Esta no es una entrada ni de anatomía ni de microbiología, ni siquiera sobre salud… o sí.
La viralización en una técnica de mercado psra difundir de manera rápida y agresiva en las redes sociales una idea o producto (normalmente con fines comerciales directos o indirectos) que las empresas utilizan para dar a conocer productos nuevos o relanzar productos conocidos. En otras ocasiones han surgido fenómenos virales que aparecen como «experimentos» para evaluar impacto en redes sociales o como simples divertimentos.
El marketing viral se inició con el correo electrónico y ,según wikipedia, tiene el siguiente fundamento: «La hipótesis es que si esa publicidad llega a un usuario «sensible» (es decir, interesado en el producto ofrecido por Hotmail, el correo gratuito), ese usuario «se infectará» (es decir, se dará de alta con una cuenta propia) y puede entonces seguir infectando a otros usuarios sensibles. Mientras cada usuario infectado envíe en media el correo a más de un usuario sensible (es decir, que la tasa reproductiva básica sea mayor a uno), los resultados estándares en epidemiología implican que el número de usuarios infectados crecerá según una curva logística.»

Esta introducción nos sirve para presentarios la infografía «The anatomy of going viral» realizada por la agencia digital SingleGrain, en la que nos describe los tipos de viralización y los mecanismos por los cuales difundimos y redifundimos la información. Nuestra intencionalidad es inocente y muchas veces producida por sentimientos ajenos al mercado, pero ¿el origen de la misma y el efecto global resultante son tan nobles como nuestras intenciones individuales?
Para ver la inforgrafía completa podéis hacer clic sobre la imagen en miniatura y a lo largo de esta entrada vamos a intentar ir analizando su contenido.
Antes de realzar una campaña viral hay que focalizar muy bien la idea que se quiere transmitir. A lo mejor la idea que se transmite no se relaciona directamente con la idea o producto que queremos difundir pero puede evocarlo de forma indirecta o representar una seña de identidad del producto con la que ya está relacionada… ¿no hemos visto publidad de perfumes donde no se vende el perfume, sino la rebeldía, el lujo, la diferencia o la libertad?.
Pero ¿qué se necesita para que una idea sea viral?. Según estos autores tiene que llamar la atención del espectador, focaliarnos en un única idea clave, que nos tiene que generar una respuesta bien intelectual (solución a un problema, una advertencia general ante algo que va a venir ) o mejor… emocional y causarnos sorpresa alterándonos nuestro estado emocional normalmente hacia la risa o el miedo.
Un ejemplo de lo que una imagen puede provocar en el espectador lo podemos ver en el siguiente vídeo de YouTube en el que nos muestra las difeentes reacciones de espectadores ante una imagen promocional de la película «El último exorcismo». Esta campaña fue utilizada como promoción de la película.
La clave es que los sujetos vulnerables ya infectados, propaguen la infección hacia el resto de sujetos susceptibles. es decir, demos un «megusta», un «+», un «RT» o cualquiera de los mecanismo por lo cuales podamos retredifundir información a través d ela redes sociales.
¿Quien no ha compartido con sus contactos información de algo banal pero que le ha generado risa, miedo o rechazo?, ¿quien no ha compartido algo por el mero hecho de ser «mono»?, ¿o algo que le han hecho reflexionar?
Pero este no es el problema. Cuando compartimos esa «alerta de las autoridades para no abrir cierto correo o mensaje de twitter o hacer clic en un enlace determinador porque se va a destruir nuestro disco duro», puede que solo haya detrás una broma y no una alerta real; pero cuando nos dicen que cierto sistema de mensajería instatánea gratuíto y con gran penetración en el mercado va a pasar a ser de pago y en poco días se lanza un producto que hace competencia al primero… se nos puede quedar la cara un poco extrañada, sentir que hemos sido manipulados y hemos formado parte de una gran campaña orquestada por otros.
Una de las primeras campañas virales que se pone como ejemplo de esta infografía es la que promocionó la película «El misterio de la bruja de Blair». Antes de presentar la película a la opinión pública se difundió en le prensa y en la televisión la desaparición de unos jóvenes que estaban realizando un reportaje sobre los hechos acontecidos unos años antes… el propio argumento de la película… con lo que se daba un toque de realidad a la ficción cinematográfica.
Los sanitarios no somos expertos en vender pero:
- Tenemos un producto interesante, que genera máximo interés y preocupación y que afecta a toda la población: la salud.
- Tenemos herramientas para difundir mensajes y nos estamos animando a ello.
- Podemos despertar con nuestros mensajes sentimientos de risa, ternura, escándalo…
¿Por qué no nos animamos? ¿o ya se nos ha olvidado una campaña viral de gran impacto sin un objetivo económico y con repercusión sanitaria?