Vasos de cristal-SpainCCBY 3.0. Tamorlan – Own work
Uno de los elementos interesantes de nuestros terminales informáticos es la pantalla y fundamentalmente nos referimos a ella pensando en sus pulgadas y en su definición.
Es decir tanto el tamaño como la calidad de la imagen, que es nuestra interfase física de comunicación con la máquina, son variables que nos importan.
Hay varias empresas en el merdado que están trabajando con estos materiales para modificar sus características y hacer nuevos terminales que aporten valor a los ya existentes. Posiblemente uno de los futuribles sean pantallas de materales que podamos doblar o plegar modificando el tamaño de las mismas dependiendo del uso que queramos darles.
Una de estas empresas es Corning, que se dedica a la producción e investigación sobre los cristales y que ha desarrollado grandes avances en este sentido como la disminución de los reflejos de las pantallas que podemos ver en el siguiente vídeo.
Pero Corning también nos regala muestras de ficción de un futuro cercano en el que las superficies de cristal tendrán una importancia significativa en nuestra vida diaria y nuestras comunicaciones con otras personas.
«La vida en 50 años«, es un documental producido por Discovery Channel en el año 2009, en el que un grupo de científicos recrean lo que será el mundo dentro de medio siglo, en el 2057. Nos descubre de forma novelada los nuevos avances tecnológicos que vivirá la humanidad en los próximos años, los descubrimientos que podrán estar al servicio de la salud, la futura forma de vida en las grandes ciudades y las grandes transformaciones que experimentará el mundo.
Crea un mundo que se puede disfrutar en las películas de ficción con el rigor y la seriedad de un documental. El mundo de un futuro no tan lejano. ¿Cuáles de estos avances llegarán a formar parte de nuestras vidas? ¿Cómo viviremos y qué nos ofrecerá el mundo en el año 2057?.
Presentado por el físico de la Universidad de la ciudad de Nueva York, Michio Kaku, el documental viaja al futuro basándose en las investigaciones de reconocidos expertos. En ella participan científicos del Instituto tecnológico de Massachussets (MIT), del instituto Max Planck, del laboratorio nacional de Los Álamos, de la universidad Brown también en EEUU, del Fraunhofer Gesselshaft, en Alemania, etc. Cuenta además con los testimonios de expertos de la NASA, de científicos de Honda, Audi, Siemens, etc.
Las hipótesis que plantea se basan en desarrollos científicos e investigaciones que se están llevando a cabo en estos momentos para mostrar como afectarán a nuestras vidas y los plantea con espectaculares recreaciones en 3D.
Creemos que este año va a ser importante para el desarrollo del negocio de las aplicaciones sanitarias sobre sistemas móviles y en el blog estamos apostando por esta temática.
Posiblemente durante este año se haga más explícita normativa o recomendaciones sobre sus funciones y características y se creen espacios de debate entre profesionales sanitarios y desarrolladores.
Por otro lado la selección natural de las empresas desarrolladoras, propio mercado de aplicaciones y los consumidores irán marcando el camino de la comercialización de las mismas.
Diversos estudios realizados sobre descarga de aplicaciones ya nos están dando una serie de pistas de las necesidades y hábitos de consumo de las mismas. Tomando como referencia el estudio realizado en 2013 por applicantes y publicado en su entrada Los países más ‘apptivos’ de Iberoamérica extraemos las siguientes conclusiones:
España es el país iberoamericano con mayor penetración de smartphones (63% de índice de penetración) y apps (19 apps instaladas de media y de ellas 6 de pago).
Argentina es el país líder en América Latina con índice de penetración de smatphones del 27% , 16 apps de media y 4 app de pago.
En tercer y cuarto lugar se encuentran Méjico y Brasil.
En cuanto a los tipos de apps más descargados en estos países están juegos (52,5%), herramientas y productividad (19,3%), comunicación y redes sociales (18,3%), foto y vídeo (5%), navegación (3,3%) y salud y ejercicio (1,6%).
Los resultados se pueden ver en la siguiente infografía creada por Applicantes
Además de este estudio tenemos otros datos procedentes de The APP Date – Madrid a partir del Informe AAPS Septiembre 2013 referidos a España.
La mayoría de apps se descargan en teléfono móvil, seguido de tableta y de TV.
La mayoría de aplicaciones descargadas en cualquier sistema operativo son gratuitas.
El sistema operativo con mayor descarga es Android (87 millones de descargas) seguido de iOS (24 millones), WindowsPhone y BlackBerry.
