Las 10 cosas que aún tienen que aprender los nativos digitales


Aunque los términos nativo digital e inmigrante digital ya no están tan de moda es cierto que ya han empezdo a madurar las primeras generciones que han nacido y se han educado con herramientas digitales en su entorno más inmediato. Esto ha podido modificar ciertos aspectos de la percepción de nuestro entorno próximo, pero se han podido perder otras visiones por el camino.

 

Fue viral en vídeo de cómo una niña pasaba los dedos por una ilustración de una revista en papel y su frustración al ver que la imagen no cambiaba tal y como ella esperaba. Porque el papel de la revista no se comporta como la pantalla de una tableta digital.

Este es un ejemplo bastante representativo de lo que significa la irrupción de las herramientas digitales con su inmediatez.

No podemos compara con los mismos criterios dos generaciones, y siempre va a existir un vacío generacional importante que evidentemente se expresa más en los hechos diferenciales (muchos de ellos relacinados con los adelantos tecnológicos) y las necesidades que éstos nos pueden llegar a generar.

De esta manera hay personas ancianas que llegan a parender a manejar herramientas digitales complejas si obtienen un beneficio importante de las mismas. Por ejemplo hay ancianos capaces de manejar a la perfección programas de videoconferencia si es la única manera de estar en contacto con familiares que se encuentran a distancias muy lejanas. Y es que una madre o un padre es capaz de cualquier cosa por un hijo o hija (y no hablemos de los nietos).

Inmigrante digital

Pero hay una serie de aspectos que no vienen dados por nacer y crecer en un entorno digital y más cuando los padres y educadores (en el más amplio sentido de la palabra) hemos aprendido y estamos aprendiendo día a día las características de estas herramientas.

Como cualquier otra herramienta se precisa de un aprendizaje y de un entrenamiento en su uso… el problema es cuando quienes tenemos la responsabilidad generacional de educar en este sentido no tenemos las cosas claras desde el principio. A este respecto aún me acuerdo de frases que escribí en los primeros años de Facebook y que en elmomento actual no se me ocurriría escribir en ninguna red social… posiblemente porque hace unos años pensábamos que las redes sociales tenían una privacidad que posteriormente nos hemos dado cuenta que no existe.

Creo que hay unas cuantas cosas que debemos enseñar a nuestros pequeños nativos digitales:

