¿Qué estamos haciendo con Twitter en la salud digital?


twitter-logoSiempre he dicho que Twitter era mi red social favorita y que gracias a ella he conocido a profesionales sanitarios muy activos, he participado en la difusión de contenidos en salud, he participado en debates y ha sido una herramienta de comunicación básica tanto en la difusión de la información de este blog como en muchas de las tareas del grupo al que representamos.

Pero últimamente los contenidos de mi «timeline» de esta red social cada vez tienen menos interés. A pesar de filtrar a través de diferentes programas los contenidos emitidos por otras cuentas, mi tiempo personal de permanencia es menor y me estaba preguntando el porqué.

Hace unas semanas me encontré con un tuit interesante de Chema Cepeda (@ChemaCepeda)

chema-cepeda

Este tuit nos remite a un artículo muy interesante de Ángel González (@angel189) titulado ¿Qué te pasa Twitter? donde se exploran las diferentes causas de la decadencia de esta red social.

Por un lado me alegré al darme cuenta que no era el primero que tenía la sensación de la cada vez menor utilidad de esta red y de los diferentes usos que estábamos haciendo de ella que se estaban diferenciando del espíritu inicial.

Las claves que se recogen en este artículo para explicar la decadencia de esta red social son:

  1. El escaso valor para el usuario de las modificaciones en la propia plataforma.
  2. La banalización de los contenidos.
  3. La mayor existencia de cuentas anónimas utilizadas para tener comportamientos poco apropiados a través de esta herramienta.
  4. El exceso de publicidad por parte de las marcas.
  5. El uso que hacen de esta red cuentas relevantes (programas de televisión, celebridades de cualquier tipo, políticos…) que se aleja del espíritu inicial de los primeros usuarios.
  6. La carrera de marcar popularidad de una cuenta determinada a través exclusivamente de métricas cuantitativas como el número de seguidores.

¿Y si lo aplicamos a la salud digital?. ¿Acaso no estamos cometiendo todos los mismos errores?.

Cada vez utilizamos más este herramienta para difundir contenidos, no para establecer conversaciones o debates. Cada vez programamos más mensajes con el fin que nuestro sitio sea más leído, que nuestra presencia digital sea mayor, que lleguemos a ser «influencers» (¿de qué?) y cada vez interactuamos menos, tenemos menos conversciones productivas y si las tenemos son sobre temas marginales en salud y no sobre salud en sí misma.

Paso mi «timeline» más rápido con el dedo, hay menos contenido que personalmente me interese, hablo e ineractúo menos y me dedico a dar favoritos o retuitear (confieso que a veces tras una lectura muy superflua) contenido de amigos y conocidos que me puede parecer interesante.

Si todos hacemos lo mismo entramos en el juego. En el juego de las marcas, en el juego de una herramienta que ha perdido su capacidad de comunicarnos en favor de su capacidad de difundir contenido.

Te pido perdón tuiter,  porque cada vez hago un uso peor de mi red social favorita, y hoy, día de los enamorados, quiero confesarte esta traición.