Riesgo de comprar «followers» en twitter: ser seguido por sombras


No llego a 1000 seguidores en Twitter y no soy un gurú. No tengo un gran interés en monitorizar cuantitativamente mi cuenta para ver cuántos seguidores gano o pierno ni me interesa si alguien me deja de seguir… aunque confieso que semanalmente miro como va mi cuenta en TwitterCounter.

Tampoco digo grandes cosas interesantes. En mi cuenta personal tuiteo las entradas de este blog, alguna noticia de la SoMaMFyC y algo de mis viajes (de esto útimo poco y tengo cuidado que no sea nada personal).

La verdad es que he mantenido pocas conversaciones a través de esta herramienta y casi siempre a través de mensajes directos ya que no me gusta molestar en el «timeline» de nadie. Posiblemente será porque creo que tengo pocas cosas interesantes como para ser difundidas por esta red.

Me asombro cuando aparecen noticias de compra de followers, de cómo hay empresas que crean cuentas fantasmas para engordar el número de seguidores de una cuenta determinada y de cómo hay personas y personajes que serían capaces de contratar los servicios de estas empresas para lucir un número muy, muy alto de seguidores y estar por encima de muchos quienes por su labor, trabajo o ideas tienen un número lícito de personas que están «escuchándoles» a través de Twitter.

Por 350 dólares podemos aumentar en más de 100.00o seguidores nuestra cuenta en un plazo máximo de 2 meses y, para cuentas más modestas,  por 20 dólares 1.000 seguidores en el plazo de una semana… ¿para qué?, ¿para desvirtuar nuestro impacto real?, ¿para poder estar en los listados de los más seguidos?.

Pero los seres humanos somos así y estas empresas que se dedican a engordar las cuenats de seguidores seguro que ganan dinero para que algunos puedan presumir de su impacto en redes sociales. Independientemente de la ética, ¿qué utilidad tiene?. Si twitter es «gritar al mundo», siguiendo estas estrategias estaremos «gritando al vacío». Estaremos hablando sin que nadie nos escuche y eso no tiene sentido ni para difundir a pequeña escala (como hacemos la mayoría) ni  para lanzar estrategias de mercado de productos donde hablaríamos con miles de «no clientes».

La herramienta StatusPeople nos permite conocer cuántos seguidores falsos tenemos (o tiene una tercera cuenta) tras permitir el acceso a nuestra cuenta de Twitter (permitiendo que publique por nosotros y dejando que cambie nuestro estado) nos pide el nombre de la cuenta que queremos analizar. Una vez introducido y tras breves segundos nos indica el porcentaje de seguidores falsos («fake»), inactivos («inactive») y buenos («good»).

Posiblemente esta herramienta sirva, en un contexto de marketing empresarial, para ver cómo se encuentra nuestra competencia y tener un análisis de sus seguidores falsos (de forma voluntaria o involuntaria) y el porcentaje de seguidores activos e inactivos. Por lo demás un entretenimiento más dentro del mundo Twitter.