  1. No hay nada gratis en la red: Estamos acostumbrados a obtener contenidos y servicios de forma «gratuíta» (falsamente gratuita). Pero no nos damos cuenta que el hecho de no pagar dinero no significa gratis, sino que estamos dando algo mucho más valioso a una empresa que el dinero… información sobre nosotros mismos (nuestros gustos, preferencias, amistades…). Cuando en un producto o servicio no pagas nada a cambio dejas de ser el cliente para convertirte en mercancía.
    Dentro del mundo del «todo es gratis» este hecho ha de quedar muy claro y debe ser aprendido por los más jóvenes ya que muchas veces estamos dando demasiada información personal sin ser conscientes de ello.
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  2. El límite de los público y lo privado: Es cierto que en cirtas fases de la vida no tenemos muy claro donde está este límite y posiblemente a lo largo de la madurez vamos marcando la frontera personal donde establecemos qué es lo que queremos compartir y qué queremos que quede en nuestra intimidad personal o familiar. De esta manera es frecuente ver en los perfiles de adolescentes ciertas imágenes que posiblemente no subirían unos años más tarde. Enseñarles que piensen qué quieren subir y qué imagen quieren dar posiblemente sea suficiente… y que sepan que es posible que tras ese clic es muy difícil poder borrar una imagen de internet.
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  3. Los peligros de acoso en las redes sociales: El acoso siempre ha existido. Pero antes era un acoso directo, frente a frente. Ahora se produce un acoso masivo e indirecto tanto entre iguales (jóvenes) como entre desiguales (adulto/joven). La existencia de delitos de acoso sexual a menores a través de ciertas redes sociales es un hecho que no se debe ignorar y debemos preparar a los jóvenes para ello.
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  4. Habilidades en el mundo real: El mundo virtual no es el único mundo existente. Cada vez es más frecuente la existencia de jóvenes con grandes habilidades (sobre todo de comunicación) dentro del entorno digital (con sus herramientas a base de emoticonos, memes, gifs…) y que están perdiendo habilidades de expresión tanto oral como escrita en el mundo real. No debemos ignorar la existencia del mundo digital como parte integrante del mundo en que vivimos en la actualidad, pero no debemos hacer que unas habilidades resten competencias en otras habilidades también necesarias.
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  5. Interacción interpersonal: Los códigos de relación en el mundo virtual son diferentes a los códigos de relación en el mundo real. La posibilidad de expresarnos con un lenguaje no verbal (en cierta manera sustituído en el mundo virtual por emoticonos o pequeños vídeos inmediatos en numerosas redes sociales y sistemas de comunicación) no debe perderse. Incluso hay interacciones entre personas muy cercanas (compañeros de clase) más frecuentes e intensas a través de redes que a través del contacto directo (aunque éste se totalmente viable por proximidad).
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  6. Inmediatez: No tengo muy claro si esto es un peligro o se trata de una característica de los nuevos modelos sociales a los que vamos evolucionando ya que no solamente afecta a los más jóvenes, sino que nos está afectando a todos. Con la llegada de los teléfonos inteligentes y la gran cantidad de datos que tenemos a nuestra disposición, portamos en nuestros bolsillos grandes máquinas que nos acercan al conocimiento y a la obtención inmediata de información. Si hace años teníamos alguna duda debíamos esperar a llegar a nuestra casa o una biblioteca y consultarla. En el momento actual esto no es así. Cada vez es más frecuente que surga una duda en una conversación y que alguien saque su teléfono y busque la solución de manera inmediata.
    Esta inmediatez no solamente se produce para resolver dudas (conocimiento) sino que aparece también en nuestras relaciones. ¿Cuántas veces esperamos respuesta inmediata de nuestro interlocutor en una interacción en redes sociales o plataformas de mensajería? (sobre todo ahora que sabemos que el mensaje ha llegado y ha sido leído… ¿No nos genera ansiedad saber que la otra persona ha leído el mensaje y no nos contesta?, ¿por qué pretendemos que un sistema asíncrono se vuelva síncrono?.
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  7. Nuevas maneras de exclusión e inclusión: La generación de grupos en el mundo virtual tiene las mismas características antropológicas que en el mundo real. Nos agrupamos por proximidades y afinidades. La aceptación o no en un grupo determinado viene dada por una o ambos tipos de variables. Los sistemas de comunicación digital hacen muy sencillo e impersonal excluir a un miembro del grupo, simplemente con «expulsar» a ese miembro con un clic de alejamos de la participación y por lo tanto estamos haciendo público ante el resto de los miembros de la comunidad que no queremos que esa persona sea parte de la misma.
    Pero estas herramientas nos permiten entrar en contacto de forma maravillosa con personas con las que compartimos afinidades y que de otra manera no podríamos entrar en contacto. Un ejemplo muy claro (y muy sanitario) es la posibilidad que tienen los familiares de niños con enfermedades raras (escasa incidencia y normalmente lejanía geográfica) de crear comunidades internacionales que agrupan a las familias de afectados compartiendo información y experiencias.
    Ser conscientes del poder tanto positivo como negativo de incluir y excluir de la comunidad a los participantes ha de ser una labor educativa.
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  8. Más allá del juego y del ocio: En mi contacto con nativos digitales vengo observando que han desarrollado grandes habilidades en el manejo de herramientas digitales relacionadas con el ocio. Son grandes jugadores (de videoconsolas, de juegos en movil o tableta…) con posibilidades gráficas, multijugador y de inmersión en realidades virtuales que nunca llegamos a soñar una generación previa que empezamos a jugar con elementos poligonales de pocos bits… pero no han dado el salto al uso más profesional de la potencialidad de Internet.
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  9. Gestión de la información, del conocimiento y de nuestra red profesional: El desarrollo de estrategias de búsqueda de información profesional, la gestión de la gran cantidad de información que pueden llegar a obtener, la capacidad de discriminar lo importante de lo accesorio, la generación de una red de contactos profesionales o la participación en las redes sociales desde una perspectiva profesional son conceptos que hay que enseñar. Por mucho que se sepa manejar una herramienta, el cambio del enfoque de su uso es adquirido y se llegan a niveles de estudios superiores sin tener claro estos conceptos y sin haber desarrollado habilidades orientadas a estos fines.
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  10. Visión profesional de las herramientas: Es uno de los objetivos que me planteo en las clases. Personalmente cada vez que exploro una herramienta intento ver las aplicaciones potenciales que tiene en mi día a día. Normalmente las herramientas digitales son muy versátiles y aplicables a muchos campos. De esta manera cuando me enfrento por primera vez a una de ellas (ea una aplicación para movil, una red social, una aplicación sobre web, una plataforma de comunicación…) las preguntas que me hago son: ¿puede esto solucionarme algún problema cotidiano en mi campo profesional?, ¿tiene alguna aplicabilidad en la consulta?, ¿podemos darle un uso en salud?… Para cada una de las profesiones o campos del conocimiento o del saber, el poder responder a estas preguntas aplicadas a cada una de las herramientas es lo que va a hacer que como profesionales podamos ir creciendo gracias a Internet.

