La genómica va a suponer una nueva revolución que actualmente se encuentra a las puertas de nuestras actividades sanitarias.
Por un lado los sistemas de mapeo del genoma cada vez son menos costosos y en pocos años pasarán a ser una opción asequible a muchos bolsillos. Por otro lado tenemos sistemas de almacenamiento para albergar toda la información derivada de los mismos y existen herramientas para gestionarla.
Tener nuestro mapa genómico nos va a abrir nuevos campos en la prevención, en el diagnóstico y en el tratamiento totalmente personalizado a cada una de las personas.
Nos lo contaba Ignacio Hernández Medrano (@ihmedrano) en mayo de 2016 en el I Hackaton de Salud celebrado en Madrid y organizado por COMSALUD.
Y también nos lo ha contado recientemente en un artículo titulado «El Internet del ADN» donde hace una reflexión de la necesidad próxima de la existencia de «bancos de genoma» para albergar de manera segura toda esta información y en otros muchos foros.
Además de las grandes ventajas y de los potenciales riesgos se nos crean otros problemas que tendremos que analizar.
Esta mañana también he estado leyendo otro interesante artículo (no me acuerdo del autor… por lo que no puedo enlazarlo ni citarlo y eso que llevo buscándolo un montón de tiempo, por lo que os pido que si os suena la referencia de lo que os voy a contar me lo digáis en los comentarios y rehago esta entrada). En este artículo hacía un paralelismo entre una supuesta segunda parte del cuento «El traje del rey» y el BigData. En este cuento el rey, al darse cuenta que estaba desnudo paseando, mandó hacer telas y creó un montón de trabajos y puestos relacionados con todo tipo de telas, su importación y exportación, su almacenaje y su seguridad, pero… no desarrolló el trabajo de los sastres y al final, volvió a salir desnudo ante sus súbditos, aunque el reino estaba lleno de telas.
Hace una reflexión sobre lo que nos puede pasar con el BigData en este sentido… ponemos mucho empeño en el dato (en su obtención, en su almacenamiento, en su seguridad, en la confidencialidad de los mismos) pero no hay que olvidar que esos datos han de pasar a ser información útil y de eso se han de encargar personas.
La genómica va a ser una fuente de Big Data… que ha de ser interpretada de forma individual y global para que sea útil en un futuro.
Hemos hablado de los diferentes artilugios que hay para realizar RCP. Hemos visto la importancia de los DEAs, el LUCAS y los drones ambulancia. ¿Pero qué nos depara el futuro?
El futuro más próximo está encaminado a alertar a los servicios de emergencia de la forma más rápida posible a través del móvil. Actualmente los móviles son el centro de control de los wearables, widgets que nos permiten monitorizar diversas funciones del cuerpo. El móvil o los smartwatches podrán detectar la aparición de esta parada cardiorrespiratoria, poniendo en marcha el aviso de la urgencia lo más rápido posible. Esto, como hemos visto en post anteriores, es fundamental. Cada segundo que adelantemos en el inicio de las maniobras de resucitación, mayor es la probabilidad de no tener consecuencias a largo plazo.
Hemos dicho una palabra clave: wearables. Y estos pueden ser claves en el futuro de la RCP; y no solo en avisar. ¿Pueden realizar la RCP? Tenemos ya relojes inteligentes que pueden medir la frecuencia cardiaca de una persona. ¿Se podrían desarrollar programas que detectaran alteraciones en la conducción de los impulsos eléctricos y corregirlos? Hace tiempo escuché que en el futuro, los soldados iban a llevar millones de wearables para medir estas funciones biológicas. Y además iban a llevar camisetas que actuarían como los DEAs, de tal forma que si un soldado sufren una parada cardiorrespiratoria en un área aislada y de difícil acceso, la camiseta iniciaría de forma automática la reanimación. Tal vez en un futuro, estas camisetas no solo las lleven los soldados, sino todo el mundo.
