Para nuestros blogs, presentaciones, ilustrar contenidos en redes sociales… una imagen vale más que mil palabras.
Las imágenes están sujetas a derechos de autor y éstos han de ser respetados. Por ello al incluir una imagen hemos de mirar si existe algún derecho de los autores que limite su uso.
Herramientas como los bancos de imágenes nos permiten acudir a ellas para conocer si están protegidas por derechos comerciales o por derechos Creative Commons.
En el blog hemos tratado este tema en otras ocsiones pero los recursos cambian, las fuentes se trasladan, hay recursos que desaparecen y otros nuevos que emergen, por lo que hemos pensado que no estaría mal repasar de nuevo todas las fuentes de donde podemos extraer material gráfico.
Hemos descubierto una infografía que resume perfectamente el contenido de esta entrada clasificando las fuentes de origen del material gráfico (fotografías, imágenes e imágenes vectoriales) con y sin derechos de autor.
Cada vez es más habitual subir fotografías a las redes sociales y por lo tanto aumenta el riesgo que tengamos imágenes comprometidas en las mismas.
No estamos hablando necesariamente de fotografías que nos muestren realizando actos indignos o ilegales… sino simplemente donde tenemos gestos o actitudes que no queremos que nos representen en las redes.
Ante todo es importante recordar que nuestra imagen es parte de nosotros mismos y por lo tanto somos los únicos que tenemos el poder para decidir qué parte de nosotros es pública o es privada en las redes sociales.
Pero a veces no somos nosotros quienes subimos nuestras imágenes…. son amigos con intenciones buenas (aunque no sean compartidas por nosotros) o enemigos (ciberbulling o ciberacoso).
Podemos subir (o pueden subir) imágenes nuestras en numerosas redes sociales tanto generales (Facefook, Twitter) o específiccas de imágenes ya sean estáticas (Instagram) o vídeo (YouTube,Vime)… ¿pero es fácil retirarlas?.
La verdad es que es más complicado retirar una imagen que subirla por eso lo más importantes es:
En el caso que vayamos a subir una imagen a redes sociales donde aparezcan otras personas deberíamos pedirles permiso para hacerlo y estaría bien que todas las personas vieran qué tipo de foto vamos a subir a las redes.
Antes de subir una foto nuestra… pensemos. Pero no tengamos una visión a cortoplacista ya que esta imagen puede estar en las redes durante muchos años y puede ser una representación de nosotros mismos en Internet. Sdemás las fotos curiosas, bizarras o extrañas suelen ser las más llamativas y por lo tanto más vistas y por lo tanto, aparecerán mejro posicionadas enlos buscadores de imágenes.
¿Habéis tecleado vuestro nombre en Google y habéis visto qué imágenes de vosotros hay?. Puede ser un buen ejercicio.
Os dejamos una infografía en la que se nos detallan los pasos que hemos de dar para intentar retirar imágenes nuestras de diferentes redes sociales.
Los metadatos son información secundaria o accesoria sobre los datos que transmitimos y que en transacciones digitales están incorporados y codificados entre la información principal.
A veces el límite entre un «dato» y un «metadato» es muy relativo y dependerá de la perspectiva o punto de vista que determinemos para hacer la comparativa.
Por ejemplo: podemos etiquetar en este blog casi todo lo que publicamos en él. Podemos poner etiquetas (datos/metadatos) a la propia entrada, a las imágenes o vídeos que la acompañan y dar otra información accesoria como quién ha escrito la entrada, cuándo se ha escrito o donde se ha producido.
Todas esta información es ofrecida de forma consciente y libre por los autores de este blog (y de cualquier otro) y se puede modificar. Normalmente intentamos ser muy prolijos en etiquetas (datos/metadatos) para facilitar a los buscadores la localización y clasificación del artículo.
¿Pero qué pasa con los datos que transmitimos y que no somos tan conscientes que lo hacemos?. Por ejemplo podemos enviar imágenes por redes sociales donde no solamente transmitimos la información para recosntruir la imagen en el terminal de destino… también transmitimos mucha otra información como:
Día, hora y geolocalización de la imagen.
Marca y modelo de cámara con la que ha sido realizada.
Características técnicas del disparo.
Si ha existido o no manipulación o retoque por parte de otros programas de edición de imágenes.
Alguna de esa información en banal, pero otra no tanto. Pero los metadatos no solamente existen en las imágenes, enviamos metadatos en nuestros archivos de texto, nuestros correos electrónicos e incluso en nuestras llamadas de teléfono que tienen un soporte digital (prácticamente todas).
Un metadato importante se puede obtener en el mundo real (no necesariamente en el digital) por ejemplo cuando en la línea de caja nos prguntan «inocentemente» cual es nuestro código postal y lo ofrecemos sin reparo estamos dando una información que a gran escala tiene un valor impresionante para los estudios de mercado de determinadas marcas.
Según un artículo de Marilín Gonzalo en El Diario.es, «Los metadatos revelan patrones, relaciones y comportamientos. Su conocimiento afecta nuestra privacidad, y muchas veces puede saberse más a través de ellos que examinando el contenido de esos mensajes, cosa que por otra parte es mucho más complicada e imposible cuando hay cantidades masivas de datos a analizar, sin una muestra específica o limitada.»