Es nuestra responsabilidad como miembros adultos de la sociedad y cada uno desde nuestro campo de acción (educadores, padres, adultos) ofrecer a los más jóvenes orientación en varios aspectos:

  1. La red no es una herramienta a nuestro servicio: Detrás de ella hay empresas que intentan obtener un margen de beneficio y que por lo tanto no nos dan gratis un servicio.
  2. La red tiene sus «reglas de juego»: Muchas veces están explícitas ( e incluso los adultos no las leemos) ¿acaso conocemos las condiciones del servicio de todos los servicios que utilizamos en la red?.
  3. La red no es inocua: Tiene peligros y riesgos que debemos conocer. También hay que dar herramientas para poder denunciar y comunicar malos usos o abusos detectados.
  4. La red es una herramienta de ocio… pero también profesional: Como profesionales no podemos estar de espaldas a todas las posibilidades que nos ofrece.

 

¿Cómo crear un gif animado?


Resultado de imagen de gif animado

Ya existen varias herramientas que nos permiten crear gifs animados a partir de vídeos propios o subidos a la plataforma de YouTube o de imágenes estáticas añadiéndolas efectos animados.

¿Que es un gif?.

Gif es la extensión de un archivo de imagen en Internet cuyo nombre deriva del acrónimo de Graphics Interchange Format. Se trata de una imagen de una paleta limitada de colores que permite animación. Su uso, para los que ya llevamos mucho tiempo en la red, fue muy popular antes del vídeo ya que fueron los primeros elementos gráficos animados que existieron en la red y se popularizó como elemento de animación en una web inicial muy estática (botones, banners…). En la actualidad han vuelto a tener mucho auge en redes sociales ya que su pequeño tamaño permite que sean incluídos estos elementos gráficos en mensajes de redes sociales y plataformas de comunicación confiriéndo mayor atracción a nuestros mensajes.

 

¿Cómo crear un gif?.

Existen numerosas herramientas para generar gifs y os vamos a presentar tres de ellas que son realmente sencillas.

Dos de ellas son plataformas en la red que funcionan de manera similar. Se trata de Giphy y Gifs. Se tratan de plataformas on line que permiten capturar vídeos de internet (Vimeo y Youtube o vídeos o imágenes propios) y convertirlos en gifs animados.

