Cuando la cabeza no da para más


Domingo de guardia. Entras a trabajar a las 9 de la mañana, fresco, descansado, con la cabeza bien despejada y las pilas bien cargadas para afrontar un día duro e intenso que se presupone que son las guardias. Veinticuatro horas encerrados en la urgencia, con un único propósito: atender bien y de la forma más rápida posible. Pasan las horas. Son las dos de la tarde, llevas cinco horas trabajando duro; el momento ideal para comer. Descansa comes, estiras las piernas; pilas otra vez semicargadas. Vuelves a trabajar cinco o seis horas más. Hora de la cena; tu cabeza te empieza a avisar del cansancio. Tomás café , cenas y te relajas; y vuelves a bajar. La siguiente vez que paras son las tres de la mañana y, por no saber, no sabes ni cómo te llamas ni cómo se llama tu paciente que está delante de tí. 

No vamos a hablar de los turnos de guardia de veinticuatro horas si son abusivos o podrían mejorarse. Vamos a hablar de cómo mejorar el rendimiento en situaciones tan extremas, cuando la cabeza no da para más. 

La urgencia o la UVI pueden ser los sitios más peligroso de todo el hospital. Tienes que tomar decisiones adecuadas en pocos segundos. Al principio no está mal, tienes la cabeza fresca y las ideas claras. Pero los turnos tan largos provocan que tomes malas decisiones por cansancio. Obviando la administración de café intravenoso en perfusión, debemos de buscar soluciones que nos obliguen a tomar las decisiones más adecuadas. Una de ellas puede ser el uso de recursos bibliográficos en internet; otra, para mí más cómoda por su rapidez, es el uso de apps. 

Este uso de recursos electrónicos no tiene que ser visto como falta de conocimiento por parte del profesional sanitario, sino como un material de ayuda y soporte. Y sobre todo de seguridad. Los errores de dosificación o de pauta son uno de los errores más frecuentes que cometemos en la urgencia, más incluso que el saber prescribir un fármaco adecuadamente. ¿y si lo corrigiéramos con apps o recursos electrónicos que nos ayuden?

Las nuevas tecnologías impregnarán dentro de poco todos los ámbitos de la sanidad, desde nuestra consulta hasta la urgencia, sin olvidarnos de la planta o la asistencia extrahospitalaria.