Hace unos días hablaba de las suturas del futuro . Hablaba de cómo las suturas del futuro servirán no sólo para unir los bordes de una herida; nos darán información de cómo se encuentra el tejido perilesional gracias a la medición de parámetros objetivos, como el pH de la sangre de la herida, los niveles de glucosa, etc… De tal forma que, si algo va mal, lo sabremos desde el principio, evitando la aparición de complicaciones mucho más graves.
Esto me dio una idea. ¿Y si todos los artilugios que utilizamos en medicina pudieran hacer esto? ¿Y si realmente todos los dispositivos y artilugios médicos que llevan los pacientes sirvieran como wearables?
Las películas de ciencia ficción futuristas nos muestran un futuro en el que conviviremos (o entraremos en guerra) con robots. Pero ese futuro está todavía lejos. Lo que sí que ya está cerca son las prótesis inteligentes. Pero, ¿qué es una prótesis? Es reparar la falta de un órgano de forma artificial. De acuerdo, tenemos la definición, ¿pero qué significa que una prótesis sea inteligente? Son aquellas que contienen materiales que pueden adaptarse. Es decir, no son rígidas, como las prótesis antiguas, que no tienen la capacidad de deformarse. Estas prótesis sí que cambian, adaptando la forma de la prótesis a la acción que esté realizando el individuo. ¡Y no sólo se adaptan a la acción que hace el paciente! También son capaces de detectar estímulos o controlarlos con la mente. De esta forma estas prótesis se parecería a nuestros órganos. ¡Incluso ser mejor en algunas situaciones! En un estudio publicado por The Lancet se comparó si era mejor la funcionalidad con una prótesis de mano inteligente respecto a una mano atrofiada humana. Los resultados mostraron que los pacientes que eligieron llevar una prótesis tuvieron mayor funcionalidad que los pacientes sin operarse.
Si queréis saber más sobre prótesis inteligentes, os recomiendo este Prezi que he encontrado en la web:
https://prezi.com/vspf2xui4vwr/protesis-inteligentes/
De todas formas esta tecnología no ha avanzado lo suficiente desde mi punto de vista. El principal reto que tienen son la conexión de estas protesis con el cerebro. Es relativamente sencillo el realizar una prótesis, ya que no es más que introducir un elemento extraño en el cuerpo. Lo relativizo mucho porque llevamos muchos años realizándolo (válvulas cardíacas, tornillos quirúrgicos, etc…). Pero todos estos aparatos no han tenido la necesidad ni la capacidad de estar coordinados con nuestro cerebro. Pero un brazo o una pierna mecánica, para que sea plenamente funcional y que para nuestro paciente no sea una carga, debería de funcionar como un brazo o una pierna real. Afortunadamente se está consiguiendo. Fruto de esto es el último premio Principe de Asturias de Investigación.
Pero yo voy un paso más. Ya que estas prótesis inteligentes están conectadas con nuestra mente, ¿no podríamos hacer que estas prótesis obtuvieran información objetiva de nuestro cuerpo, como los niveles de glucosa u otros marcadores de enfermedades, de tal forma que pudéeramos llegar a un diagnóstico precoz de cualquier enfermedad? ¿Podrían servir no sólo para suplir un órgano, sino para controlar nuestra salud?