Funcionan de manera muy similar:

  1. Seleccionar el fragmento de vídeo (ya sea uno de nuestro propio ordenador o de una plataforma de vídeo).
  2. Generar elementos accesorios: ya sea texto, efectos especiales, cambios de tono de color, flips o inversiones de la imagen… Estos efectos pueden afectar a toda la extensión del gif o una extensión limitada del mismo.
  3. Una vez que hemos construído nuestro gif lo guardamos y nos permite descargarlo (puede servirnos para ilustrar nuestro blog) o compartirlo en redes sociales.

Una posibilidad que nos brinda Gifs es que si dentro de la URL de un vídeo de youtube escribimos delante de la palabra «youtube» la palabra «gif», nos abre directamente la pantalla de edición con el vídeo cargado de manera que no tenemos ni siquiera que acordarnos de la dirección de la plataforma y podemos generar un gif directamente desde youtube.

Otra opción es a través de una extensión para GoogleChrome que se llama MakeGIF video captura tal y como nos explica Andrés Fanatico en este video tutorial.

 

¿Son importantes los gifs?.

La verdad es que no son importantes pero se están popularizando en redes sociales y plataformas de mensajería. Sería atractivo generar una serie de gifs animados nosotros mismos (incluso como participantes en el gif) para personalizar nuestros comentarios e incluso hacer más atractivas nuestras participaciones en redes sociales.

Pero hay que tener siempre presente que si la calidad de no que vamos a transmitir no es buena, un buen gif no mejora el contenido.

Aunque en la difusión de mensajes de salud debemos ser innovadores y estar atentos a las nuevas tendencias o a generar mensajes que tengan más impacto en nuestros lectores, no hay que olvidar que lo importante es la calidad del mensaje y no el formato en el que vaya.

 

¿Son capaces las máquinas de pensar?


La forma que tenemos que las máquinas aprendan es muy parecido al aprendizaje humano y se basa en la exposicion repetida a situaciones con soluciones similares demanera que la experiencia repetida acumulada nos lleva a tomar decisiones que previamente ha sido útiles para la resolución de problemas similares ocurridos en nuestro pasado.

De esta manera generalizamos situaciones abstractas a partir de elementos comunes similares que vamos extrayendo de los acontecimientos que nos ocurren de forma cotidiana. De esta manera, la toma de decisiones puede representarse como algoritmos lógicos y éstos pueden traducirse a un lenguaje interpretable por las máquinas.

La diferencia con los humanos es que la exposición a situaciones de aprendizaje depende de circunstancias vitales (hay hechos que nos ocurren a edades más tempranas, otros en la madurez y a otros no nos enfrentamos hasta la vejez y es variable entre personas de manera que hay sujetos que tienen exposición vital a muchos acontecimientos mientras que otros sujetos tienen una vida con menos exposición y experiencias vitales). A las máquinas las podemos exponer de forma artificial a sutuaciones simuladas que éticamente no sería posible con humanos.

Además la velocidad de adquisición de datos por parte de una máquina es mucho más rápida ya que la máquina no tiene otras funciones (alimentación, descanso u ocio) y no se agota (puede trabajar 24 horas al día).

Esta es la relación existente entre Big Data (BD) y la Inteligencia Artificial (IA) ya que las cantidades ingentes de datos en múltiples formatos (BD) sirven para entrenar y dotar de experiencia a una máquina para que desarrolle y entrene algoritmos de toma de decisiones autónomas (IA).

Ya tenemos máquinas que a través de algoritmos lógicos y la exposición y entrenamiento con casos simulados a través de la introducción de datos son capaces de tomar decisiones. Es decir máquinas capaces de «estudiar», «experimentar» y «aprender». De esta manera tendremos que redefinir el concepto de aprendizaje que hasta hace pocos años era considerado como una actividad o cualidad prácticamente restringida a los seres humanos y a algunos otros primates.