Cuantos más metadatos revelemos, más información privada transmitiremos y este hecho puede dar un poco de miedo y que nos planteemos otras actitudes respecto a nuestra seguridad.
Edward Felten, profesor de informática de la Universidad de Princeton nos revela una gran información sobre lo que se puede obtener a partir de metadatos en un entorno personalizado y cotidiano:
«Consider the following hypothetical example: A young woman calls her gynecologist; then immediately calls her mother; then a man who, during the past few months, she had repeatedly spoken to on the telephone after 11pm; followed by a call to a family planning center that also offers abortions. A likely storyline emerges that would not be as evident by examining the record of a single telephone call.»
«Consideremos el siguiente ejemplo hipotético: Una mujer joven llama a su ginecólogo, a continuación, llama de inmediato a su madre, y luego un hombre con quien, durante los últimos meses, había hablado en varias ocasiones por el teléfono después de las 11; seguida de una llamada a un centro de planificación familiar que también ofrece abortos. Una historia probable resulta que no sería tan evidente al examinar el registro de una sola llamada telefónica.»
¿Cuánta información adicional estamos revelando con nuestras llamadas, las imágenes que colgamos en nuestras redes sociales, o nuestros correos electrónicos?
Como último ejemplo os propongo un experimento personal. ¿Se puede obtener nuestro grafo social a partir de los metadatos de nuestro correo electrónico?. Evidentemente la respuesta es sí y de forma muy sencialla (incluso lo podemos realizar nosotros mismos) a través de la herramienta Immersion.
Este programa realziado por tres integrantes del MIT consiste en una visualización hecha con los metadatos de nuestro correo electrónico de forma que la información obtenida por los metadatos es tan importante o más como la que se nos ofrece a través de los datos existentes en nuestros correos electrónicos.
Os dejo mi grafo social (solo con nombres de pila de mis contactos) donde se ven claramente identificados los grupos con los que interaccioneo y las relaciones de sus componentes entre sí. Se puede ver mi actividad y la intensidad de mis contactos…. Y SOLO CON EL CORREO ELECTRÓNICO.
Mi grafo social a través de metadatos de correo elecrónico. clic para ampliar
¿Os podéis hacer una idea de las consecuencias derivadas de la posibilidad de combinar todos nuestros metadatos de redes sociales?
Recuerdo mi empeño hace muchos años en comprar una cámara de fotografía para el Centro de Salud ya que mientras pasamos consulta vemos un montón de imágenes tanto duante la exploración como a través de pruebas complementarias que nos gustaría guardar o compartir.
Menos mal que mi insistencia no fue escuchada porque al año siguiente ya tenía mi primer smartphone con cámara integrada. Ahora podía fotografiar imágenes (al principio de una resución muy mala pero actualmente muy buenas) que iba almacenando en mi disco duro y que utilizaba para ayuda diagnóstica (poder comparar la evolución de una lesión) o de apoyo en las sesiones clínicas.
Posteriormente se creó la necesidad de compartirlas a veces para pedir auxilio diagnóstico pero en otras ocasiones por el gusto de hacerlo.
Os presentamos InsightMedi, una app para smartphone que se define como la «mejor red para compartir imágenes en la comunidad de profesionales sanitarios».
Y ofrece lo que promete. Se trata de una comunidad (debemos crear nuestro propio perfil) en la que podemos con gran facilidad subir imágenes, clasificarlas, etiquetarlas y compartirlas de forma que se crear una gran biblioteca virtual de imágenes universal.
Una aplicación ideada por Gonzalo Mora y Gabriel Pizà, ambos traumatólogos formados en la Universidad de Navarra, junto a un equipo de desarrolladores y diseñadores.
InsightMedi fue lanzado el App Store de Apple el 25 de septiembre de 2013 bajo el nombre de InstaMed. Es una aplicación para intercambio de imágenes creado por y para profesionales de la salud con pleno respeto de la privacidad de los pacientes ( acorde con HIPAA) e imágenes cuidadosamente clasificadas.
InsightMedi ofrece imágenes filtradas por el interés seleccionado previamente por el usuario permitiendo también la búsqueda de temas específicos. Los usuarios pueden mejorar el contenido de cualquier imagen mediante la adición de etiquetas de búsqueda o enlaces a vídeos, páginas web o artículos científicos. Es también una red social donde puede buscar y contactar con otros usuarios por el sistema «seguir o ser seguido».
Actualmente solo está disponible para iOS con descarga gratuita en la AppStore.
Han desarrollado una serie de 10 videotutoriales que los incluiremos en la página dedicada a esta aplicación en nuestra sección apps.
Hemos descubierto un pequeño periférico que personalmente me está haciendo reflexionar. Se trata de Narrative, una pequeña cámra de fotos en un dispositivo portátil que de manera automática dispara una imagen cada 30 segundos de forma que crea una película de nuestra vida.
Las imágenes se ordenan temporalmente y son geolocalizadas de forma que automáticamente podemos construir un «clip» de nuestra propia vida almacenando recuerdos cotidianos.
