Imagen: Hiroshi Ishiguro y su Geminoid HI-4 en el Ars Electronica de Brucknerhaus ( 6 de septiembre de 2013 ) por Florian Voggeneder bajo licencia CC.
El desarrollo de robots antropomórficos para la atención directa a las personas, y que pueden tener un papel importante en los cuidados, genera comunicación humano-máquina que puede producir cierto rechazo en el ser humano al relacionarse con una máquina con aspecto muy similar al de un ser humano.
La teoría del valle inquietante es moderna pero recibe este nombre a partir de la definición de «lo inquietante» (del alemán «Das Unheimliche«) procedente del ensayo «En la psicología de lo inquietante» (1906) de Ernst Jentsch.
«Lo inquietante» se define como una sensación perturbadora ante algo que, al mismo tiempo, nos es y no familiar. Una situación u objeto que se parece mucho a algo cotidiano, que conocemos bien pero en donde existe una una sensación que nos causa cierta ansiedad o malestar sin que podamos explicar por qué.
Esa sensación inquietante no es terror, ya que no tiene una forma concreta, se trata de la percepción de que hay algo que no encaja, es el monstruo que habita en nuestra mente desde la infancia, es el vecino que nos sonríe (lo cotidiano) pero (percibimos) que esconde algo que no podemos determinar y que nos produce disconfort.
Se trata de una figura muy utilizada en la literatura y el cine de suspense cuando en la narrativa aparecen situaciones «que no encajan en la cotidianeidad» y se esconde un ser perverso dentro del personaje menos esperado. Cuando las supociones se destruyen la lógica es retada y emerge lo inquietante.
Esta sensación inquietante es retomada por Masahiro Mori en 1970 para describir la relación entre un humano y un robot. La relación es cada vez más positiva siempre y cuando el robot mantenga apariencia de robot y seamos conscientes de que se trata de una máquina que nos facilita ciertas tareas.
Cuando el robot va adquiriendo rasgos antropomórficos hasta llegar a presentar aspecto humano, la respuesta emocional de un observador humano al robot se irá haciendo cada vez más negativa hasta llegar a un punto de rechazo debido a la «inquietud» que nos genera.

Esta teoría se puede explicar de la siguiente forma. Si una entidad es bastante diferente al humano, sus características humanas se verán más resaltadas, y generará empatía; mientra que si la entidad tiene apariencia humana, se harán evidentes sus «diferencias», creando un sentimiento de rechazo desde la perspectiva del humano.
Estas «diferencias» se pueden explicar desde el punto de vista antropológico, psicológico, filosófico y religioso.
- Un robot con aspecto humano mecánico actúa en nuestro subconsciente generando la idea que todo ser humano es un elemento mecánico y carente de alma.
- Puesto que la mayoría de los androides son copias de personas reales se convierten en dobles provocando el miedo de ser reemplazado.
- La torpeza de los movimientos de un androide podría generar reacciones de rechazo al provocar un miedo de pérdida de control corporal.
- La existencia de entidades artificiales pero de parecido humano puede ser visto como una amenaza al concepto de identidad humana.
Pero no siempre se genera este rechazo, Hay investigadores, como es el caso de Hiroshi Ishiguro, Director del Laboratorio de Inteligencia Robótica de la Universidad de Osaka, que ha creado su propio clon robótico dentro del proyecto Geminoid.
Este clon robótico dotado de inteligencia artificial de última generación actúa como un doble robótico de su creador.
Pero el proyecto Geminoid va mucho más allá del efectismo de la creación de clones humanos donde nuestra imaginación puede poner (o no) los límites de la ciencia o de la ciencia-ficción. Han desarrollado varias límeas de investigación en la relación humano-robot en búsqueda del concepto de lo «que es el ser humano».
- Comprendiendo la presencia humana: A través de Geminoides (inteligencia artifical de aspecto antropomórfico muy realista como son los dobles de algunos de los ingenieros del laboratorio) estudiar las interacciones que se producen entre los humanos y robots tanto desde el punto de vista de influencia personal y social en los humanos como las modificaciones que se generan en la propia inteligencia artificial.
- Interacción simbiótica humano-robot: Centrada en el desarrollo de robots sociales que puedan comunicarse con humanos. Para lograr el objetivo, es necesario desarrollar ciertos dispositivos y tecnologías: (a) material superficial de la piel y estructura interna para una interacción segura con humanos, (b) tecnología de reconocimiento de voz robusta y flexible, (c) funciones de contexto autónomo y comunicación sensible sobre la base de un modelo jerárquico que consiste en deseo, intención y comportamiento, incluidos los actos de habla, y (d) funciones de uso de múltiples medios comunicativos para comunicarse con múltiples personas en contextos sociales.
- Estudios de presencia humana a través de teléfonos móviles:Creación de un androide teleoperado del tamaño de un teléfono celular (es decir, un ‘teléfono celular geminoide’) que se puede utilizar para transmitir la ‘presencia’ de una persona en cualquier lugar. A través de esta innovación, los usuarios podrán transmitir su presencia a una ubicación remota de tal manera que sus interlocutores sientan que conversan cara a cara.
Lecturas recomendadas:
1.Hiroshi Ishiguro Laboratories. HIL [Internet]. [citado 4 de junio de 2018]. Disponible en: http://www.geminoid.jp/en/projects.html
4.Miedo a lo casi humano: Uncanny Valley (Valle Inquietante) – Ciencia y Educación [Internet]. 2013 [citado 4 de junio de 2018]. Disponible en: https://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/16583178/Miedo-a-lo-casi-humano-Uncanny-Valley-Valle-Inquietante.html
5.Valle inquietante. En: Wikipedia, la enciclopedia libre [Internet]. 2018 [citado 4 de junio de 2018]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Valle_inquietante&oldid=108050135