Imaginemos que una máquina “sabe” todo el conteido de libros y artículos publicados en salud y que además está dotada de herramientas lógicas que permitan establecer relaciones entre ellos y capaz de pasar de un caso concreto a un pensamiento global (generalizar un caso concreto). Dispondremos de unan herramienta de diagnóstico que seguro es menos falible que el mejor médico del mundo ya que ningún médico, por mucha inteligencia y memoria que tenga, va a ser capaz de manejar todas las variables con tanta rapidez y precisión como lo hacen sistemas informáticos.

Podemos distinguir dos tipos de aprendizaaje aplicados a las máquinas:

  1.  Aprendizaje supervisado que requiere la participación humana quien determina las relaciones «correctas» e «incorrectas» que toma la máquina. De esta manera la función del humano es “reforzar” los aciertos para que tiendan a repetirse a lo largo del tiempo (similar al prendizaje de un niño).
  2. Aprendizaje automático o Machine Learning. Consiste en alimentar de experiencia a la máquina (a partir de Big Data) y que sea ella misma, mediante una serie de normas lógicas iniciales, la que sea capaz de ir aprendiendo de manera independiente a partir de la experiencia que le proporcionan los datos y sin el concurso continuado de un humano.

Así hay máquinas que aprenden guiadas por un humano y que tomarán decisiones que van a depender de las características que han condicionado su aprendizaje mientras que otras máquinas aprenderán de manera autrónoma a partir de sus experiencias (dadas por el Big Data) y sin concurso de los seres humanos.

¿Riesgos?. Aún muchos. ¿Qué pasará si en un futuro al igual que en muchas películas de ciencia ficción las máquinas deciden que el ser humano es un elemento que puede ser nocivo para su existencia?

Un ejemplo reciente ha sido el bot credo pro Microsoft llamado @TayandYou . La idea era crear un bot conversacional bajo el cual había una inteligencia artificial «virgen» y que a través de una red social (Twitter) se empezra a relacionar con otros usuarios que servirían como fuente de alimentación de datos. La idea original es buena pero el resultado final fue que en menos de un día se tuvo que restringir el uso de la cuenta de Twitter ya que empezó a dar respuestas machistas y violentas en las conversaciones.

Es decir en menos de 24 horas el bot empezó a decir lindezas como “Hitler tenia razón” “odio a las mujeres” o “las mataría a todas”.

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El problema es que la idea era buena, pero los seres humano no lo somos ya que el bot fue boicoteado por muchas cuentas de twitter (empresas de la competencia, piratas, cuantas fantasmas, graciosos…) que alimentaron a la inteligencia artificial de manera consciente con contenidos machistas, antisemitas y homófobos, generando una «personalidad» marcada con una serie de características.

Un experimento que iba a servir para ver cómo una IA podía alimentarse de forma autónoma de fuentes generles en una red social (aprendizaje tipo automático) se transformó en un aprendizaje de tipo supervisado «maleducando» la IA.

Posiblemente la experiencia no sirvió para demostrar lo que se quiería, pero sí nos mostró que al igual que podemos «maleducar» a un ser humano, podemos «maleducar» a una m´àquina… pero esto último solo en cuestión de horas.

Parece que las leyes de la robótica de Asimov creadas en un entorno de ficción en la década de los 40 tienen ahora más vigencia que en su época.

Ya existen numerosos ejemplos de Deep Learning (aprendizaje de máquinas sin concurso humano) y se establecen de manera compleja basándose en estructuras lógicas que se disponen en capas complejas (sistema parecida a la interconexión de redes neuronales). Muchas de estas capas están «especializadas» en temas concretos, es decir que al igual que las neuronas, podemos tener capas neuronales especializadas en “ver”, en “escuchar” o en “relacionar” (Para prender más cómo funcionan estos sistemas desde ejemplos básicos a la complejidad es fundamental el artículo “Las redes neuronales: qué son y por qué están volviendo“).

