y evitar visitas a la farmacia»

Posiblemente el desarrollo de la salud móvil vaya encaminado a lograr que el ciudadano adquiera mayor autonomía en la toma de decisiones de su salud y eso va mucho más allá que el ahorro de tiempo o la molestia de visitar a un profesional sanitario que le pueda ofrecer consejo (médico, enfermera o farmaceutico). La libertad en la toma de decisiones es un derecho que se situa mucho más cercano a la ética que a la comodidad.

Uno de los riesgos es pensar que si dotamos a la ciudadanía de herramientas que les ayuden a la toma de las decisiones ya que monitorizan algunas de las variables biológicas, facilitan un esquema lógico de pensamiento, hacen una serie de cálculos, crean comunidad o dan información, la intervención de los profesionales en salud va a ser menor («nos va a ahorrar tiempo»).

No creo que en el futuro estas herramientas ahorren tiempo, pero de lo que estoy convencido es que van a ser motores de cambio de la forma de trabajar y posiblemente la relación con los ciudadanos va ser mucho menos «paternalista» para ser mucho más «colaboradora».

Pero no debemos comenzar nuestra estructura por el final. Dotar de herramientas no es suficiente. Debemso dotar de conocimientos personalizados en salud dependiendo de las características de cada ciudadano: sano, enfermo, cuidador… Debemos seguir formando en conocimeintos sobre hábitos saludables de vida, sobre situaciones concretas que se van a repetir de forma cotidiana en el devenir de sus enfermedades crónicas y sobre las que deberán tomar decisiones concretas e inmediatas o sobre los cuidados que deben proporcionar en su entorno a otros enfermos.

Y aquí el papel tampoco ha de ser «paternalista». Debemos poner en contacto a estas personas con otras en situación similara para que compartan conocimientos y experiencias bien a través de grupos virtuales (comunidades virtuales) o asociaciones de afectados o familiares en grupos y comunidades con un contacto real. Debemos dar información con nuevos soportes que sea veraz, adecuada, independiente y de calidad ya sea creada por nosotros mismos o por otras personas, instituciones o empresas.

Debemos prescribir enlaces a sitios web, aplicaciones que conozcamso y hayamos evaluado, y conocimiento básico sobre su situación de salud.

Entonces las preguntas serán otras… pero no dejarán de existir preguntas y deberemos seguir siendo los profesionales sanitarios quienes tengamos que dar las respuestas.

Decía al inicio que el titular del artículo no me había parecido acertado. No creo que se deban «evitar» las visitas a las oficinas de farmacia ni a las consultas y, además, no creo que ese sea el objetivo de farmaceuticos, médicos y enfermeras.

Sobre el contenido del artículo, un poco el error de siempre, mezclar estupendas aplicaciones sobre salud como Social Diabetes que ofrece información y formación de calidad, crea comunidad entre diabéticos y establece herramientas de comunicación con los profesionales sanitarios junto con otras aplicaciones crecanas al «wellness» para ejercitar la meditación, colecciones de recetas sin gluten, calendarios de migrañas o servicios (?) para mujeres con cancer de mama.

Ni todas las aplicaciones son iguales ni podemos recomendarlas todas por el hecho de ser aplicaciones.

Posiblemente en este cambio progresivo de escenario sanitario los profesionales debamos tomar un papel activo y formarnos en este nuevo tipo de conocimiento que poco a poco los pacientes nos van a ir demandando.