El sistema operativo que más descargas de pago tiene es iOS (20%).
Lo podemos ver en la siguiente infografía.
Con estas perspectivas de hábitos de descarga; muchas aplicaciones descargada y la gran mayoría de ellas gratuitas se está estableciendo un hábito de consumo un tanto peculiar alimentando «lo gratis» dentro de la red.
Por eso no nos ha llado la atención un artículo de El País que nos asegura que el 99,99% de las aplicaciones no serán rentables, basándose en un estudio realizado por la consultoría Gartner que cree que para el año 2017 , el 94,5% de las descargas serán gratuitas.
Ante ello nos planteamos las siguientes reflexiones:
¿Qué pasará con las empresas desarrolladoras?.
¿Se tenderá a un desarrollo «altruísta» por parte de particulares o pequeñas empresas?.
¿Qué pasará con desarrollos de calidad si no son rentables?.
¿Estamos habituados a consumir gratis en Internet?.
Si estas reflexiones las proyectamos a aplicaciones sanitarias hay que tener en cuenta que realizar una aplicación con criterios de calidad tanto en su formato como en sus contenidos supone un esfuerzo importante tanto en su realización inicial como en su mantenimiento continuado. Si no se va a obtener un beneficio de este trabajo ¿tendrán que ser las instituciones públicas quienes tengan que empezar a desarrollar aplicaciones?, ¿están preparadas para hacer esta apuesta? (las últimas aplicaciones desarrolladas por el Ministerio de Sanidad no son un ejemplo de calidad ni de utilidad).
¿Tendrá futuro el mercado de apps sanitarias tal y como se plantea en la actulidad el mercado?.
Muchas preguntas para el debate. Esperamos vuestras opiniones.
Un nuevo concepto de mHealth se está desarrollando al incluir una serie de sensores o medidores de variables de salud en la propia estructura del teléfono en vez de asociarlos a aplicaciones de software que se instalen. es decir, el propio teléfono, como instrumento, se va a convertir en un monitor continuado de variables sanitarias.
El terminal, que ya se ha denominado «healthPhone» se viene desarrollando desde hace años presentándose algunos prototipos desde 2012, pero su última versión, el LifeWatch V7 se ha presentado este año en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Tiene sensores para medir la temperatura corporal, presión arterial, pulsioxímetro, frecuencia cardiaca, análisis de la grasa corporal, realización de un electrocardiograma de 35 segundos, una agrupación de variables con las que configura un «nivel de estrés» y un dispositivo para la monitorización de glucemia.
Este dispositivo se ha comercializado por la empresa israelí LifeWatch que desde hace unos años nos viene mostrando en vídeos su versión anterior (LifeWatch V5) en su canal de YouTube.
Independientemente de los adelantos técnicos que puedan suponer la integración de estos sensores en un terminal de teléfono movil, ¿son realmente útiles?, ¿qué ventaja aporta la monitorización continuada o la posibilidad de acceso a tantas variables biológicas en la vida real?.
En la política de privacidad del producto se insiste mucho en la confidencialidad de los datos y en la posibilidad que el usuario borre y decida almacenar o no los datos que se recojan sobre las variables en su salud y el compromiso de la empresa de no cederlos a terceras personas.
Se habla de «sensores de alta calidad» para la medición de variables biológicas pero no se ofrecen las empresas que los han desarrollado ni los test de validación de dichos sensores.
Se han creado una serie de «planes específicos en salud» para que los usuarios de este teléfono puedan integrarse en servicios adicionales de seguimiento, soporte y consulta médica virtual.
Posiblemente este terminal en una persona que tenga un transtorno obsesivo en su salud va a constituir una herramienta perfecta para una monitorización casi continuada, una preocupación desmedida, una hiperfrecuentación y uso de servicios sanitarios y generar unos niveles de estrés muy elevados.
Me asaltan varias dudas respecto a esta tecnología que posiblemente sea una de las líneas de trabajo en mHealth:
No tengo muy claro hacia qué tipo de paciente va dirigido el terminal. No creo que tener acceso a una gráfica con la frecuencia cardiaca, temperatura corporal, tensión arterial, glucemia y registro electrocardiográfico sea útil de una forma tan frecuente como para llevarlo siempre a mano. A lo mejor en algún tipo muy específico de paciente formado, con alguna enfermedad crónica de riesgo, que haga alguna actividad deportiva o de ocio que le pueda generar situaciones de sobrecarga y que se encuentre alejado de servicios de asistencia sanitaria, pudiera tener alguna utilidad.