Como ejemplos reales:

  1. Redes neuronales capaces de tomar decisiones lógicas complejas y ganar a los mejores jugadores humanos en algunos juegos de estrategia (Pokemon Go).
  2. Reconocimiento de voz mejorado a través de redes neuronales aplicado a terminales móviles. Personalized Speech recognition on mobile devices o a televisores Talking to Your TV: Context-Aware Voice Search with Hierarchical Recurrent Neural Networks.
  3. Reconocimiento de números de calles a través de una red neuronal artificial creado por Google para Street View. Multi-digit Number Recognition from Street View Imagery using Deep Convolutional Neural Networks. Con lo cual una máquina puede “ver” e interpretar “lo que ve”.

Muchos de estos procesos complejos pueden no ser explicados de manera matemática. Es decir a la máquina se le dan unos patrones iniciales de aprendizaje (se construye un esqueleto neuronal básico) y a través de una experiencia masiva proporcionada por el Big Data la máquina va aprendiendo, modificando y mejorando estos procesos. Es decir va generando sus propias «conexiones neuronales» sin intervención humana.

En poco tiempo (del orden meses) si disponemos de la cantidad de datos necesaria, podemos tener un sistema muy especializado capaz de tomar decisiones.

La conducción autónoma ha sido la indisutria que ha desarrollado de manera rápida y eficaz estos temas y que en la conducción hay que tomar decisiones con múltiples variables, dependiendo de condiciones atmosféricas, de la via y de las circunstancias tanto de tráfco rodado como de peatones. Muchas de las decisiones que tomamos los humanos al conducir son ¿instintivas? y en situaciones de gravedad podemos tomar decisiones que no pasan por nuestro consciente. En el caso de la conducción autónoma esto no es así ya que la máquina va a estar capacitada para tomar una decisión «consciente» en décimas de segundo o menos. ¿Veremos demandas a los programadores por toma de decisiones incorrectas?, ¿cómo educaremos a la máquina para que se comporte ante un accidente donde todas las variables posibles tienen víctimas?, ¿qué victima será la primera?

Este vídeo es del año 2016 cuando ya disponíamos de sistemas de conducción autónoma. Podemos ver cómo la máquina decide la velocidad a la que ir dependiendo de los límites de tráfico, como sigue la ruta preestablecida y cómo se adapta a los peatones que van circulando.

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Incluso al final deja a su dueño en la puerta de su trabajo mientras que el coche solo va a buscar aparcamiento.

Seguro que acabaremos aplicando sistemas tan complejos como el de la conducción a la salud. Serán unos aliados magníficos en el diagnóstico ¿os imaginais al mejor médico del mundo pasando consulta a vuestro lado?.

Protección de los menores en redes sociales


Según los últimos estudios, el crecimiento de las Redes Sociales en el año pasado ha sido muy grande en nuestro país. Según los resultados de la 19a encuesta AIMC a usuarios de Internet de marzo de 2017 el 99,3% de las encuentas recibidas (en valor absoluto 15.435 encuestados) habían accedido Internet en el día anterior y la mayoría de ellos han accedido a sus perfiles en redes sociales.

Aunque han variado las redes por tramos de edad, a nivel global sigue destacando Facebook (87%) seguida de Twitter (48,9%) e Instgram (40,4%) aunque estamos seguros que si analizamos por tramos de edad, este orden podría variar.

Un problema del uso de las redes sociales es la privacidad de nuestros contenidos y la variación del concepto social que hemos desarrollado sobre «lo íntimo», «lo privado» y «lo público». Antes que nada, si consideramos que un contenido es privado no lo debemos difundir (al igual que hacemos en todos los aspectos de comunicación de nuestra vida) y si queremos difundirlo, es que no nos importa que dicho dato o contenido se extienda por la red.