Sin embargo creo que el futuro de la RCP se basa en algo fundamental: la educación población. Si enseñásemos a la gente qué pasos son lo que debe realizar ante una situación así, la tasa de fracaso de RCP sería mucho menor. La enseñanza de la RCP a través de aplicacione móviles o simuladores de realidad virtual son realmente el futuro de la RCP
Este avance, por muy futurista que nos parezca, es una de las futuras revoluciones en la medicina. La impresión 3D es hacer objetos en 3D a partir de un prototipo diseñado en un ordenador. Os dejo este vídeo de Tecnonauta donde nos informan sobre esta gran revolución.
La aplicación de las impresoras en medicina se llama biorreprografia y consiste en básicamente eso, la capacidad de imprimir en 3D partes de nuestro cuerpo. Actualmente, como hemos visto en la noticia anterior, ya se pueden hacer huesos o prótesis. Esto es de vital importancia ya que muchas personas con problemas en brazos o piernas pueden recuperar parcialmente la movilidad gracias a estas bioprótesis impresas. Sin embargo, el siguiente paso no es tan fácil.
La impresión de órganos en 3D puede ser la gran revolución de la medicina del futuro. La posibilidad de hacer los órganos que queramos y al ritmo que queramos elimina la problemática de las listas de esperas de los trasplantes. De hecho desaparecerían. Sin embargo esto no es nada sencillo. El problema de imprimir estos órganos no es solo el hecho de su complejidad, sino de su estructura. No es lo mismo crear una víscera hueca que una víscera sólida. Y tampoco es fácil reproducir la complejidad de los órganos.
Imaginaros por un momento que queréis imprimir un corazón. No solo hay que pensar en el diseño del propio órgano, sino también en las distintas células que posee: los miocitos, las células del sistema de conducción, las valvas, etc. Es decir, tenemos que crear un órgano con millones de células que no todas hacen lo mismo pero tienen que estar coordinadas para poder hacer una función correcta.
¿Veis esto posible? ¿Es la impresión en 3D la solución a la falta de órganos? ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para ver esto?
Una combinación de futuro. Los bots pueden ser una vía de exploración de futuro para la salud. La big data también. ¿Qué pasará si los combinamos?.
Crear un sistema de inteligencia artificial capaz de ir aprendiendo de forma progresiva y que sea capaz de toma de decisiones al que le vamos alimentando de conocimientos teóricos reales (conectado a una base de datos de publicaciones científicas) y de datos reales de pacientes (procedentes de fuentes clínicas) … ¿llegaría a tener capacidades de diagnóstico?.
Posiblemente sí.
¿Sustituiría el papel de una persona?. Posiblemente no ya que el contacto humano es insustituible por mucha interfaz humanoide que tenga nuestro bot.
¿No os gustaría tener un «amigo» así en la consulta?. Posiblemente fuera un poco «listín repelente» pero indudablemente de gran ayuda.
Se plantean numerosos problemas éticos:
Cuando aún no tenemos claros temas de confidencialidad y privacidad… ahora toman unos matices diferentes ¿estaríamos dispuestos a ceder nuestros datos para que estos robots fueran capaces de aprender? (la cantidad de datos dentro de una big data para que puedan ir desarrollando conexiones lógicas es muy, muy, muy grnade), ¿en caso de desarrollarse un proyecto de este tipo y viendo el beneficio global sería ético negarse a cederlos?, ¿podría la institución sanitaria cederlos o utilizarlos sin necesidad del permiso explícito de cada uno de nosotros?.
Puede pasar que nuestro sistema inteligente sea capaz de apreciar patrones que aún los seres humanos no hemos relacionado e incluso adelantarse a diagnósticos. Esta situación estaría muy bien ya que nos permitiría poder estar más vigilantes o actuar de antemano antes de que se produzca una situación concreta… pero ¿si el problema es que nos encontramos ante una persona con más de un 90% de tener un brote esquizofrénico que tiene un 90% de probabilidades de presentarse de forma agresiva?, ¿podremos hablar de presonalidades predelincuentes?, ¿de detenciones preventivas antes de que se cometan delitos?…. ¿no os suena una escena de una película?