O todo lo contrario… ¿en algunos casos no podrá dar una sensación de falsa seguridad llevar una monitorización a demanda atreviéndose a realizar actividades que puedan suponer algún riesgo en un paciente concreto?
Tampoco tengo muy claro la validación de la medida y calibración de todos los sensores de los que dispone el terminal y cada cuanto tiempo hay que comprobar su validez.
No he visto estudios sobre su utilización ni creo que haya demostrado su capacidad de producir una respuesta sanitaria en menor tiempo y por lo tanto que sea realmente útil para originar una acción positiva desde el punto de vista sanitario.
Posiblemente estemos ante la tendencia que dar propiedades en salud a algo que no lo tiene.
Pasaremos de los alimentos hipersaludables enriquecidos con sustancias o productos que ofrecen aportaciones en salud mucho más allá de lo imaginado «alimentando» nuestras defensas, «fortaleciendo» nuestros huesos, «combatiendo» al colesterol, creando nuestros «momentos» contra el estreñimiento, o haciendo que esa «enfermedad» llamada menopausia no tenga «síntomas»; a instrumentos sin los cuales nuestra vida «puede estar en un grave peligro».
Sigo sin tenerlo muy claro… pero ¿irá la mHealth por este camino?
Llama mucho la atención que cuando buscamos en Internet sobre salud y tecnología existe mucha información sobre cómo se pretende que sea el hospital del futuro y muy poca sobre como se pretende que sea la atención primaria y el centro de salud del futuro.
La comunicación y monitorización del paciente en su domicilio para evitar en la medida de lo posible en ingreso hospitalario es uno de los objetivos que va a favorecer la sostenibilidad del sistema público de salud y a mejorar las condiciones del paciente ya que disminuyen los riesgos asociados al contacto del enfermo con el propio sistema hospitalario.
De esta forma los ingresos en el hospital se tenderán a minimizar manteniéndolos el tiempo imprescindible para realizar las acciones que se deben hacer en un hospital de agudos.
Pero, ¿qué va a pasar con el apoyo en el domicilio que van a precisar los pacientes?. Los profesionales sanitarios que estamos en la cabecera su cama, en sus domicilios somos los profesionales de atención primaria y por lo tanto deberán existir sistemas de comunicación adecuados entre profesionales de diferentes niveles asistenciales compartiendo información clínica y con posibilidad de comunicación directa y ágil.
¿Van a ser dados de alta estos paciente con la escasa información con la que actualmente son dados de alta?, ¿van a acudir los profesionales de tercer nivel asistencial a los domicilios de estos pacientes en caso necesario?, ¿seremos los profesionales de primer nivel asistencial meros ejecutores de órdenes clínicas sin participar en la conversación establecida entre el paciente y su especialista hospitalario?.
Evidentemente seguimos teniendo una nula visibilidad en un sistema hospitalocentrista. La eSalud se sigue dirigiendo hacia el hospital y tenemos una nueva oportunidad de ser agentes claves en este proceso.
Posiblemente profesionales del primer nivel asistencial somos los que tenemos una presencia mayor en redes sociales y deberíamos utilizar esta presencia para dar visibilidad hacia el futuro de nuestro papel en esta eSalud que están planificando sin contar con nuestra visión.
Pero no solamente pacientes dados de alta se pueden beneficiar de la tecnología aplicada a la salud. Seguimos pensando que la comunicación, la educación y la participación de los ciudadanos en el mantenimiento de su salud y en la adquisición de hábitos de vida saludables o el mantenimiento de procesoso crónicos van a ser importantes dentro de este escenario.
Es responsabilidad nuestra seguir creando contenidos educativos sanitarios de calidad, establecer nuevas vías de comunicación no presenciales y seguir siendo punta de lanza en la innovación para que no podamos ser (de nuevo) ignorados por la administración.
Si se sigue ignorando a la atención primaria en este proceso llegará el momento, que en un sistema con mayor accesibilidad y conocimiento, el hospital no pueda seguir siendo el centro de la organización sanitaria de un territorio determinado.
No se cómo será el Centro de Salud del futuro pero sí tengo claro cuáles serán mis funciones como Médico de Familia del futuro: las mismas que ahora (asistenciales, investigadoras, de autogestión, comunicadoras y educadoras en salud) pero espero que con herramientas que faciliten (y no entorpezcan) mis funciones.
Muchos clásicos de la ciencia ficción de hace muchos años tuvieron una visión muy acertada de lo que ha sido el futuro.
