Protección de los menores en redes sociales


Según los últimos estudios, el crecimiento de las Redes Sociales en el año pasado ha sido muy grande en nuestro país. Según los resultados de la 19a encuesta AIMC a usuarios de Internet de marzo de 2017 el 99,3% de las encuentas recibidas (en valor absoluto 15.435 encuestados) habían accedido Internet en el día anterior y la mayoría de ellos han accedido a sus perfiles en redes sociales.

Aunque han variado las redes por tramos de edad, a nivel global sigue destacando Facebook (87%) seguida de Twitter (48,9%) e Instgram (40,4%) aunque estamos seguros que si analizamos por tramos de edad, este orden podría variar.

Un problema del uso de las redes sociales es la privacidad de nuestros contenidos y la variación del concepto social que hemos desarrollado sobre «lo íntimo», «lo privado» y «lo público». Antes que nada, si consideramos que un contenido es privado no lo debemos difundir (al igual que hacemos en todos los aspectos de comunicación de nuestra vida) y si queremos difundirlo, es que no nos importa que dicho dato o contenido se extienda por la red.

Para ello tenemso que tener muy claro dónde colocamos la frontera. Y esa frontera es personal. Es posible que a mí no me importa difundir en cualquier red social si un restaurante, una película o un libro me han gustado o dejado de gustar, o me importe hablar de forma clara sobre mis ideas políticas o religiosas. Pero que yo lo haga no quiere decir que los demás lo deban hacer, o que aspectos de mi vida que yo estoy dispuesto a compartir (a hacer públicos) pueden seguir permaneciendo en la privacidad de otros y viceversa.

Este hecho es evidente desde la perspectiva de un adulto que tiene más desarrollados los conceptos de privacidad e intimidad, pero puede no ser tan patente en la relación que tienen los menores con las redes sociales.

Si bien son públicos los mecanismos para la protección de la privacidad que nos ofrecen las diferentes redes cada vez se han hecho técnicamente más complejos (contenidos absolutamente privados o compartidos con grupos reducidos o contenidos totalmente públicos en nuestra red) y otras muchas veces no los tenemos en cuenta o no los tenemos en cuenta para nuestros menores.

Una iniciativa de Save the Children fue la creación del espacio web «De aquí no pasas» que en la actualidad se encuentra inactivo, en el que nos presentaba los riesgos de las redes sociales, las configuraciones de privacidad y nos ilustra con numerosos vídeos como este:

Y en donde existen numerosos vídeos realziados por menores donde se escenifican los riesgos que nuestro comportamiento en las redes sociales puede acarrearnos en nuestra vida real.

Otros cortometrajes que podemos descubrir en YouTube nos hablan de los peligros de las redes sociales para los menores.

Un buen consejo que nos da Pantallas Amigas, es limitar el número de nuestros «amigos» en redes sociales

 

PARA UTILIZAR INTERNET DE FORMA SEGURA Y RESPONSABLE hay que conocer ciertos derechos y deberes.

TENGO DERECHO..

  1. A comunicarme. Tengo derecho a utilizar internet como herramienta de comu- nicación que sirva para conocer gente y para mejorar las relaciones con amigos y familiares.
  2. A aprender. Tengo derecho a utilizar internet para ampliar mis conocimientos y utilizar todas sus herramientas para aprender.
  3. A la privacidad de mi información personal. Tengo derecho a que mi información personal (imágenes, perfiles, datos) no sean difundidos sin mi consentimiento.
  4. A recibir formación e información. Tengo derecho a que un adulto (preferi- blemente madre, padre o tutor) me informe sobre cómo navegar de forma segura por Internet.
  5. A la protección. Tengo derecho a que mis padres velen por mi seguridad, se pre- ocupen por mí, aunque a veces me prohíban acceder a contenidos que consideren que no son aptos para mi edad.
  6. A la confianza. Tengo derecho a que mi familia confíe en mí, a que sepan que soy una persona responsable y que conozco los peligros que puedo encontrarme en la red.
  7. A recibir ayuda. Tengo derecho a recibir ayuda de las personas en que más confío (amigos, hermanas, padres, educadoras, etc.) y a denunciarlo a las autoridades competentes.

