Los congresos son una magnífica combinación de ocio y negocio, ciencia y diversión, creación de contactos y descubrimiento de nuevas personas interesantes que tienen mucho que aportar.
En una ciudad amable que nos recibió con los brazos abiertos tuve la oportunidad de descubrir y redescubrir a buenas personas (nuestro trabajo se basa en personas y está muy bien aplicar los mismos parámetros a nuestros compañeros).
Tuve la suerte de compartir tiempo y hotel con los «resis de la madrileña» y el honor de compartir mesa y ocio con ellos (aún me acuerdo de la terrible mañana del viernes), de desvirtualizar a MªAngeles Medina, Carlos Fluixá, Juan Quintana, Francisco Guerrero, Roser Marquet, Tiago Villanueva… y de reencontrarmes con caras conocidas que hacía tiempo que no veía.
La alegría y optimismo de unos residentes que quieren llegar a ser grandes médicos de familia, las peleas y luchas de los jóvenes médicos de familia y sus aspiraciones para diluir fronteras y aprender de otros compañeros en otros entornos a través del Movimiento Vasco da Gama, la ciencia en bruto que surgía de una reunión de trabajo en torno a una beca FIS que pude compartir con Jefes de Estudio y Técnicos de Unidades Docentes de varias Comunidades Autónomas, las aspiraciones de las nuevas tecnologías con experiencias en varias federadas. Todo ello fue «mi Bilbao 2012». Gracias desde aquí a todos quienes contribuyeron a mi desarrollo como persona y profesional compartiendo ciencia, anhelos, proyectos y zuritos.
Descubrir y redescubrir. Momentos de café, de presentaciones, de intercambio informal de ideas y correos electrónicos.
Espacios para afianzar proyectos y trabajos, para imaginar y plantear nuevos retos, para estimular la creatividad y la innovación.
Esperemos que algunos gérmenes plantados puedan llegar a brotar y que Bilbao 2012 sea el inicio de nuevos retos personales y grupales que aporten novedades para la medicina de familia.