La e-salud, y sobre todo el crecimiento de la mhealth, ha producido un cambio radical en la medición de parámetros biológicos. Ya no es necesario acudir a un hospital o a un centro de salud para decir qué niveles de glucemia tiene uno, si el INR está en rango o la frecuencia cardiaca durante la noche ha variado mucho. Simplemente podemos tener toda esta información la podemos obtener casi a golpe de dedo a través de nuestro Smartphone y, lo que es más importante, haciendo una intervención casi mínima en el paciente.
Esto puede ser maravilloso, sobre todo en pacientes pluripatológicos donde debemos de tener controlados varios de estos parámetros. Y sobre todo el poder hacerlo desde casa, sin que el paciente tenga que desplazarse, es aún más maravilloso. El control casi total de los indicadores que puedan suponer un empeoramiento o deterioro en la patología del paciente.
Pero el control total ha provocado la aparición de un nuevo tipo de patología, que es la hipocondría digital. El tenerlo todo controlado no siempre es bueno, y lo es porque ese control puede provocar un nuevo síntoma, que es la ansiedad. El tenerlo controlado, desde los niveles de glucosa en los últimos tres meses hasta el número de paso o, incluso, el número de respiraciones que una persona realiza, puede incrementar esa sensación de falsa enfermedad cuando uno de esos datos no dista mucho de las últimas mediciones obtenidas. Normalmente tengo 114 de glucemia en sangre y hoy he tenido 156, ¿eso es malo? Se preguntarán algunos pacientes; y así con muchos de los ítems que podemos medir.
¿Tiene un impacto negativo medirlo todo? Para nada; muchas de las descompensaciones que se producen en patología crónica son debidas precisamente a esto, a no saber detectar de forma precoz por donde puede haber un empeoramiento de la enfermedad. Sin embargo la medición continua de parámetros biológicos puede tener una consecuencia negativa para nuestros pacientes, y es la ansiedad por ver que todos los parámetros estén en rango. Para evitar esta ansiedad, estas dudas que puedan surgir por mediciones fuera de rango, debemos de hacer una cosa básica con nuestros pacientes: enseñarles. Enseñar a nuestros pacientes que una medición es eso, simplemente, una medición; nos puede ayudar sí, pero no es definitivo.
Cada vez está más próxima la implantación total de la mhealth y nosotros, los profesionales sanitarios, debemos de anticiparnos a las dudas y temores que puedan tener nuestros pacientes. Sólo enseñándoles y formándonos en mhealth podremos sacar el máximo beneficio a una tecnología que cambiará nuestra forma de controlar a nuestros pacientes y que tengan una mejor calidad de vida.