Para ello tenemso que tener muy claro dónde colocamos la frontera. Y esa frontera es personal. Es posible que a mí no me importa difundir en cualquier red social si un restaurante, una película o un libro me han gustado o dejado de gustar, o me importe hablar de forma clara sobre mis ideas políticas o religiosas. Pero que yo lo haga no quiere decir que los demás lo deban hacer, o que aspectos de mi vida que yo estoy dispuesto a compartir (a hacer públicos) pueden seguir permaneciendo en la privacidad de otros y viceversa.

Este hecho es evidente desde la perspectiva de un adulto que tiene más desarrollados los conceptos de privacidad e intimidad, pero puede no ser tan patente en la relación que tienen los menores con las redes sociales.

Si bien son públicos los mecanismos para la protección de la privacidad que nos ofrecen las diferentes redes cada vez se han hecho técnicamente más complejos (contenidos absolutamente privados o compartidos con grupos reducidos o contenidos totalmente públicos en nuestra red) y otras muchas veces no los tenemos en cuenta o no los tenemos en cuenta para nuestros menores.

Una iniciativa de Save the Children fue la creación del espacio web «De aquí no pasas» que en la actualidad se encuentra inactivo, en el que nos presentaba los riesgos de las redes sociales, las configuraciones de privacidad y nos ilustra con numerosos vídeos como este:

Y en donde existen numerosos vídeos realziados por menores donde se escenifican los riesgos que nuestro comportamiento en las redes sociales puede acarrearnos en nuestra vida real.

Otros cortometrajes que podemos descubrir en YouTube nos hablan de los peligros de las redes sociales para los menores.

Un buen consejo que nos da Pantallas Amigas, es limitar el número de nuestros «amigos» en redes sociales

 

PARA UTILIZAR INTERNET DE FORMA SEGURA Y RESPONSABLE hay que conocer ciertos derechos y deberes.

TENGO DERECHO..

  1. A comunicarme. Tengo derecho a utilizar internet como herramienta de comu- nicación que sirva para conocer gente y para mejorar las relaciones con amigos y familiares.
  2. A aprender. Tengo derecho a utilizar internet para ampliar mis conocimientos y utilizar todas sus herramientas para aprender.
  3. A la privacidad de mi información personal. Tengo derecho a que mi información personal (imágenes, perfiles, datos) no sean difundidos sin mi consentimiento.
  4. A recibir formación e información. Tengo derecho a que un adulto (preferi- blemente madre, padre o tutor) me informe sobre cómo navegar de forma segura por Internet.
  5. A la protección. Tengo derecho a que mis padres velen por mi seguridad, se pre- ocupen por mí, aunque a veces me prohíban acceder a contenidos que consideren que no son aptos para mi edad.
  6. A la confianza. Tengo derecho a que mi familia confíe en mí, a que sepan que soy una persona responsable y que conozco los peligros que puedo encontrarme en la red.
  7. A recibir ayuda. Tengo derecho a recibir ayuda de las personas en que más confío (amigos, hermanas, padres, educadoras, etc.) y a denunciarlo a las autoridades competentes.

TENGO EL DEBER DE…

  1. Ser prudente y no quedar con personas que no conozco y me proponen quedar a solas.
  2. Tener respeto con otros usuarios de Internet, evitando las burlas y agresiones.
  3. Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo.
  4. No exponerme en exceso, evitando publicar detalles o imágenes privadas.
  5. Mantener la confianza de mis padres demostrandoles que soy responsable en el uso de las tecnologías que están a mi alcance.
  6. Enseñar a los adultos las cosas interesantes que descubro en Internet.
  7. Pedir ayuda y acudir a adultos de confianza como padres, madres, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, profesores y profesoras cuando pienso que hay algo que no comprendo. Tengo el deber de denunciar cualquier situación de peligro para mí y para chicos y chicas de mi edad que encuentre en Internet.