TENGO EL DEBER DE…

  1. Ser prudente y no quedar con personas que no conozco y me proponen quedar a solas.
  2. Tener respeto con otros usuarios de Internet, evitando las burlas y agresiones.
  3. Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo.
  4. No exponerme en exceso, evitando publicar detalles o imágenes privadas.
  5. Mantener la confianza de mis padres demostrandoles que soy responsable en el uso de las tecnologías que están a mi alcance.
  6. Enseñar a los adultos las cosas interesantes que descubro en Internet.
  7. Pedir ayuda y acudir a adultos de confianza como padres, madres, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, profesores y profesoras cuando pienso que hay algo que no comprendo. Tengo el deber de denunciar cualquier situación de peligro para mí y para chicos y chicas de mi edad que encuentre en Internet.

Esta lista de derechos y deberes para menores está muy bien, pero nos ha llamado la atención el punto 3 de los deberes «Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo«, ¿de verdad creemos que los jóvenes y adolescentes son capaces de entender términos que muchos adultos no entendemos a la hora de conocer los términos de privacidad?.

Hemos hecho un sencillo experimento, vamos a entrar en la Condiciones de uso y Política de privacidad de una red social frecuentada por jóvenes y adolescentes como es Instagram. La edad límite para crearse un perfil son 14 años.

¿Pueden entender jóvenes de 14 años frases como estas?

«En nuestra Política de privacidad se describe cómo nosotros y algunas de las empresas con las que trabajamos recopilamos, utilizamos, compartimos y protegemos la información relacionada con nuestros servicios de telefonía móvil, nuestro sitio web y cualquier software suministrado o relacionado con los servicios de Instagram (denominados de forma conjunta, el «Servicio«), así como las opciones que tienes para la recopilación y utilización de la información.»

«Utilizamos herramientas de análisis de terceros que nos ayudan a medir el tráfico y las tendencias de uso del Servicio. Estas herramientas recopilan la información que ha enviado tu dispositivo o nuestro Servicio, incluidas las páginas web que visites, los complementos y otra información que nos ayude a mejorar el Servicio. Recopilamos y utilizamos esta información de análisis con información de análisis de otros Usuarios, por lo que no puede utilizarse razonablemente para identificar a cualquier Usuario individual en particular.»

¿Las entendemos muchos adultos?

Consideramos que las campañas educativas en el uso de redes sociales para menores son fundamentales para prevenir situaciones de acoso y violencia por parte de iguales o de adultos hacia los menores

«A Social Life» ¿Una realidad en las redes sociales?


postureo, calm, keep

Llevar una vida pública en redes sociales que demuestre nuestras actividades puede estar bien. Compartir nuestras aficiones y gustos, nuestras inquietudes y poder ver los comentarios que generan en otras personas de nuestra red siempre es positivo.

Hay veces (… y que nadie lo niegue) que publicamos experiencias o acontecimientos a los que asistimos para generar «envidia insana» entre nuestros contactos. Esas vacaciones en algún país lejano, ese salto en paracaídas, ese concierto al que asistimos y hace meses que es imposible conseguir una entrada, ese pecio en el que buceamos entre tiburones, esa copa en una terracita al atardecer en una playa tropical….

¿Qué buscamos?. Posiblemente generar una reacción ya esperada de reconocimiento, de sentirnos diferentes y afortunados por haber hecho algo especial (o que nos parece «especial» a nosotros, o que sentimos como «especial»). Mucha veces detrás del compartir hay asociado un deseo de reconocimiento.

¿Es ésto malo?. Creo que no. Cada uno de nosotros somos diferentes y tenemos habilidades diferentes. El poder compartirlas crea vínculos diferenciales y estrechos entre subgrupos con los que tenemos afinides comunes.

postureo 2

Yo se con qué personas de mi red social podría quedar para bucear,  para ir a la próxima edición del Sonorama, para quedar a cenar en un restaurante japonés o para proponerles un viaje-aventura a Irán y eso lo se gracias a que comparto (y comparten conmigo) actividades extralaborales que pertenecen al ámbito de «lo privado» pero no al ámbito de «lo íntimo».

