La llegada de la revolución social de Internet ha supuesto un cambio en una serie de conceptos muy cercanos a la esencia humana como es nuestra privacidad y nuestra intimidad. De forma cotidiana y sin ser conscientes de ello, estamos ofreciendo numerosos datos sobre nosotros mismos, nuestros gustos, nuestros deseos, miedos… y con ello se están construyendo grandes fuentes de conocimiento.
Lo hemos dicho y oído desde hace años… «Nada en la red es gratis y en cualquier servicio donde no eres el cliente que paga, te conviertes en la mercancia que esa empresa vende».
Estos cambios se está realizando de forma social de manera imperceptible. ¿Os habéis dado cuenta que hoy en día un bebé tiene más fotos en su primera semana de vida que muchos de nosotros durante toda nuestra infancia?, ¿a quienes llegan?, ¿a través de qué vías? ¿redes sociales, sistemas de mensajería inundados de información personal?…
Y las empresas valen más por la información que tienen de nosotros que por su valor empresarial intrínseco.
Pero… ¿es del todo malo?. Posiblemente no.
- Es positivo que cuando estoy haciendo búsquedas sobre una compra determinada o un viaje determinado, de forma casi autoimática, toda la publicidad que me llega a través de spam de correo electrónico o insertada en mi navegación web, está relacionada con esa búsqueda.
- Es positivo que todas las sugerencias, discográficas, de lectura o cinematográficas tengan grandes posibilidades de éxito ya que hay sistemas que llevan aprendiendo e interpretando mis gustos.
- Es positivo tener almacenado y seguro toda la información relevante que yo voluntariamente desee y que pueda acceder a la misma desde cualquier lugar y dispositivo y dar permiso de acceso y edición a quien yo considere en cada momento.
Pero ¿qué acceso van a tener empresas y gobiernos a los datos que volunatriamente hemos metido y meteremos en diferenets espacios de la red?, ¿todas la cookies que acceden y almacenan nuestros datos están bien señaladas y sabemos exactamente qué datos recogen?, ¿qué sabemos sobre las conexioens ocualtas que hacen nuestros navegadores y qué tipo de información se transmite?, ¿qué información tienen de nosotros las grandes empresas?.
Posiblemente esta información no esté personalizada dentro de las grandes empresas ya que no les interessa tanto el dato específico de cada indivíduo, sino la interpretación de la stendencias de los datos (BigData) aunque es cierto que la presentación específica de una demando o producto en mi correo electrónico o en el espacio de publicidad dinámica durante mi navegación web hace que se hay personalizado la demanda (al menos respecto a mi IP).