Esta lista de derechos y deberes para menores está muy bien, pero nos ha llamado la atención el punto 3 de los deberes «Informarme sobre los términos de privacidad, leer toda la información de las páginas a las que me suscribo«, ¿de verdad creemos que los jóvenes y adolescentes son capaces de entender términos que muchos adultos no entendemos a la hora de conocer los términos de privacidad?.

Hemos hecho un sencillo experimento, vamos a entrar en la Condiciones de uso y Política de privacidad de una red social frecuentada por jóvenes y adolescentes como es Instagram. La edad límite para crearse un perfil son 14 años.

¿Pueden entender jóvenes de 14 años frases como estas?

«En nuestra Política de privacidad se describe cómo nosotros y algunas de las empresas con las que trabajamos recopilamos, utilizamos, compartimos y protegemos la información relacionada con nuestros servicios de telefonía móvil, nuestro sitio web y cualquier software suministrado o relacionado con los servicios de Instagram (denominados de forma conjunta, el «Servicio«), así como las opciones que tienes para la recopilación y utilización de la información.»

«Utilizamos herramientas de análisis de terceros que nos ayudan a medir el tráfico y las tendencias de uso del Servicio. Estas herramientas recopilan la información que ha enviado tu dispositivo o nuestro Servicio, incluidas las páginas web que visites, los complementos y otra información que nos ayude a mejorar el Servicio. Recopilamos y utilizamos esta información de análisis con información de análisis de otros Usuarios, por lo que no puede utilizarse razonablemente para identificar a cualquier Usuario individual en particular.»

¿Las entendemos muchos adultos?

Consideramos que las campañas educativas en el uso de redes sociales para menores son fundamentales para prevenir situaciones de acoso y violencia por parte de iguales o de adultos hacia los menores

Tras el verano


Oficialmente ha acabado el verano y nos disponemos a iniciar un nuevo «curso». Esto no es del todo cierto porque personalmente aún no he disfrutado de mis vacaciones (ya me queda muy poco) y muchos de vosotros me podréis seguir a través de redes sociales.

Aunque he desvelado el destino en alguna red… espero sorprenderos con imágenes en mis perfiles personales de Instagram y Facebook.

Pero estamos auí ante un nuevo reto que es seguir manteniendo vivo este blog que ya tiene 7 años y los tres últimos ha tenido una entrada diaria. Esto hace un total de 2.372 entradas (esta es la 2.373) que nos han supuesto las mismas satisfacciones.

Pero el ritmo tiene que bajar por varios motivos:

  • El grupo de trabajo se ha visto mermado por diferentes motivos personales y profesionales de muchos de sus miembros. La inestabilidad laboral de los médicos de familia y la salida hacia otras comunidades autónommas y otros países de residencia y desarrollo profesional ha hecho que nuestro grupo haya disminuido en miembros y por lo tanto la capacidad de trabajo también.
  • Desarrollo de otras actividades: Tanto como grupo (queremos organizar más cursos y actividades dentro de la sociedad) y proyectos personales (algunos de ellos los abordaremos en el blog) hacen que no tengamos el suficiente tiempo para dedicar al blog como nos gustaría.

Esto nos ha obligado a plantearnos varias opciones y, entre todas ellas, hemos optado por mantener una entrada semanal, posiblemente más larga y en profundidad que las cortas entradas diarias y seleccionando más los temas para que sean más interesantes para el clínico.

De esta manera todos los jueves (ya se que hoy es viernes, pero queríamos estar con vosotros el día 1 de septiembre como os prometimos) saldremos a la luz de Internet con contenido que creemos sea interesante para todos vosotros.

¿Proyectos?… muchos e interesantes tanto para desarrollar dentro del blog como en otros aspectos de la salud digital. Existen proyectos de formación, de desarrollo profesional y de investigación en los que estamos involucrados y que os contaremos en el momento preciso ya que si se cuentan con anterioridad… podemos gafarlos.

Pero ahora volvemos (o nos vamos) de vacaciones…. ¿en sodoma?