No voy a negar que soy un «macadicto». No puedo negar que tengo todos los aparatitos que empiezan con «i» y que estoy dentro de los usuarios que se deslumbraron hace ya 10 años y que aún se pone nervioso cada vez que abre una nueva caja con un nuevo producto.
No soy fanático. Intento ser imparcial y no voy «evangelizando» por el mundo.
Posiblemente una de las diferencias entre los, posiblemente, dos mayores CEOs sea la puesta en escena en la presentación de sus productos. Por mucho que tras el fallecimiento de Steve Jobs se nos quiera vender su capacidad e inventiva, hay que decir que pocas ideas salieran de su cabeza y su gran aportación fue su capacidad de elegir un magnífico equipo, darle un gran libertad creativa y ser un auténtico maestro en presentar los productos (es capaz de darnos algo «fundamental» para nuestras vidas y hacernos pensar al cabo del tiempo «¿cómo podía vivir antes sin él?»). ¿Un gran mago?. Posiblemente.
Navegando por la red he visto dos vídeos curiosos. La presentación del primer Macintosh en 1984 y la presentación del iOS 4.0 para el iphone. Más de dos décadas de diferencia para poder analizar cómo cambia el mercado y cómo Steve Jobs sigue siendo un gran vendedor de sus productos.