¿Peligros?. Querer llevar una vida ideal cumpliendo los patrones aceptados en las redes sociales (hacer deporte, llevar una dieta saludable, pasárselo bien todos los días, hacer esa actividad espcial…) es imposible. Todos tenemos ese lunes o martes gris y tedioso en el que todo sale mal (o peor aún… todo sale, ni bien ni mal… gris) en el que no tenemos nada que aportar a nuestra red.

Si nuestra vida real es gris pero que remos aparentar esa felicidad impuesta por el efecto de grupo de nuestra red social (en un mundo virtual ideal sin problemas) es cuando pueden llegar los problemas. Es cuando podemos tener una «doble vida» gris en lo real, y a todo color en lo virtual.

Una vida falsa que representamos en nuestra redes. Esos comentarios jocosos en Twitter, esas imágenes maravillosas de nuestro Instagram, esos éxitos profesionales en nuestro LinkedIn, esos enlaces interesantes compartidos en nuestro Facebook… que simplemente reperesentan el espejo de lo que no somos y queremos ser.

El problema es cuando lo que queremos ser sobrepasa a lo que somos… deja de ser un incentivo para seguir adelante y superarnos día a día y pasa a ser una esclavitud, una caricatura de nosotros mismos.

Pasamos de la postura al «postureo».

postureo1

Esta esclavitud es la que representa la directora Kerith Lemon en su cortometraje  «A Social Life» que ha recibido múltiples preemios y reconocimientos por reflejar una realidad social de principios del siglo XXI.

Detrás de una vida ideal reflejada en las redes sociales… puede existir mucha tristeza.

«A Social Life» es un corto sobre una mujer independiente y de éxito llamada Meredith que está viviendo la vida ideal … en redes sociales. Meredith se esfuerza por vivir una vida equilibrada: mantenerse en forma, trabajar duro y conectar con sus amigos; está creando su «imagen» dentro de su amplia base de seguidores en medios de comunicación social. Pero se despierta un día y se da cuenta de que su reflexión es simplemente la colección de fotos que ella ha compartido con otros. ¿Es esto la vida? O simplemente una marca cuidadosamente diseñada?

Kerith Lemon es una escritora, directora y creador acon una rica experiencia en la narración multi-plataforma y narraciones creativas. Impulsada por su pasión por las historias que se conectan emocionalmente protagonizadas por mujeres. Su debut como directora, «A Social Life» se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Camberra, donde fue galardonado con el premio a la Mejor Actriz Internacional y más recientemente ha ganado el mejor Ladies First en el Festival de Realizadoras en Pacific Grove, CA. Se seguirá presentando a concurso en festivales de cine a lo largo de 2016.

Riesgos, vulnerabilidades y protección del internet de las cosas (IoT)


internet de las cosasEl Internet de las Cosas o Internet of the Things (IoT) es una realidad en nuestros días. Electrodomésticos, vehículos, casas e incluso ciudades enteras que se pueden gestionar de forma total o parcial a través de las redes de Internet.

Vehículos que toman decisiones dependiendo de la ruta, atascos detectados, situaciones meteorológicas. Neveras que hacen una compra inteligente de manera automática aprendiendo de nuestro consumo. Casas con gran eficiencia energética que se adaptan a nuestra forma de vida.

Se prevee que el mercado del Internet de las Cosas aumentará en Europa un 22%. Los servicios que ofrecerán tendrán que ver, en su mayoría, con la conducción automatizada y se espera que uno de cada cinco coches que circulen por el mundo en 2019 estará conectado a la red a través de dispositivos móviles. Se han desarrollado aplicaciones para controlar sus horas y planificar sus rutas, ofreciéndoles información sobre sus tiempos de conducción y los tiempos de descanso necesarios, lo que les permite optimizar las rutas a los transportes de pasajeros y mercancías.

Pero todas estas ventajas presentan vulnerabilidades. Por ejemplo en dos versiones de coches eléctricos se ha podido acceder a sus frenos de forma remota y no autorizada e incluso acceso a la geolocalización del vehículo pudiendo determinar dónde se encuentra y cuáles son las rutas más frecuentes que realiza. Parece que la industria tecnológica se ha dado mucha prisa en aumentar la inteligencia de los sistemas informáticos y de elementos que en un principio no pertenecerían de forma natural a una red sin tener presente el elemento esencial de su seguridad.

