Pues, eso.
Un abrazo y Feliz Domingo!.
Pues, eso.
Un abrazo y Feliz Domingo!.
La verdad es que estaba un poco ajeno a esta nueva creación del Bitcoin, aunque fue creado en 2008, y fue a través de un episodio de la tercera temporada de la serie «The Good Wife» (altamente recomendable) cuando supe algo de su historia y su existencia real. Crear una moneda virtual solucionaría algunos de los problemas de tener nuestro dinero «real» ( o los números de nuestras tarjetas de crédito) circulando por la red… aunque tampoco está muy claro que el concepto de dinero, tal y como lo entendemos en este momento de la historia, sea real; sino que tiene un valor que es determinado por autoridades y que dista mucho del valor real de un pedazo de papel o de una aleación metálica. Lo único real era el salario en sal o lasmonetadas de plata u oro.
Pero ¿qué es el bitcoin? ¿por qué surge?
El problema es crear un sistema monetario ajeno a las normas de los mercados, con gran volatilidad, diferencias de cotización muy elevadas y el riesgo de ser «millonario» en un día para pasar a ser «pobre» al día siguiente.
El bitcoin ha estado en los telediarios por algunas noticias un tanto peculiares como el extravío de un disco duro con las claves para acceder a todos sus fondos o los negocios ilegales que se pueden esconder detrás de estas fortunas virtuales.
¿Qué será de nuestro dinero en un futuro?
La entrada del viernes sobre una nueva app del Plan Nacional Sobre Drogas que me supuso una decepción por la falta de visión de un público objetivo concreto, la dispersión de contenidos, la adaptación de contenidos con un formato o una visión de web para un formato con una pantalla mucho más pequeña que hace que la navegación sea difícil y por la dispersión elevada de contenidos me ha hecho reflexionar.
Tener una app no debe ser una obligación, no creo que debamos pensar como sociedad que estar en la web es una obligación, sobre todo si no sabemos estar.
Tener una app por tenerla, para demostrar modernidad o para gastar una partida presupuestaria que está allí para ello es un dato de que esto no funciona bien, sobre todo porque la idea es buena pero se ha planificado, desarrollado y ejecutado de una forma muy mejorable.
La decepción de ayer me hizo regresar a las páginas de la aplicación «Libres» de la que hablamos en su momento, desarrollada por el mismo ministerio que la del Plan Nacional Sobre Drogas y que adolece de los mismos errores ya que se trata de una colección de recursos institucionales, una forma de contacto y no de la creación de una herramienta útil ni para la denuncia ni para el apoyo de la mujer.
Fui a la página de descagas de la aplicación de GooglePlay y en AppStore de donde saqué estos datos.
No se cuánto dinero público, de los impuestos de todos los contribuyentes, se ha gastado en crear una (ahora dos aplicaciones con la del PNSD) de las aplicaciones con menor utilidad de las que tengo instalada en mi teléfono.
Ser modernos es mucho más que hacer una app.
Ellos sí que fueron modernos.