Kosinski, Big Data y Donald Trump


Like.jpgEl Dr. Michal Kosinski es un reconocido experto en psicometría, una rama de la psicología encragada de descubrir patrones de medida y cuantificación de variables psicológicas.

Esta rama de la psicología nace en la década de los 80 del año pasado con el desarrollo de OCEAN acrónimo en inglés que agrupa las 5 dimensiones de la personalidad que evaluan cada rasgo del ser humano: openness (disposición o capacidad de abrirse a nuevas experiencias), conscientiousness (conciencia o capacidad de perfeccionismo), extroversion (extraversión o sociabilización), agreeableness (amabilidad en el sentido de capacidad de colaborar) y neuroticism (neuroticismo o capacidad de enfadarse). A estos rasgos psicológicos se les denominó «Big Five«.

Kosinski inicia su doctorado en Cambridge sobre psicometría en el año 2008 y allí  conoce a David Stillwell, Stillwell desarrolló en el año 2007 una pequeña aplicación en una red social que entonces estaba empezando y que se llamaba Facebook, Esta aplicación que se llamaba MyPersonality ofrecía a los usuarios poder tener un estudio psicológico gratuíto solamente con responder a una serie de preguntas, muchas de ellas del cuestionario del Big Five a cambio de compartir su perfil con los investigadores.

De esta forma en pocos meses tuvieron la mayor base de datos de perfiles de Facebook asociados a los rasgos psicométricos del Big Five de sus propietarios.

y así podía acceder a sus «me gusta».

Era la época de Facebook en la que todo estaba abierto y no había tantas restricciones de seguridad y en la, de forma inocente, todos estábamos compartiendo mucha información personal.

El proceso, de forma resumida y con unas pocas pinceladas, era el siguiente. Los investigadores, a través del test, obtenían los valores del cuestionario del BigFive y a través del perfil de Facebook del entrevistado accedían a los «me gusta» que este daba. De esta forma construyeron una gran base de datos (con millones de personas de todo el mundo) en la que podían correlacionar perfiles de personalidad con «me gusta» de Facebook.

De los resultados de esta investigación se podía extrapolar el camino contrario, es decir, si yo conozco los «me gusta» de una persona, puedo llegar a obtener, de forma inversa su perfil de personalidad.

En unos pocos años la base de datos creció de forma exponencial y para 2012 con una media de 68 “me gusta” de un usuario cualquiera se podía predecir su color de piel (con un 95 % de acierto) o su orientación sexual (88 %) incluso se podía predecir su nivel de inteligencia, religión, si era hijo de padres divorciados o  si consumía  alcohol o tabaco.

Se ha llegado a tal punto de exactitud que sabiendo 300 «me gusta» de una persona, este modelo, puede llegar a tener datos más fiable que la pareja del sujeto en cuestión.

La potencia de este modelo junto con las redes sociales de Internet hacían que el grado de conocimiento de una persona en concreto fuera tal que podía utilizarse esta información para el beneficio de la humanidad o como la herramienta de manipulación y opresión más importante desarrollada hasta ese momento.

En 2014 llegó una oferta de compra de ese modelo a la Universidad de Cambridge a través de otro profesor llamado Aleksander Kogan. La empresa interesada en adquirir MyPersonality era SCL- Strategic Communication Laboratories. Tras una disputa y separación entre Kogan y Kosinski la empresa SLC Stategic Communication ayudó en comunicación estratégica al movimiento «Leave EU» en 2015 (Brexit) y al Partido Republicano de Donal Trump en 2016 en su carrera hacia la presidenci de EE.UU.

¿Pudo una teoría psicológica que se desarrolló a través de los perfiles de personalidad, las redes sociales y esa ingenuidad inicial de compartir nuestra intimidad en redes ser el origen del Brexit o la victoria de Donald Trump?

 

Este artículo es una adptación de «Yo no construí la bomba, sólo demostré que existía«que a su vez es una traducción personal al castellano del original “Ich habe nur gezeigt, dass es die Bombe gibt”, publicado por Das Magazin. La traducción no se hizo en base al original alemán, sino a una versión inglesa ahora desaparecida, encontrada en aNtiDiTe Zine, y que ahora está disponible en VICE.