¿Qué puede pasar con herramientas de este tipo aplicadas a la salud?. Podemos tener fonendoscopios, otoscopios, electrocardiógrafos dotados de inteligencia (a los que podemos poner un «smart» delante de su nombre) pero… ¿y si nos ofrecen seguridad en la transmisión de sus datos?, ¿y si sus registros pueden ser pirateados y modificados?. ¿Donde queda la privacidad y la invulnerabilidad de los datos de salud de los ciudadanos?.

Son interrogantes que pronto han de tener solución.

En este sentido las empresas saben que están más expuestas a recibir potenciales ataques y agresiones constantes contra sus sistemas y por ello se están desarrollando sistemas de vigilancia continuada que detectan potenciales agresiones externas o intervenciones no autorizadas en los mismos. Analizan de forma continuada vulnerabilidades en los sistemas y salvaguardan el contenido almacenado en los mismos vigilando la privacidad y seguridad de los datos.

Estas estrategias son fundamentales antes de implementar tecnologías innovadoras en la salud.

¿Vivimos más felices en la era de Internet?


movilesEstamos todo el día conectados… hiperconectados. Tenemos la necesidad de mirar nuestros terminales y ver las actualizaciones de nuestro grupo en redes sociales y las necesidad des de compartir de forma inmediata lo que nos pasa, lo que pensamos, lo que sentimos.

Esta necesidad hace que tengamos siemrpe una doble comunicación por un lado nuestro entorno real en ese momento y por otro lado nuestro entorno virtual que estamos comprobando de manera cuasi-compulsiva cada pocos instantes.

De esta manera no es infrecuente ver grupos de personas conocidas que están mirando sus pantallas iluminadas comunicándose con otras personas conocidas o no, cercanas o lejanas geográficamente a quienes han llegado a tocar, a oler, a sentir… o no.

Pero… ¿nos estamos perdiendo algo?. ¿Estamos dejando de sentir una felicidad de compartir en el mundo real donde disfrutamos con nuestros cinco sentidos o simplemente están cambiando las formas de compartir?.

incomunicaciónCada vez es más frecuente que grupos de amigos dejen sus terminales móviles en el centro de la mesa, boca abajo, para no ver la pantalal del teléfono, y así potenciar las relaciones tradicionales en vez de tener que hacer un grupo de whatsapp para comunicarse entre ellos.

Pero ¿es cierto que estamos más incomunicados?, ¿la hiperconectividad nos lleva a la incomunicación?, ¿confundimos conexión con comunicación?. O  ¿todas estas preguntas son demasiado apocalípticas y realmente estamos cambiando la forma de comunicarnos y relacionarnos?.

Os dejamos tres estudios publicados sobre la comunicación y la felicidad en la época de Internet.

Life satisfaction in the internet age – Changes in the past decade

Lissitsa, Sabina, y Svetlana Chachashvili-Bolotin. «Life Satisfaction in the Internet Age – Changes in the Past Decade». Computers in Human Behavior 54 (enero de 2016): 197-206. doi:10.1016/j.chb.2015.08.001.

Se trata de un artículo en prensa para ser publicado en enero de este año en la revista Computers in Human Behavior con un estudio realizado en Israel. La investigación se centró en el impacto de la adopción de internet en la satisfacción con la vida. La vital aumentó entre los 18-64 años de edad y se mantuvo estable entre las personas mayores. La adopción de Internet y los usos digitales aumentan la satisfacción vital. Internet se ha consolidado como un canal para aumentar la satisfacción con la vida entre los grupos más débiles.

 

Pero la red nos presenta también su cara más oscura y ocula. ¿Qué pasa cuando se nos plantea una dependencia a esta hiperconexión?, cuando no podemos vivir sin conocer  qué está haciendo nuestro entorno, ni compartir lo que estamos haciendo nosotros.