Otras películas nos hablan sobre los dilemas que nos puede generar la Inteligencia Artificial.
Que Google es una de «las empresas» lo tenemos claro. En los últimos años sabe mucho de nosotros tanto de forma individual como de manera colectiva a través de la interpretación de los múltiples datos que tiene de nosotros a través de análisis de Big Data.
Pero ¿a dónde está orientando su futuro?. Hemos descubierto un vídeo que no sabemos cuánto tendrá de verdad, pero no nos ha extrañado las líneas de investigación que muestra como futuribles de esta empresa.
Lentillas de contacto inteligentes, coches autónomos, tejidos inteligentes, drones, realidad virtual, inteligencia artificial, robótica, nuevos fármacos y avances contra el envejecimiento celular, teléfonos móviles revolucionarios… Todas estas líneas de trabajo o proyectos seguro que están entre la innovación de esta empresa.
¿Será verdad lo que nos plantea este vídeo?. La verdad es que ofrece una serie de datos concretos y no alejados de lo esperado en las líneas de investigación tecnológicas actuales.
Está claro que el mundo está cambiando y cada vez más y más rápido y que se plantearán nuevos riesgos, nuevos dilemas éticos y nuevas posibilidades en torno a la tecnología.
Una década apasionante con cambios seguros en el concepto de salud y en las herrameintas para combatir procesos y enfermedades.
Se acercan las vacaciones y tenía ganas de escribir una entrada sobre una de mis películas favoritas, Alphaville de Jean Luc Godard, dirigida en 1965.
Además de dar nombre a unos míticos cines con sesión golfa madrileña hace unos años (ahora menos golfa, como casi todo en Madrid), es una de las películas representantes de la nouvelle vague francesa.
En un agobiante blanco y negro nos cuenta las aventura de Lemmy Caution (Eddie Constantine) un agente secreto enviado a Alphaville con dos motivos: localizar a otro agente desaparecido, Henry Dickson (Akim Tamiroff) y asesinar al fundador de la ciudad, el científico conocido como Profesor Von Braun. Para ello se presenta como un periodista que desea entrevistarse con el Profesor, para lo que tendrá que tratar con la hija de éste, Natascha (Anna Karina), quien es enviada como intermediaria. Pronto se da cuenta que Alphaville es un lugar especial donde nada es lo que parece y los sentimientos no se expresan de la forma a la que estamos acostumbrados.
Me sigue haciendo pensar este film que se llevó el Oso de Oro a la Mejor Película del Festival de Berlín porque hablando de un futuro próximo donde hay hilos sociales invisibles que manejan a la sociedad, podemos hacer un paralelismo (de las muchas lecturas posibles que tiene la película) con la irrupción unos años más tarde de Internet.
Aunque trata temas sociales muy genéricos, la doble lectura con las redes sociales como protagonistas de nuestra vida diaria, puede ser una nueva forma de volver a ver la película que siempre merece la pena.
Un poco de arte ilustrando la ciencia. Con vosotros, Alphaville
Hoy va a ser un domingo un poco menos fr´volo que otros ya que queríamos enlazar con la entrada de ayer sábado sobre la creación de órganos artificiales a través de impresión digital en 3D.
Ahora nos planteamos … ¿dónde reside el secreto de la regeneración tisular que existe en medio natural en nuemerosos seres?. Hacemos un repaso viológico de especies que teienen esta capacidad de autorregeneración a través de un reportaje muy interesante que os dejamos a continuación.
Hoy 21 de octubre de 2015 es el día elegido para el viaje al futuro de la famosa película Regreso al Futuro II (Robert Zemeckis 1989).
Un futuro de casi 30 años un tanto arriesgado pero que ha dado con algunos aciertos del día a día respecto a la tecnología cotidiana que imaginaron que íbamos a disponer.
