Hace poco Whatsapp introducía una nueva actualización en su software y era el poder dar la localización en directo de los usuarios. Esta nueva aplicación de Whatsapp se activa únicamente si el usuario que quiere darse por localizado la activa, manteniéndose así la “privacidad” del mismo.
La geolocalización, el estar localizados permanentemente, es una aplicación de los nuevos dispositivos que lleva tiempo funcionando, pero siempre con mucha polémica, sobre todo en el ámbito de la privacidad. ¿Por qué mi iPhone debe saber dónde me encuentro de forma continua? Es cierto que gracias a este seguimiento permanente, mi teléfono me sugiere que abra apps o me permite ir de un lado a otro. Pero el problema es la cantidad de datos que se generan de acuerdo a mi seguimiento. ¿Quién los ve? ¿Las personas que los ven me conocen? ¿Y qué pueden hacer con ellos?
La geolocalización continua tiene múltiples aplicaciones, y no todas tienen por qué ser perjudiciales. El que tu teléfono sepa exactamente dónde estás no solo sirve para sugerirte a qué restaurantes puedes ir o cómo ir a un lugar al que no sabes llegar. Sirve también, y es la principal aplicación sanitaria, para eso mismo, para localizarte. Si sufres un accidente de tráfico o te encuentras mal, simplemente para pedir ayuda tu teléfono mandará tu posición a la persona que puede ayudarte. En ciertas situaciones, como accidentes de coche en carreteras secundarias o accidentes de alpinismo, es decir, situaciones donde el acceso de los equipos de emergencia sea difícil, esta localización permanente es vital para poder encontrar a las personas que necesitan ayuda.
Otra de las aplicaciones de la geolocalización es el uso de apps de deportes. Mucha de las apps para medir la actividad física necesitan localizar tu posición para poder medir la distancia realizada, el tiempo… es decir, para hacer una valoración de tu rendimiento físico. ¡Y aquí pocas veces denegamos que la aplicación nos localice!
La privacidad es un tema en continuo debate en la ehealth. La generación de datos y el uso de sistemas que permitan el análisis de éstos hacen que nos sintamos expuestos. Pero no todo son inconvenientes en este aspecto. La geolocalización puede servir para ver nuestro rendimiento deportivo y, quien sabe, puede que algún día nos salve la vida.