A hidden type of internet addiction? Intense and addictive use of social networking sites in adolescents

Müller, K.W., M. Dreier, M.E. Beutel, E. Duven, S. Giralt, y K. Wölfling. «A Hidden Type of Internet Addiction? Intense and Addictive Use of Social Networking Sites in Adolescents». Computers in Human Behavior 55 (febrero de 2016): 172-77. doi:10.1016/j.chb.2015.09.007.

El uso intensivo de las redes sociales se correlaciona con criterios de adicción a Internet, aunque no todas la personbas que hace un uso intensivo tienen criterios de adicción. Esta patología tiene una prevalencia en este estudio de 4,1% (chicos) y 3,6% (niñas) con adolescentes entre 11 y 16 de todos los países de la Unión Europea. Euso adictivo se relacionó con la angustia psicosocial y la extoversión se comportó como una variable protectora a este tipo de adicción.

Excessive Internet Use and its association with negative experiences: Quasi-validation of a short scale in 25 European countries

Škařupová, Kateřina, Kjartan Ólafsson, y Lukas Blinka. «Excessive Internet Use and Its Association with Negative Experiences: Quasi-Validation of a Short Scale in 25 European Countries». Computers in Human Behavior 53 (diciembre de 2015): 118-23. doi:10.1016/j.chb.2015.06.047.

Uno de los principales problemas para determinar la prevalencia de la adicción a internet es la falta de definición y de criterios para determinarla. Los autores proponen una definición de excesivo uso de Internet (EIU) como el uso de aplicaciones on line que pone al usuario en riesgo de consecuencias adversas.

Este trabajo es una cuasi-validación del test resumido (5 preguntas) de Uso Excesivo de Internet validado para su uso en encuestas de población general. Se identificó un patrón consistente en todos los paises de la Unión Europea lo que sugiere buenas propiedades psicométricas de la escala. Por otra parte, los resultados indican que la EIU en los niños puede ser un síntoma de otros problemas de conducta en lugar de una condición per se.

TED Brian Goldman. Los médicos cometen errores. ¿Podemos hablar de eso?


TED3Una conferencia TED de 2011 pero que tiene una vigencia continua en el tiempo. Los errores médicos desde la perspectiva de un médico. La cultura de la negación (y de la vergüenza por cometerlos) han hecho que no tengamos de una potentísima herramienta para detectar neustros fallos y establecer mecanismos para evitar que vuelvan a suceder.

Brian GoldmanDentro de la filosofía del Riesgo Sanitario, podemos disfrutar de esta conferencia en el TEDxToronto. Brian Goldman es un médico de urgencias que ha trabajado en el Hospital Mount Sinai de la ciudad de Toronto por más de 20 años.  Además de médico es periodista en la CBC Radio. En su primer libro publicado, El Turno de Noche (2010), comparte sus experiencias de trabajo a través de las madrugadas pasadas en el Monte Sinaí o en otros hospitales donde ha trabajado en su larga carrera.

 

RecuerdaMed


App desarrollada por el Observatorio para la Seguridad del Paciente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que sirve como recordatorio para mejorar la cumplimentación del tratamiento sobre todo de pacientes crónicos polimedicados. También hemos hablado de ella en estas páginas y vuelve a estar entre ellas por su buena clasificación dentro del concurso Ideas Sanitas.

RecuerdaMed posibilita al paciente, o la persona que lo cuida, llevar un control exhaustivo de la medicación que está tomando y almacenar en el móvil una lista completa y precisa de tales medicamentos, para poder contrastarla, y corregirla si es necesario, con los profesionales sanitarios.

Una vez introducidos los medicamentos,a partir de una extensa base de datos oficial, el paciente o su cuidador pueden revisar de manera sistemática la medicación, añadir avisos sobre alergias y fotos de los envases que ayuden a evitar errores en la toma de la medicación. La aplicación puede recordar con una alarma el momento de la toma.

RecuerdaMed ha sido creada con la colaboración de un grupo de expertos (médicos, enfermeras, farmacéuticos…) en uso seguro de la medicación.

Como novedad a añadir es que en el momento actual cuentan con versiones para dispositivos Apple y Android. Su instalación y utilización es gratuita.

Esta aplicación ha ocupado la 9º plaza en el puesto de aplicaciones sanitarias del concurso Ideas Sanitas