En YouTube tenemos muchos vídeos que hacen referencia a esta mítica película, sobre todo a una gran cantidad de curiosidades ocurridas tanto en el rodaje d ela primera parte como de la segunda y tercera que tuvieron luf¡gar de forma simultánea.
Los viajes en el tiempo han supuesto una fuente inagotable para los guionistas de cine a veces con contradicciones y paradojas difíciles de solucionar .
Y sobre todo una serie de predicciones que hace la película en su segunda parte donde los personajes viajan a la fecha de hoy 21 de octubre. A las 4 :29 P.M … hace exactamente 30 unos segundos.
Hoy en honor de esta fecha hemos adelantado la publicación de esta entrada a la hora exacta española en la que el DeLoreanaterriza en su viaje en el tiempo.
Hoy es ya este futuro y podemos ver cuántas de esas predicciones se han cumplido, cuántas se encuentran aún dentro del entorno de la ciencia ficción y cuantas serán siendpo una fantasía.
Hoy no hemos querido hablar de salud, ni siquiera de tecnología… solamente dejadnos tener un poco de nostalgia de nuestra infancia con monopatines voladores
La llegada de la revolución social de Internet ha supuesto un cambio en una serie de conceptos muy cercanos a la esencia humana como es nuestra privacidad y nuestra intimidad. De forma cotidiana y sin ser conscientes de ello, estamos ofreciendo numerosos datos sobre nosotros mismos, nuestros gustos, nuestros deseos, miedos… y con ello se están construyendo grandes fuentes de conocimiento.
Lo hemos dicho y oído desde hace años… «Nada en la red es gratis y en cualquier servicio donde no eres el cliente que paga, te conviertes en la mercancia que esa empresa vende».
Estos cambios se está realizando de forma social de manera imperceptible. ¿Os habéis dado cuenta que hoy en día un bebé tiene más fotos en su primera semana de vida que muchos de nosotros durante toda nuestra infancia?, ¿a quienes llegan?, ¿a través de qué vías? ¿redes sociales, sistemas de mensajería inundados de información personal?…
Y las empresas valen más por la información que tienen de nosotros que por su valor empresarial intrínseco.
Pero… ¿es del todo malo?. Posiblemente no.
Es positivo que cuando estoy haciendo búsquedas sobre una compra determinada o un viaje determinado, de forma casi autoimática, toda la publicidad que me llega a través de spam de correo electrónico o insertada en mi navegación web, está relacionada con esa búsqueda.
Es positivo que todas las sugerencias, discográficas, de lectura o cinematográficas tengan grandes posibilidades de éxito ya que hay sistemas que llevan aprendiendo e interpretando mis gustos.
Es positivo tener almacenado y seguro toda la información relevante que yo voluntariamente desee y que pueda acceder a la misma desde cualquier lugar y dispositivo y dar permiso de acceso y edición a quien yo considere en cada momento.
Pero ¿qué acceso van a tener empresas y gobiernos a los datos que volunatriamente hemos metido y meteremos en diferenets espacios de la red?, ¿todas la cookies que acceden y almacenan nuestros datos están bien señaladas y sabemos exactamente qué datos recogen?, ¿qué sabemos sobre las conexioens ocualtas que hacen nuestros navegadores y qué tipo de información se transmite?, ¿qué información tienen de nosotros las grandes empresas?.
Posiblemente esta información no esté personalizada dentro de las grandes empresas ya que no les interessa tanto el dato específico de cada indivíduo, sino la interpretación de la stendencias de los datos (BigData) aunque es cierto que la presentación específica de una demando o producto en mi correo electrónico o en el espacio de publicidad dinámica durante mi navegación web hace que se hay personalizado la demanda (al menos respecto a mi IP).
En el Pew Research Centre se publicó el 18 de diciembre de 2014 el estudio «The Future of Privacy» por Lee Rainie y Janna Anderson donde se abordan estos interesantes temas que poco a poco nos van preocupando y dibujan en este informe un futuro incierto qu epuede hacer realidad, en ausencia de regulación, las peores pesadillas de la ciencia ficción.