Nadie te conoce mejor que tu red social


redes-socialesEl otro día leía el artículo titulado «Nadie te conoce como tu red social»  de Álvaro Rattinger Romero en el Huffpost Voces.

Entre sus argumentos, el artículo cominza con una idea compartida y ya expuesta en nuestro blog: «…Debemos entender que el negocio de una red social es vender espacios publicitarios y que para lograr este objetivo tiene que conocer muy bien a sus clientes.» ya que cómo hemos expuesto en varias ocasiones nada es gratis en la red.

De esta forma el negocio de las redes sociales es doble:

  • Publicidad dirigida. Este tipo de publicidad es mucho más eficaz y el receptor la percibe como menos agresiva ya que normalmente su contenido le suele resultar de interés.
  • Información sobre el perfil de sus usuarios a través del manejo de los Big Data que ofrecen una información global cada vez más fiable y compartimentalizada sobre gustos y actitudes en perfiles tipo de usuarios. esta información es muy valiosa y su conocimiento tiene un alto precio.

De esta forma ninguna empresa nos va a dar servicios por nada, ni en el mundo real ni el virtual.

En las redes sociales generales encaminadas al ocio cada vez tiendo a poner un nombre ficticio o un pseudónimo e inventarme algún dato de filiación… aunque esto no es lo importante ya que no les importa mi nombre ni mi localización, sino que lo que importa es mi comportamiento, mi forma de relacionarme, mis contactos, los contactos de mis contactos, cómo y cuando interactúo, los clics que hago en anuncios publicitarios…

Posiblemente la información que de no tiene gran trascendencia e incluso puede tener algún efecto beneficioso para el usuario, aunque hemos visto que a nivel personal es posible que sean utilizados en nuestra contra comentarios o fotografías publicadas en nuestros perfiles de redes sociales.

Mi reflexión se orienta ahora a las redes sociales profesionales. Cada vez vemos cómo hay nuevas empresas que pretenden crear redes sociales entre profesionales sanitarios, unas más orientadas a las relaciones informales y otras más orientadas a compartir contenido clínico y recibir ideas y propuestas del resto de los miembros de la comunidad.

Si estas empresas tienen un modelo de negocio similar al establecido en las redes sociales generales estamos expuestos a que una empresa privada tenga información importante sobre nuestra «actitud asistencial», nuestra relación con los tratamientos (si somos más innovadores o más conservadores, si proponemos usos más allá de los autorizados en ficha técnica, si repetimos patrones introducidos por la industria farmaceutica…), nuestra actitud hacia las «nuevas enfermedades» o disease mongering…

Esta información que podemos compartir de forma libre en un entorno personal, puede tener efectos en un entorno libre y sin límites ya que esta información puede ser dirigida a terceras personas (o empresas) que pueden hacer uso de la misma.

¿Esto nos puede afectar como profesionales?. Depende de cada uno de nosotros. Conozco a muchos sanitarios que a través de redes sociales y con perfiles perfectamente identificados no tienen inconveniente en hacer patente y público sus posiciones ideológicas, su postura político-sanitaria, su opinión hacia la industria farmacéutica… pero posiblemente esta transparencia deba ser por elección del propio profesional y no por decisión de la plataforma que se utiliza.

De esta forma uno puede ser transparente porque quiera ser transparente, no porque la herramienta le obligue a serlo.

Muchas redes sociales para sanitarios han fracasado, posiblemente por la dificultad que nos cuesta para expresar nuestras dudas en público, por el miedo de la seguridad de la transmisión, de la confidencialdiad de los datos o del uso que se pueda hacer de los mismos…

A las nuevas redes sociales que surgen o puedan surgir sí les pediría:

  • Una declaración del uso de los datos que se vierten. ¿se mantiene?, ¿se eliminan?, ¿durante cuanto tiempo están disponibles?, ¿quien tiene acceso a los mismos?, ¿se comercia con esos datos?.
  • Una transparencia absoluta en cuanto a las características de cifrado de la información y seguridad del almacenamiento de los mismos.
  • Definición clara de su modelo de negocio (recordemos que no hay nada gratis en la red) y posiblemente muchos estaríamos dispuestos a pagar una cuota y recibir un servicio (convirtiéndonos en clientes con derechos) y no recibir un servicio sin coste pasando de ser cliente a mercancía.