El aparato está disponible en colores blanco, gris y naranja y se puede encargar por 279 USD a la empresa sueca Narrative que en breve lo va a comercializar.
Técnicamente es capaz de hacer de captar imágenes estáticas de forma automática de 5 megapixeles que están geolocalizadas y poder montar pequeños vídeos a través de imágenes sucesivas enlazadas.
Independientemente de los problemas de confidencialidad a a los que puede dar origen, ¿tiene sentido grabar estas escenas cotidianas de forma automática?, ¿si se pudiera almacenar gran cantidad de información podríamos grabar nuestra vida entera a base de instantáneas cada 30 segundos?, ¿podríamos hacer una película de nuestra propia vida?.
Esto me recuerda a un capítulo magnífico de la serie británica Black Mirror titulado The Entire History of You, situado en una realidad alternativa donde la mayoría de la gente tiene un «chip» implantado detrás de la oreja, que registra todo lo que hacen, ven o escuchan. Esto permite que los recuerdos puedan reproducirse ya sea delante de los ojos de la persona o en una pantalla, un proceso conocido como «revisar» (wikipedia: BlackMirror).
Un libro interesante que nos habla de una magnífica herramienta para edición de imágenes que se llama GIMP (GNU Image Manipulation Program). Se trata de un software libre muy potente para editar imágenes con resultados muy profesionales y que no es complicado de utilizar de una manera básica.
El programa es muy potente y versátil y seguro que nos puede ayudar a editar imágenes dándoles mayor capacidad de comunicación.
Los iniciadores del desarrollo de GIMP en 1995 fueron los en aquella época estudiantes Spencer Kimball y Peter Mattis como un ejercicio semestral en la Universidad de Berkeley, en el club informático de estudiantes. Actualmente un equipo de voluntarios se encarga del desarrollo del programa (Wikipedia)
Según palabras de Iris Fernandez, autora del libro que os proponemos:
«Gimp es un maravilloso y muy potente software para edición de imágenes, comparable a otros muy conocidos para adelgazar modelos o agregar fantasmas reflejados en ventanas, pero con la ventaja inigualable de ser libre. Libre significa que brinda al usuario cuatro libertades:
La libertad de usar el programa con cualquier propósito
La libertad de estudiar cómo está hecho y modificarlo
La libertad de distribuir el programa
La libertad de distribuir las modificaciones realizadas
¿Por qué aprenderlo a los tropezones?
Todos los autores prometen que sus libros y tutoriales serán paso a paso y el conocimiento crecerá suavemente dentro del lector, que encontrará la felicidad de ser guiado por la vía del saber como quien recorre el delta del río Tigre en un catamarán.
Por lo tanto, decidí de una vez por todas ordenar todo ese material que había escrito para quien tenga ganas de aprender a usar Gimp o de usar estas guías con sus alumnos en clase. Y prometo continuar trabajando en este material renovándolo de acuerdo a la nueva versión.»
El libro puede leerse online, o descargarse en formato PDF (el enlace no funcionaba cuando escribimos esta entrada). Tiene un total de 33 páginas con abundante información sin ningún desperdicio.
Matt Mills y Tamara Roukaerts demuestran Aurasma, una nueva herramienta de realidad aumentada que puede animar perfectamente el mundo tal como se ve en un teléfono inteligente. Más allá de la anterior realidad aumentada, sus «auras» pueden hacer de todo, desde hacer que una pintura hable hasta la superposición de noticias en vivo en un periódico impreso.
Además de esta conferencia en TED disponemos de un estupendo vídeo de YouTube que nos muestra más aplicaciones de esta aplicación.
Y mucha más información en su página web. ¿Se anima alguien a experimentar con realidad aumentada?
Hace unos días publicamos en estas páginas un post titulado «Autopsia virtual» en el que mostrábamos un vídeo en el que aparece una mesa de disección (o quirúrgica) con un cadáver (o paciente) virtual. Sobre esa mesa/tableta de dimensiones enormes, se puede ir modificando la imagen pudiendo realizar diferentes cortes, giros, ampliaciones e ir seleccionando diferentes planos según lo que nos interese ver.
Unos minutos más tarde de la publicación de este post, recibo este mensaje a mi Twitter de Miguel Angel Mayer (@mmayerp).
Y por supuesto voy al enlace.
«Hoy en día las exploraciones médicas producen miles de imágenes y terabytes de datos por paciente en cuestión de segundos, pero ¿cómo hacen los médicos para analizar esta información y determinar qué es lo útil? En TEDxGöteborg, Anders Ynnerman, experto en visualización científica, nos muestra novedosas y sofisticadas herramientas – como las autopsias virtuales- para analizar esta multiplicidad de datos y echa un vistazo a algunas tecnologías médicas que parecen de ciencia ficción. Esta charla contiene algunas imágenes médicas explícitas».
Blaise Aguera y Arcas conduce una brillante demostración de Photosynth, un programa de software que revoluciona la imagen digital. Con fotos extraídas de Internet, Photosynth construye sensacionales paisajes y nos invita a recorrerlos.