Desde la llegada del hombre a la luna hasta teléfonos inteligentes son realidades actuales que tuvieron su intuición muchos años años antes y fueron plasmadas en el cine.
Georges Méliès en 1902 ya vislumbró la llegada del hombre a la luna.
que incluso podemos ver en una versión renovada y coloreada.
Pero tenemos muchos más ejemplos de cine ya clásico que nos muestran la relación entre el hombre y la máquina.
El primer robot en el cine aparece en 1927 en la película metropoli de Fritz Lang
Para que la ciencia ficción sea cada vez más ciencia y menos ficción.
Os presentamos una serie de vídeos que nos muestran el «coche del futuro» que no solamente tendrá aplicaciones que aumenten la seguridad sino que se opta por sistemas de energía limpios, aplicaciones de conducción semiautomática o automática y sistemas de comunicación con otros vehículos, semáforos e incluso con el asfalta de la carretera… si es que circulan por ellas.
Vehículos flotantes sacados de películas de ciencia ficción que nos presentan otras marcas basados en levitación magnética
Y esto hará que cambie la conducción del futuro haciéndola más cómoda y sencilla.
O llegando a formar un tren de carretera.
Seguridad, eficiencia, geolocalización y combustibles limpios parece que van a ser el futuro de la conducción.
El internet de las cosas se refiere a la posibilidad de interconexión en red de elementos cotidianos que se puede aplicar a elementos domésticos (domótica, autos inteligentes) o a herramientas profesionales e industriales.
Se trat de un campo conde la robótica y las herramientas de comunicación conflyen de una manera armónica para «dotar de inteligencia» a elementos u objetos.
Actualmente existen elementos de este tipo que se han ido desarrollando y ya no son un futurible y se están aplicando cualidades de este tipo a elementos cotidianos de forma que la comunicación va más allá del ordenador o del teléfono. Los paneles o tabletas digitales que aparecen como futuribes en «Star Trek» son ya una realidad que muchos de nosotros tenemos, existen relojes que nos comunican y gafas revolucionarias que nos recuerdan a las visiones de «Robocop».
También tenemos sistemas de calefacción e iluminación que ajustan estas variables de forma automática en nuestros domicilios, básculas que nos sigieren ejercicios físicos o dietas dependiendo de nuestro peso, sistemas que detectan en los frigoríficos la falta de ciertos productos u hornos que nos permiten bajarnos recetas de cocina de Internet.
Ya es habitual tener sistemas de detección de fallos en nuestros coches u ordenadores a bordo que nos ofrecen las rutas más eficientes para la conducción.
Televisores que son mucho más que televisores, gafas que son mucho más que gafas… y… ¿qué nos deparará el futuro?.
Durante esta semana os iremos ofreciendo visiones de futuro sobre el «internet de las cosas».
Los adelantos domóticos van a originar progresivos cambios en nuestras casas deurante los próximos años. Muchos de ellos promocionando hábitos de vida más saludables que van a afectar a nuestra salud.
El denominado «internet de las cosas» va a estar presente en nuestros electrodomésticos, el televisor o la iluminación de las diferentes habitaciones con una presencia muy importante en nuestras cocinas y baños.
Aplicaciones para hacer pedidos de la compra, seleccionarnos dietas más saludables, controlar nuestras variables físicas o estimularnos a hacer ejercicio van a ser aplicaciones de futuro en este sentido.
En esta semana que hemos dedicado al futuro os queremos presentar una infografía que recoge datos del presente.
!Presente!, ¿se han vuelto locos estos chicos de la SoMaMFyC que no saben distinguir presente de futuro?, ¿las guardias y los precarios contratos de algunos de los miembros del grupo les atrofian las neuronas?.
Todo tiene su explicación. Se trata de un presente en otras latitudes, en otros lugares, lejanos… ojalá pudiéramos decir que se trata de nuestro presente.
En esta infografía podemos ver lo que pasaría, también en nuestro medios, si la apuesta por las herramientas digitales en el contexto de la salud pública fuera una realidad y no unas palabras bonitas en el contexto de un discurso.
Cómo existe un acuerdo que con buenas aplicaciones, buenas herramientas de comunicación con nuestros pacientes y un poco de buena voluntad podríamos tener mejor control de nuestros pacientes crónicos.
¿Que nuestros mayores no manejan herramientas?. En la localidad donde paso consulta hay cursos de Internet para mayores y muchos de «mis mayores» ya se citan a través de estas herramientas… y hasta algunos de ellos leen este blog.