Existe una brecha digital que es doble. Por un lado entre países ricos (mayor penetración de Internet) y pobres (con problemas más importantes que la comunicación) y por otro lado entre personas más jóvenes (mayor uso de tecnología) y mayores (menor interés por la misma).
La primera brecha digital no parece que se aminore y vemos cómo en países con elevadas rentas la penetración de Internet va siendo cada vez mayor.
Así en un informe de Eurostats publicado el 18 de diciembre de 2013 afirma que más del 60% de los habitantes de la Eunión Europea de los 28 (EU28) utilizan Internet con una frecuencia diaria y que un 79% de los hogares tenían acceso a Internet.
Se evaluaron dos variables: presencia de Internet en el domicilio (con o sin banda ancha) y frecuencia de uso de Internet.
Os dejamos la tabla comparativa y vemos que nuestro país se encuentra por debajo de la media de la EU28 en todas las variables estudiadas.
En este caso somos «cola de leon».
Respecto a la otra brecha digital, relacionada con la edad, cada vez me alegro más cuando los mayores que atiendo en consulta toman sus citas a través de Internet sin ayuda de sus hijos o nietos, me siguen en el blog o en alguna red social e interactuan conmigo a través de Internet.
Ya en el 2011 se realizó el estudio «El abuelo internauta» realizado por el portal Cluboferting mediante 750 encuestas a personas mayores de 60 años sobre el uso de Internet. El estudio divide a estos internautas en tres perfiles: el ‘usuario elemental’, el ‘cibercomprador incipiente’ y el ‘abuelo punto com’. Al margen de los diferentes tipos de usuarios que se identificaron los rasgos más comunes en el perfil de los internautas mayores de 60 años en España fueron: hombres (67% frente al 33% de mujeres) residentes en ciudades de más de 100.000 habitantes, con un nivel de formación universitario o superior (60%).