El internet de las cosas (IoT), el Big Data, la Inteligencia Artificial, los Wearables, la Computación Cognitiva y los sistemas en la nube están creando una tormenta perfecta que nos permite vislumbrar el futuro de Internet dentro de unos años,
Para los que nos conectamos a Internet antes de la aparición de la web y sufrimos ese intercambio de archivos a través de procolos ftp el cambio que hemos vivido en pocas décadas ha sido muy acelerado.
La aparición de la web supuso una visualización lógica de la información. Las primeras imágenes y gifs animados junto con los hiperenlaces supusieron una capacidad de acceso a información que supuso grandes cambios (en este caso y para mí) en mis últimos años de universidad y principio de mi residencia.
Posteriormente la capacidad de escuchar música y ver vídeos supuso un cambio en el ocio. La aparición de la web 2.0 con la posibilidad de crear comunidades virtuales y ser capaz de editar y publicar contenidos supuso un gran cambio en la comunicación y la relación humana.
Todo ello acompañado de mucha mayor velocidad de procesamiento y almacenaje de datos de forma que mi movil actual tiene muchos más avances que el primer ordenador de sobremesa que tuve en casa.
El almacenamiento en la nube, los trabajos colaborativos, compartir y editar archivos de forma simultánea son acciones hoy en día cotidianas y dificícilmente imaginables en mis primeros contactos con Internet.
Muchos pensamos… ¿qué va a pasar ahora?, ¿de qué forma toda esta nueva tecnología que se está desarrollando relacionada con la inteligencia artificial, los wearables, la big data, la robótica va a afectar a la web?.
Ha aparecido el concepto de Internet Cognitiva y Ubicua para intentar definor lo que puede ser la red en pocos años.
Está claro que estamos utilizando cada vez más wearables con sensores capaces de medir variables (físicas y biológicas fundamentalmente) que se van a convertir en elementos sensoriales de la red capaces de «ver», «escuchar», «comprender» y «sentir».
Estos elementos sensoriales van a estar interconectados (a través de tecnología de relación máquina-máquina o M2M) y dotados de capas de tejido neuronal capaz de toma de decisiones autónomas de manera que unos elementos van a comportarse como perceptores del entorno (imputs) y otros como ejecutores de acciones (outputs) interconectados (acción-reacción) a través de capas neuronales de elementos digitales.
Internet va a dejar de ser una red de ordenadores para convertirse en una red de objetos interconectados entre sí y que pueden llegar a funcionar de forma independiente. ¿Se podrá regular el tráfico de una gran ciudad adaptándose a los flujos circulatorios mediante semáforos inteligentes interconectados a una capa de inteligencia artificial?, seguro que muchos lo veremos.
Cada teléfono móvil que llevaos en nuestros bolsillos está dotado de infinidad de sensores y cada vez se están desarrollando nuevos sistemas de medida de variables. Muchos de ellos morirán por falta de utilidad y otros muchos se desarrollarán hasta ser capaces de medir con errores tan mínimos que los seres humanos daremos esta medida como aceptable y apta para que sirva de referencia para toma de decisiones donde incluso nuestra seguridad pueda estar comprometida (desarrollo de sistemas de seguridad de vehículos inteligentes, ciudades con sistemas autorregulados…)
Cada vez las máquinas tienen más autonomía y esta característica puede hacer que nuestra percepción aumente. Hasta ahora somos capaces de percibir por nuestros sentidos en un entorno físico muy limitado pero si ciertos sensores complementaran nuestros sentidos humanos y las máquinas estuvieran interconectadas entre sí ¿por qué no ver o escuchar lo que está fuera del alcance de nuestra vista y oído?.
Incluso las máquinas ya están aprendiendo conceptos complejos como la semántica del lenguajes. Hasta ahora nuestra entrada a Internet es un buscador que interpreta secuencias alfanuméricas y nos devuelve un listado de sitios web donde existen las mismas secuencias (o secuencias muy similares y aproximadas a las que hemos introducido). Posiblemente tengamos relaciones diferentes con las máquinas para obtener información y seamos testigos y protagonistas de preguntar a una máquina con lenguaje natural y que nos devuelva la respuesta a nuestra pregunta.
¿Peligros?… posiblemente muchos pero esta es la aventura que nos está tocando vivir.