Los ojos de Google, de las gafas a las lentillas


Foto tomada del blog de Google
Imagen tomada del blog de Google

Google tiene «ojos» en la red. Ojos que nos vigilan, que ven todos nuestros movimientos, nuestros gustos, aficiones, temas de interés.

Google sabe cuando estamos amueblando la casa o dónde vamos a planificar nuestro próximo viaje y por ello «casualmente» la publicidad que nos salta en nuestra navegación web coincide con nuestras necesidades en cada momento.

Por ello «casualmente» me están saltando de manera continuada en estas últimas semanas anuncios de alojamientos en Osaka (qué inteligente es mi buscador que en cuanto he comprado mis billetes para las próximas vacaciones me sugiere donde debo dormir).

Pero además de ver, quiere que veamos con otras perspectivas. Quiere que veamos el mundo interconectados con sus gafas Google donde nos va a ofrecer información enriquecina sobre lo que vemos, nos va a sugerir actividades en nuestro entorno, nos va a mantener conectados de forma continuada en nuestras redes sociales y nos va a permitir capatar el mundo con nuestros ojos.

Las gafas de Google son una realidad que a lo largo del último año hemos adelantado en este blog, con numerosas aplicaciones en medicina (especialmente en cirugía) que aunque ya tienen detractores van a suponer un avance revolucionario en la adaptación de aplicaciones ya existentes en otros soportes.

Pero la relación de Google con los ojos va más allá.

Hace tan solo unas semanas hemos sido testigos de la evolución de la gafa a la lentilla, aunque en esta ocasión con otros propósitos.

Google está desarrollando unas lentillas capaces de monitorizar de manera continuada la concentración de glucosa en las lágrimas, registrarla e incluso avisar a su portador de niveles de concentración de glucemia extremos a través de una alerta visual generada por el propio dispositivo.

Este dispositivo está en fases iniciales de proyecto y se va a realizar junto a la FDA y la Federación Internacional de Diabetes. La idea es muy buena ya que en ciertos diabéticos (diabéticos tipo I con controles irregulares, niños diabéticos, niños con crisis de hipoglucemias,  adolescentes diabéticos con malos controles de glucemia, diabetes gestacional, diabéticos tipo II en tratamiento con insulina o situaciones puntuales que requieran un control más estricto de la glucemia) se evitarían punciones en los dedos repetidas.

Pero ¿qué estudios científicos hay a este respecto?. Haciendo una búsqueda en Medline básica con las palabras «measure glucose levels tears» han salid tan solo 5 artículos de los cuales se descartan 4 de ellos.

Nos quedamos con el primero de ellos Evaluation of Commercial Glucometer Test Strips for Potential Measurement of Glucose in Tears cuyos autores Cha KH, Jensen GC, Balijepalli AS, Cohan BE, Meyerhoff ME lo han publicado en la revista Analytical Chemistry el día 15 de enero de 2014, mientras que el anuncio de las lentillas de Google se ha hecho oficial en su blog el día 16 de enero (¿casualidad?)

En el estudio se han utilizado diferentes tipos de tiras reactivas de glucemia capilar para ver si en lágrimas se producía una equivalencia entre la concentración de glucosa entre la lágrima y el plasma capilar.

Respecto a las ideas principales del propio artículo (sólo he tenido acceso al abstract)

  • De varias tiras de glucosa en sangre evaluados, sólo una marca exhibe el bajo límite de detección requerido para cuantificar la glucosa en las lágrimas.
  • Las mediciones de la glucosa en las lágrimas de nueve sujetos no diabéticos en ayunas utilizando tiras arrojaron valores de glucosa en el rango de 5 a 148 micromoles (similares a los de otros estudios).
  • Se precisan nuevos estudios clínicos para poder determinar si los niveles de glucosa en la lágrima y glucosa en la sangre se correlacionan suficientemente para su aplicación a las mediciones de rutina en la práctica clínica.
  • En el abstract no se refleja sobre cuántos sujetos se ha realizado la intervención.

Por ahora parece que hay un largo camino que recorrer ya que hay que determinar si existe una correlación clara entre la concentración de glucosa en lágrima y en plasma, determinar la validez de los sistemas de medida de dichas concentraciones y si existen factores que pudieran hacer variar la concentración de glucosa en la lágrima (alimentos, otros fármacos, procesos oftalmológicos…).

Una buena idea que permanece en el campo de las ideas (aunque los titulares en la prensa son, como siempre muy efectistas). Aunque aún desconocemos si existe una correlación entre la concentración de glucosa en plasma y en lágrima, sí parece que existe una clara correlación entre la fecha de pulicación del estudio y la aparición de la noticia en el blog de Google de sus nuevas lentillas.